martes, 29 de junio de 2021

Passer domesticus



Como sabéis los gorriones son uno de mis animales preferidos. Ya os conté que últimamente me gusta darles de comer en la terraza de un hotelito cercano a mi casa. 

Normalmente la gente no me echa cuenta, pero a veces alguno me mira y sonríe. De estos últimos hay dos tipos, los que sonríen cómplices, porque son de mi misma condición, y los que se ríen de mí. No creáis que me afectan las risas de los que se mofan. Con la edad uno pierde la vergüenza. Y sí, los distingo fácilmente.

Quizás en eso consista madurar. Trabajar en fortalecer las relaciones que nutren, y saber alejarse de las que te hacen mal. Pero sobre todo, saber distinguirlas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario