domingo, 25 de octubre de 2009

Tempus fugit


Las altas torres, los bellos palacios, los templos solemnes, todo el globo en realidad, todo ello terminará por disolverse. Y como una pantomima insustancial, no dejará el menor rastro. De la misma sustancia de los sueños estamos hechos, y nuestras pequeñas vidas terminan como un sueño.
Leído por Chris Stevens en un capítulo de Doctor en Alaska.

Esta semana el mundo volverá por un momento la cara a la muerte. Ante ella caben dos posibilidades, deprimirse o reafirmarse en la vida. Por favor, elegid lo segundo. El tiempo se escapa, amigos. Aprovechadlo.


Foto 1. Cementerio de Puerto real. Nichos vacíos esperan nuevos huéspedes.
Foto 2. Estelas de dos aviones se diluyen en un día sin viento.

sábado, 17 de octubre de 2009

Puerto Galis

Puerto Galis es uno de esos lugares que son sagrados para los moteros de una zona. Punto de reunión, de partida, llegada y también de desayuno para los aficionados a la moto de Cádiz. Las carreteras que llegan a él son sinuosas, cerradas, peligrosas y bellas.

Acabo de llegar de allí. Hoy he ido en compañía de un amigo y de la cámara fotográfica. Estas fotos sí son mías, Ismo ;)




viernes, 9 de octubre de 2009

Como una ola

Por azares de la vida hoy he asistido a unas jornadas internacionales sobre energías renovables marinas. Un campo con el que tengo poco o nada que ver, y del que sabía menos aún.
En las siete u ocho horas que ha durado el evento he sacado una idea más o menos clara del estado de las cosas en este campo. Como soy de natural generoso y no tengo nada mejor que hacer, lo voy a compartir con vosotros.

Lo primero es ponernos en situación. Por energías marinas se entienden todas aquellas que se obtienen fuera de la costa. Comprenden principalmente dos grupos:
- La energía eólica marina
- El resto, denominadas genéricamente energías oceánicas.
A su vez, dentro de las energías oceánicas encontramos las que aprovechan las mareas, las olas, las corrientes, los gradientes salinos, los gradientes térmicos y finalmente la biomasa marina.

La energía eólica marina está ya bastante desarrollada. Consiste en campos de aerogeneradores eólicos sobre plataformas flotantes ancladas a unas millas de la costa. En la costa de Cádiz hay varios proyectos en estudio.

Las jornadas de hoy se centraron sobre las tecnologías que aprovechan la energía de las olas, y en las oportunidades para implementar algún proyecto en la zona del Golfo de Cádiz. A pesar de que está en estudio desde hace varias décadas, es un campo aún en sus primeras fases de investigación. Lo que más me ha sorprendido es la cantidad de diferentes tecnologías que se están desarrollando en paralelo. Son ideas simples pero ingeniosas. Algunas parecen inventos del TBO, pero quién sabe, quizás en el futuro jueguen un papel importante en el sector de la generación eléctrica.

Algunas tecnologías aprovechan la energía gracias a que las olas sobrepasan una barrera fija o flotante. Al estar a mayor altura que el nivel del mar, el agua que ha pasado acciona por gravedad unas turbinas.


Otras aprovechan el vaivén para accionar unas articulaciones que contienen bombas hidráulicas. El aceite bombeado acciona a su vez una turbina.


También las hay basadas en unas "velas" sumergidas, que se ven arrastradas por las corrientes bajo las olas. Las "velas" están acopladas a un circuito sinfín, que a su vez mueve un alternador.
En fin, podría seguir, porque lo que es imaginación no le falta a los que trabajan en este campo. No exagero si digo que actualmente puede haber 20 ó 30 tecnologías diferentes en desarrollo. Es de esperar que en unos años se produzca una convergencia hacia tres o cuatro técnicas dominantes.

Pero, ¿porqué después de tantos años aún no hay grandes plantas de energía de las olas en producción, sino sólo pequeños prototipos? Uno de los motivos es la dificultad intrínseca del medio. Las olas son un fenómeno complejo, variable y agresivo. Lo que vale para un prototipo a escala 1:4 puede no valer para un sistema a tamaño real. Por ejemplo, la distancia media entre olas no es escalable. Como consecuencia, el coste de la energía generada es aún demasiado alto para atraer grandes inversores.

Sin embargo, los optimistas piensan que con una apuesta fuerte por parte de las administraciones y las empresas, estas tecnologías podrían alcanzar en importancia a la energía eólica a mediados del presente siglo. Esperemos, porque además de ser una energía renovable y por tanto inagotable, tiene un escaso impacto medioambiental. A ponerse las pilas, digo, las olas.


lunes, 5 de octubre de 2009

La física de las curvas (II)

En el artículo anterior explicábamos el porqué hay que tumbar para girar. Hoy explicaremos el cómo tumbar. Aunque el tema da para largo, la explicación reside en una única palabra: contramanillar.

Hacer contramanillar significa girar el manillar en el sentido opuesto a la dirección que se quiere tomar. Parece algo antinatural, pero en realidad todos lo hacemos, aunque algunos no sean conscientes de ello. Es decir, si queremos tumbar la moto hacia la derecha para tomar una curva a derechas, deberemos empujar levemente el manillar hacia la izquierda. Y al contrario, para girar a izquierdas, habrá que empujar el manillar a la derecha. Una vez alcanzado el ángulo de inclinación deseado, hay que aplicar presión al semimanillar derecho para enderezar la rueda delantera y alinearla con la curva.

¿Cómo se explica esto? Hay dos razones físicas para este fenómeno. La primera es más fácil de explicar. Pongamos por caso que queremos girar a la derecha. Al empujar el manillar a la izquierda la rueda delantera se desplazará inicialmente hacia la izquierda. Pero claro, todo esto ocurre a nivel del pavimento. La inercia del resto de la moto y el conductor hace que la parte superior de la moto intente seguir la trayectoria original, con lo que las ruedas “se salen” de debajo de la moto hacia la izquierda. Como resultado, la moto “tumba” hacia la derecha.

El segundo motivo es algo más complicado. Una rueda girando tiene un momento angular. Ésta es una magnitud análoga al momento lineal o cantidad de movimiento (masa por velocidad), pero para movimientos rotativos. El momento angular es un vector igual al producto de la masa por la velocidad angular, y por lo tanto tiene módulo, dirección y sentido. Cuando tratamos de cambiar la dirección de una rueda que gira, estamos intentando modificar su momento angular. Al aplicar un par a la rueda, ésta reaccionará con otro en dirección perpendicular al primero. Es lo que se llama efecto giroscópico. En nuestro ejemplo, al girar el manillar a la izquierda la rueda reacciona con un par que empuja a la moto a tumbar hacia la derecha. Según algunos autores, la contribución del efecto giroscópico a la tumbada es bastante menor que el efecto creado por la “salida de la trazada” de las ruedas, aunque sí es importante porque actúa de forma inmediata, mientras que éste último tarda algo más en notarse.

Si le preguntas a un motociclista cómo tumba, seguramente te contestará que usa el balanceo del peso del cuerpo. Es decir, que para tumbarse a la derecha “mete hombro” a la derecha o “saca culo” por la derecha. En realidad el efecto creado por estos movimientos está relacionado con la modificación del ángulo de las ruedas para un determinado ángulo de tumbada, ya que el centro de gravedad del conjunto no se ve afectado. A poca velocidad el uso del cuerpo puede esconder el efecto, y parecer que es el cuerpo el que dirige la moto, pero incluso entonces el contramanillar está presente.