sábado, 29 de marzo de 2008

Motorada

Nunca me picó la curiosidad por ir a ver la motorada(1). El espectáculo de la gran cantidad de motos, los caballitos y la quema de neumáticos no me llamaba en absoluto la atención. A pesar de haber ingresado hace poco en el mundillo, tampoco es que este año tuviera demasiado interés, la verdad; pero esta tarde, casi sin quererlo, me he metido en todo el meneo.

Lo único que quería era andar unos kilómetros (pocos) de autovía, hasta la salida de Doña Blanca y vuelta. Por matar el gusanillo, vamos. Algunas motos, y en general respetando los límites de velocidad, así que todo bien. Una vez allí pensé que ya que estaba me acercaría a la rotonda del Carrefour de El Puerto a ver qué se cocía por allí. Gran cantidad de motos y público animando, así que, eufórico por ser parte del espectáculo, pensé que volver por la nacional atravesando la ciudad sería divertido.

Una leche. La sensación de euforia y la diversión duraron exactamente dos rotondas. A la tercera maldije la idea. Motos por la izquierda, motos por la derecha, coches delante y detrás, impedían casi cualquier maniobra con un mínimo de seguridad, y mucho menos dar la vuelta, así que pa’lante. La mayoría de los moteros íbamos a escasa velocidad por la congestión de tráfico, pero algún que otro gamberro me pasó dando gas y rozando los espejos retrovisores. Curiosamente los peores no eran los de motos de gran cilindrada, sino algunos en quads y motos de cross.

En todo el recorrido había público agolpando ambas aceras calentando el ambiente. En un semáforo la chavalería se nos acercó a unos cuantos y nos animó a meter puño. Tesquipuí (2), pensé yo, pero el de mi lado salió haciendo el caballito. Entonces lo tuve claro, cuanto antes saliera de aquello mejor. El que se quiera exhibir, al circo, que el suelo está muy duro.

Media hora tardé en cruzar El Puerto. Y si esperan que vuelva van listos. Si para ser motero hay que gustarle a uno semejante barbaridad, me vayan borrando de la lista, por favor. A mí me dejan en motorista a secas.


(1) Concentración informal de motos que se produce sobre todo en El Puerto de Santa María y Jerez de la Frontera el fin de semana de un Gran Premio en el circuito.
(2) Expresión típicamente portorrealeña que significa “¿te quieres ir ya por ahí?”

PD: Papá, si lees esto, ni mú a mamá, que entonces es cuando voy a tener un “accidente”.

Fotos extraídas de la edición de hoy de La Voz Digital

domingo, 16 de marzo de 2008

Les Luthiers

Al fin. Ayer asistimos al espectáculo de Les Luthiers "El refrito", en el Palacio de Deportes de Chapin en Jerez de la Frontera. El local no es el más adecuado para un espectáculo así. El sonido malo, los asientos incómodos, pero lo principal, los artistas, magníficos como siempre.
Si alguien aún no conoce a Les Luthiers está de enhorabuena. Tiene horas de sorprendentes giros, chistes y risas aseguradas. Los que ya nos sabemos de memoria casi todos sus números seguimos disfrutando, sí, pero no es lo mismo que la primera vez.
Del espectáculo de ayer me quedo con "La balada del séptimo regimiento", de la que he encontrado una grabación en youtube de buena calidad de imagen aunque el volumen muy bajo. Si os apetece, poned los altavoces a tope y disfrutad un ratito con estos artistaaaaaaaaas.

viernes, 7 de marzo de 2008

Contacto visual

Desde que la localizó no le había quitado ojo de encima. No estaba seguro de que se hubiera fijado en él, pero de cualquier forma iba a ir por ella. El "no" ya lo tenía, así que no había nada que perder. Dios, estaba buenísima. Avanzó unos pasos hacia ella, lentamente. Había llegado el momento.

¡Slap! En un abrir y cerrar de ojos la atrapó con su lengua. Una vez completado el almuerzo de mosca, el camaleón siguió su parsimonioso camino hacia las ramas altas del pino.