Luisita
Como viene siendo habitual, la exposición se podrá visitar en El Café del Arte, c/ Real, 247, Puerto Real, del 26 de noviembre hasta el 13 de enero.
Luisita
Como viene siendo habitual, la exposición se podrá visitar en El Café del Arte, c/ Real, 247, Puerto Real, del 26 de noviembre hasta el 13 de enero.
Hace unos días un amigo y yo subimos al Simancón, un pico de 1.566 m al sur de Grazalema. Al comenzar le advertí que llevo con los sóleos sobrecargados bastante tiempo, y estaba preocupado de que no lograse terminar la ruta. Nada más empezar, vimos varios buitres en un pico cercano. El buen hombre tomó nota, y esa misma noche, en una cena con el resto de Piratenis, hiló ambas cosas y se mofó de mí, diciendo que yo estaba tan mal que los buitres nos rondaban. Me hizo mucha gracia, la verdad, así que he decidido practicar un poco con Inkscape y hacer una viñeta, que ya tocaba.
Este año el turismo nacional inunda nuestros pueblos y ciudades. Efectos colaterales de la pandemia. El otro día, en Sanlúcar, apenas se podía andar por el centro. Nos sentamos cerca de la plaza del Cabildo, y ¡ea!, a dibujar gente. Terminé in situ el boceto a lápiz, mientras tapeábamos en un bar de la calle Ancha. Entintado y color ya en casa.
Normalmente la gente no me echa cuenta, pero a veces alguno me mira y sonríe. De estos últimos hay dos tipos, los que sonríen cómplices, porque son de mi misma condición, y los que se ríen de mí. No creáis que me afectan las risas de los que se mofan. Con la edad uno pierde la vergüenza. Y sí, los distingo fácilmente.
Quizás en eso consista madurar. Trabajar en fortalecer las relaciones que nutren, y saber alejarse de las que te hacen mal. Pero sobre todo, saber distinguirlas.
En un instante me encuentro en Cracovia, en otra mañana húmeda y fría de 2005. Salgo del hotel para ir al aeropuerto, y empiezan a caer motitas blancas que flotan livianas y sutiles. Me quedo paralizado, ¿qué es esto?. Tardo varios segundos en caer en la cuenta: es la primera vez que veo nevar.
Hacía tiempo que no visitábamos el castillo de Santa Catalina. Nos acercamos con la excusa de ver las exposiciones que ahora están. Aprovechamos la visita para dibujar el patio. No estuvimos mucho rato, porque hacía poniente y no se estaba bien. Así que parte del entintado y el coloreado con acuarela lo hice en casa.
Perdón por el atroz juego de palabras, pero es lo que une a los tres bocetos que traigo hoy, que están hechos con guache. Bueno, también da la casualidad de que son tres paisajes, y que los he hecho a partir de fotografías. Pero mi ingenio no da para más.
Empezamos con una imagen de la Garganta de Puerto Oscuro. Un nombre muy enigmático para lo que en realidad es el nacimiento del río Barbate. La foto la hice durante la subida al Picacho, una ruta muy recomendable. El boceto lo hice en la Moleskine Sketchbook A5, en nuestra ubicación habitual en el Paseo de Andalucía.
Con este último boceto he estrenado la Hahnemühle con papel beige para acuarela que me compré el mes pasado. Se basa en una foto que hizo Lunaria hace unos meses en la Algaida. En época de lluvias se llenan unas lagunas temporales, que hacen que el paisaje de repente cobre vida. Este año, casi todos los fines de semana hemos disfrutado paseando por la zona. Hemos visto numerosas especies de aves, incluido el ibis negro.
Empiezo a tener un problema con las libretas. Las compro a mayor velocidad que las termino. Así que las voy acumulando a medio terminar, y ya tengo cuatro en proceso al mismo tiempo, más una que acabo de comprar y está sin estrenar.
Pero es que he redescubierto el placer de dibujar por dibujar, sin más pretensiones. Y las libretas de bocetos son perfectas para ello. Te permiten dedicar un par de horas a un dibujo y verlo terminado, con lo que la satisfacción es mucho más inmediata que con un cuadro. Los cuadros tienen además el problema de que ocupan mucho sitio. Nosotros ya tenemos la casa decorada, y es difícil vender, con lo que se van acumulando. Las libretas apenas ocupan sitio.
Mi penúltima adquisición fue una Moleskine Sketchbook A5, formato vertical, que tiene papel de 165 g. En teoría no sirve para técnicas acuosas, pero yo lo estoy usando para acuarela y guache y aguanta bien.
El Pumita
Técnica mixta sobre cartón
Casi todos los fines de semana, mi mujer y yo desayunamos en el Hotel Las Canteras. Mientras comemos, nos entretenemos echando miguitas de pan a los gorriones que por allí pululan. Uno de ellos es el Plumita. Lo reconocemos porque le faltan unas plumitas en la parte trasera izquierda de su cabecita. Es uno de los que más se acerca, y nos hace mucha gracia porque, al contrario que el resto, normalmente desprecia el pan, pero se vuelve loco con el jamón york. Me da mucha alegría cada vez que lo veo, pues es señal de que sigue vivo y bien.
Lo he dibujado en tres posiciones, de tres fotos diferentes que logré hacerle el otro día. Para dibujarlo he usado principalmente acuarela, algún toque de rotulador y sobre todo lápices de colores. Para las sombras he estrenado el aerógrafo que compré el año pasado, aunque las he tenido que aclarar un poco con lápiz gris porque quedaban demasiado oscuras.
La última vez que lo vi fue este fin de semana, y seguía tan gracioso como siempre. Esta tarde, antes de darme una vuelta en bici, me pasaré a tomarme un café con mi amigo el Plumita.