martes, 29 de junio de 2021

Passer domesticus



Como sabéis los gorriones son uno de mis animales preferidos. Ya os conté que últimamente me gusta darles de comer en la terraza de un hotelito cercano a mi casa. 

Normalmente la gente no me echa cuenta, pero a veces alguno me mira y sonríe. De estos últimos hay dos tipos, los que sonríen cómplices, porque son de mi misma condición, y los que se ríen de mí. No creáis que me afectan las risas de los que se mofan. Con la edad uno pierde la vergüenza. Y sí, los distingo fácilmente.

Quizás en eso consista madurar. Trabajar en fortalecer las relaciones que nutren, y saber alejarse de las que te hacen mal. Pero sobre todo, saber distinguirlas.

martes, 22 de junio de 2021

Cafelito mañanero


Es una mañana cualquiera, húmeda y fría para ser junio. No hace ni pizca de viento, algo también raro aquí. Mi amigo Vicente y yo estamos sentados tomando café junto a la plaza, antes de empezar la jornada. De repente el ambiente se torna mágico: ha empezado a caer una lluvia fina y mansa, y el sol, que se filtra entre los árboles, ilumina las gotitas de tal forma que parecen copos de nieve. Me quedo embobado con la belleza de la estampa, antes de reaccionar y tomar la cámara para registrar el momento.

En un instante me encuentro en Cracovia, en otra mañana húmeda y fría de 2005. Salgo del hotel para ir al aeropuerto, y empiezan a caer motitas blancas que flotan livianas y sutiles. Me quedo paralizado, ¿qué es esto?. Tardo varios segundos en caer en la cuenta: es la primera vez que veo nevar.

Mix media

A mi suegra le gusta sentarse un rato en el Bosque Violeta. El caminito que lleva allí desde su casa está bordeado de árboles, que a esta hora del día motean de sombra el césped. Le hago una foto y me siento junto a Lunaria en los bancos cercanos. Un poco de acuarela y guache hacen el apaño. Lo termino en el club de tenis tomando unas cervezas.


Hacía tiempo que no visitábamos el castillo de Santa Catalina. Nos acercamos con la excusa de ver las exposiciones que ahora están. Aprovechamos la visita para dibujar el patio. No estuvimos mucho rato, porque hacía poniente y no se estaba bien. Así que parte del entintado y el coloreado con acuarela lo hice en casa.



Mi ahijado me encargó un cuadrito de uno de sus personajes favoritos, un tal Kakashi Hatake, del manga Naruto. Me mandó una foto por whatsapp, que he intentado fusilar con la mayor fidelidad posible. Como eran colores planos, esta vez opté por el acrílico, más un rotulador negro indeleble para las líneas. Aproveché un cartón entelado de 30×40 cm que tenía guardado por ahí. Otro cliente satisfecho.