Pongo a v.m. en el contexto. Pablo entra como criado de don Diego Coronel, en el pupilaje del licenciado Cabra, un "clérico cerbatana", "archipobre y protomiseria".
“Sentóse el licenciado Cabra y echó la bendición. Comieron una comida eterna, sin principio ni fin. Trajeron caldo en unas escudillas de madera, tan claro, que en comer una dellas peligrara Narciso más que en la fuente. Noté con la ansia que los macilentos dedos se echaban a nado tras un garbanzo güérfano y solo que estaba en el suelo. Decía Cabra a cada sorbo: - "Cierto que no hay tal cosa como la olla, digan lo que dijeren; todo lo demás es vicio y gula".
Acabando de decirlo, echóse su escudilla a pechos, diciendo: -"Todo esto es salud, y otro tanto ingenio". ¡Mal ingenio te acabe!, decía yo entre mí, cuando vi un mozo medio espíritu y tan flaco, con un plato de carne en las manos, que parecía que la había quitado de sí mismo. Venía un nabo aventurero a vueltas, y dijo el maestro en viéndole: -"¿Nabo hay? No hay perdiz para mí que se le iguale. Coman, que me huelgo de verlos comer".
Repartió a cada uno tan poco carnero, que, entre lo que se les pegó a las uñas y se les quedó entre los dientes, pienso que se consumió todo, dejando descomulgadas las tripas de participantes. Cabra los miraba y decía: -"Coman, que mozos son y me huelgo de ver sus buenas ganas". ¡Mire v. m. qué aliño para los que bostezaban de hambre!
Acabaron de comer y quedaron unos mendrugos en la mesa y, en el plato, dos pellejos y unos güesos; y dijo el pupi1ero: -"Quede esto para los criados, que también han de comer; no lo queramos todo". ¡Mal te haga Dios y lo que has comido, lacerado -decía yo-, que tal amenaza has hecho a mis tripas! […]
Certifico a v. m. que vi a uno dellos, al más flaco, que se llamaba Jurre, vizcaíno, tan olvidado ya de cómo y por dónde se comía, que una cortecilla que le cupo la llevó dos veces a los ojos, y entre tres no le a
![](http://photos1.blogger.com/blogger/7550/1279/200/quevedo1.jpg)
Francisco de Quevedo y Villegas. Historia de la Vida del Buscon, llamado Don Pablos
Y entonces,que te gustan mas los clasicos o la novela actual?
ResponderEliminarMe ha recordado aquellas tardes de literatura en tercero de BUP con aquella profesora canaria...
Sin acritud, pero de espadachines me quedo con la Pimpinela Escarlata, ese rollo medio gay me atraia mucho
ResponderEliminarLa verdad es que me gusta todo lo que sea bueno. En mi estantería tengo desde el Lazarillo hasta Los Pilares de la Tierra. No he leído la Pimpinela Escarlata, tendré que buscarla en la biblioteca.
ResponderEliminarSimpática la canaria. Qué será de ella...
de que siglo es?
ResponderEliminarDe principios del siglo XVII.
ResponderEliminarResumen del argumento
ResponderEliminar