Sé que algunos os estaréis preguntando en qué estoy gastando el mucho tiempo libre que me deja el curro, el fútbol, el gimnasio y las motos; ya que en el blog obviamente no es.
Bueno, en realidad sé que nadie se pregunta nada de eso, pero como no se me ocurre otra cosa sobre lo que escribir, os lo voy a contar. Es lo que hay...
La respuesta es simple: series y salsa, salsa y series.
Lo de las series ya lo intuíais, ya que os he hablado de ellas muchas veces. Pero es que ahora el tema empieza a ser preocupante. Juzgad por vosotros mismos. Acabo de tragarme enterita hace poco más de un mes
Northern Exposure (6 temporadas, 110 capítulos). Me estoy poniendo al día de
How I met your mother (actualmente en la 5ª temporada, y ya voy mediada la 4ª). Y sigo al día
House M.D.,
Lost,
The Big Bang Theory y
The Pacific. Todas ellas naturalmente en V.O.S., gracias a lo cual no estoy perdiendo del todo lo poco o mucho que sé del idioma del imperio. Pero es que se me acumula el trabajo. Me esperan cuatro temporadas de
Mad Men y la 4ª temporada de
Dexter, recién finalizada su emisión. Total, que a lo tonto a lo tonto cada día me trago hora y media de series como mínimo.
Lo de la salsa era menos previsible. Cuando digo salsa entiéndase también bachata, chachachá, y demás bailes latinos.
Lunaria y yo nos apuntamos hace unos meses y ya estamos totalmente enganchados. ¿Que no os imagináis a un espadachín salsero? Normal. Si lo de que era espadachín es una coña, que es que hay que explicarlo todo...
La realidad es que aquí donde me leéis resulta que he nacido para la salsa. Como suena. Debe ser que tengo algún ascendiente que se vino de Cuba cuando lo del desastre del 98, porque si no, no se explica. Es una pena que no me podáis ver, pero para que os hagáis una idea, imaginaos a Chayanne un día que esté inspirado.
Puede parecer una pérdida de tiempo, pero ya le estoy sacando partido a las clases. Sin ir más lejos, ahora mis celebraciones de los goles en los partiditos de los miércoles son todo un espectáculo visual. Para comerme.
Lo único malo del asunto es que está afectando a mi vida diaria. Siempre he tenido en el tono del móvil a Mozart o a Chuck Berry, pero ahora tengo a Juan Luis Guerra. Y claro, cuando me llaman y suena eso de “
Que me den tu cariiiiño...” no puedo evitar bachatear a ritmo. Lo cual puede estar muy bien en casa, pero en el curro (y yo trabajo cara al público), puede ser algo traumático.
¿Habrá por ahí una serie sobre un motero que deshaga entuertos a ritmo de salsa? ¡Porque sería la hostia!
Bueno, os dejo, que tengo cosas que hacer.
Un, dos, tres,...,cinco, seis, siete...