"Los ricos se enriquecían todavía más y los poderosos aumentaban su poderío, y los pobres eran más pobres todavía, como los dioses lo han prescrito, de manera que cada cual estaba contento con su suerte y nadie murmuraba."
Mika Waltari, Sinuhé el egipcio.
Los que siguen este blog desde sus inicios saben que trato de evitar los temas políticos. La razón es doble. Primero, porque el medio no es el más adecuado. Se presta a malentendidos y enfrentamientos que no llevan a ninguna parte. La segunda, porque nunca se sabe quién lo lee y qué consecuencias tendrá en un futuro para quien lo ha escrito. Pero en la situación en la que estamos, obviar el tema sería casi inmoral.
Así que aquí estoy, para mostrar mi indignación y mi rabia. No porque me hayan reducido el sueldo, quitado días libres y subido la jornada laboral. Gustoso lo daría si de verdad sirviera para que tantas criaturas salgan de la situación desesperada en la que están. Sino porque veo impotente cómo se están cargando mi país.
No voy a dar ningún discurso sobre economía. Mentes mucho más brillantes que yo ya han gritado a los cuatro vientos que el camino que está tomando Europa y el gobierno español nos hunde más en el pozo. Que esta crisis es la excusa perfecta para aplicar el programa neoliberal más salvaje. Que el desmontaje y la venta sistemática de lo público solo abrirá la brecha entre ricos y pobres. Muy pocos ricos y una inmensa mayoría de pobres.
Así que solo me queda mentarles a la madre. Señor Rajoy, "Señora" Fabra y demás neocons que, aliados con las grandes fortunas, nos estáis llevando a la ruina con una sonrisa en los labios. Esto va por ustedes.