Hace varios años alguien me dijo que un amigo común de la infancia era mariquita. Esa fue la palabra que usó, mariquita. Lo que no me dijo, quizás porque no lo sabía, fue lo mal que lo ha pasado por su homosexualidad. De eso me he enterado hace poco.
La primera noticia me sorprendió un tanto, aunque no demasiado; esas cosas se intuyen. La segunda sí.
Ingenuo de mí, pensaba que nuestra sociedad había madurado, y que hoy en día no debe resultar mayor problema ser homosexual. Si hasta en la tele están de moda. Atrás quedaron los tiempos de la represión, cuando a los “desviados” se les metía en la cárcel, o se les intentaba curar a base de oración o electroshocks. Hoy en día gays y lesbianas pueden casarse y hacer una vida “normal”. La sociedad los ha aceptado.
¿Seguro? Hagamos un examen de conciencia. ¿Quién no ha usado “maricón” como insulto, o a mandado a “tomar por culo” a alguien? ¿Quién no se ha reído de los chistes de mariquitas? ¿Quién no preferiría que su hijo/a fuera heterosexual?
Aquí mismo hemos intentado hacer reír a costa de los homosexuales. ¿Recordáis esta viñeta?
Cada caso será diferente, y habrá quien sepa pasar de lo que piensen y digan los demás. Pero también que hay personas más sensibles, o menos fuertes, para los que declarar y vivir su sexualidad en público se convierte en un grave problema.
Las navidades pasadas me encontré a mi amigo en un pub. Estaba borracho. Se me acercó y me plantó dos besos. Me alegré mucho de verle, y así se lo dije. Pero mentiría si no admitiera que aquellos dos besos me dejaron azorado, temeroso de que los que estuvieran mirando pudieran pensar que yo también fuera gay.
Me gustaría verlo pronto, y ser yo el que le dé dos besos y un abrazo. Lo que seguramente no haré, aunque no por falta de ganas, es pedirle perdón por contribuir a su mal . Decirle que ya no me hacen gracia los chistes de mariquitas.
La primera noticia me sorprendió un tanto, aunque no demasiado; esas cosas se intuyen. La segunda sí.
Ingenuo de mí, pensaba que nuestra sociedad había madurado, y que hoy en día no debe resultar mayor problema ser homosexual. Si hasta en la tele están de moda. Atrás quedaron los tiempos de la represión, cuando a los “desviados” se les metía en la cárcel, o se les intentaba curar a base de oración o electroshocks. Hoy en día gays y lesbianas pueden casarse y hacer una vida “normal”. La sociedad los ha aceptado.
¿Seguro? Hagamos un examen de conciencia. ¿Quién no ha usado “maricón” como insulto, o a mandado a “tomar por culo” a alguien? ¿Quién no se ha reído de los chistes de mariquitas? ¿Quién no preferiría que su hijo/a fuera heterosexual?
Aquí mismo hemos intentado hacer reír a costa de los homosexuales. ¿Recordáis esta viñeta?
Cada caso será diferente, y habrá quien sepa pasar de lo que piensen y digan los demás. Pero también que hay personas más sensibles, o menos fuertes, para los que declarar y vivir su sexualidad en público se convierte en un grave problema.
Las navidades pasadas me encontré a mi amigo en un pub. Estaba borracho. Se me acercó y me plantó dos besos. Me alegré mucho de verle, y así se lo dije. Pero mentiría si no admitiera que aquellos dos besos me dejaron azorado, temeroso de que los que estuvieran mirando pudieran pensar que yo también fuera gay.
Me gustaría verlo pronto, y ser yo el que le dé dos besos y un abrazo. Lo que seguramente no haré, aunque no por falta de ganas, es pedirle perdón por contribuir a su mal . Decirle que ya no me hacen gracia los chistes de mariquitas.