sábado, 27 de febrero de 2010

I Salón de la Moto de Andalucía

Del 26 de febrero al 1 de marzo de 2010 se está celebrando en Sevilla el Primer Salón de la Moto de Andalucía. Como somos apasionados de la moto y vivimos en Andalucía, unos amigos hemos cogido la AP-4 y nos hemos plantado hoy en el Estado Olímpico de la capital hispalense.

La primera impresión es que el nombre del evento le queda grande. El número de expositores es reducido, y se echan en falta más tiendas de accesorios y complementos de calidad. Quizás por el mal tiempo, además, no había posibilidad de probar las máquinas, uno de los principales atractivos de estos salones.

La crisis se está cebando con el mundo de la moto, tanto o más que con el resto de sectores. En nuestro país se produjo un boom de la moto durante los últimos años, llegando a las 270.000 unidades vendidas en 2007. A partir del 2008 estas cifras no han dejado de bajar. En este contexto es donde se inserta el evento al que hemos asistido. Es obvia la falta de poderío económico en el sector, por lo que creo que hay que ser en cierta medida indulgentes.

Como aspectos positivos, aparte de la compañía de mis colegas, he sacado un cable para no olvidar el candado-pinza en la rueda. Por tres euros ya no correré riesgos de caídas por este motivo. Eso, y algún material gráfico para colgar en mi blog, que siempre se agradece.

Os dejo algunas fotos de las motos que más me han gustado.




Y un corto (y algo mareante) vídeo grabado con mi mini-cámara chinorri para que pilléis el ambiente que se respira allí.




En resumen, un evento que yo solo recomendaría a los aficionados de la zona o a los que realmente estén interesados en comprar una moto, por los descuentos que ofrecen los concesionarios presentes. Habrá que esperar tiempos mejores.

lunes, 15 de febrero de 2010

Ejecución en directo

Imaginaos la escena. Estoy cenando tranquilamente. En un momento determinado levanto la vista del plato y miro hacia la tele, distraído. Lo que veo me deja con la cuchara a medio camino de la boca. Debe tratarse de un país del África subsahariana. Varios civiles están en el suelo, inmóviles, mientras uno de ellos es conminado por unos soldados a posar para la cámara. Un instante después es muerto a tiros. Como si nada.

No me ha dado tiempo ni a darme cuenta de qué se trataba. Ni siquiera tuve la oportunidad de apartar la vista. Además de asqueado por la ejecución, estoy furioso con los responsables de informativos de la cadena, por haberme obligado a ser testigo de ella. Otra imagen para mi galería personal de los horrores.

A mi mente viene inmediatamente una fotografía. Para mi desgracia la descubrí mientras me informaba sobre las SS para otro artículo. Otra guerra, otros protagonistas, el mismo espanto. Abajo, en primer plano, una fosa común llena ya de cuerpos desmadejados. Arriba, alejados de la cámara, un grupo de jóvenes SS observa la escena. En el centro, justo en el borde de la fosa, un pobre diablo espera arrodillado su turno. Un judío, o un polaco, qué más da. Junto a él, otro jovencísimo soldado le apunta a la cabeza con su pistola. Un segundo más y el hombre ya no existirá. Será uno más de los bultos inertes de la fosa común.

Cuando la descubrí no pude apartar la vista de la imagen. Una y otra vez recorría los rostros de los protagonistas, buscando algún tipo de emoción. Nada. Ni siquiera en la víctima cuya mirada, inexpresiva, se dirige a algo o alguien a la derecha de la fotografía, fuera de plano. Como si no fuera con él.

No sé porqué os cuento esto. Quizás para exorcizar de mi mente estas imágenes. A ver si no sueño más con ese hombre indiferente, de cara demacrada y grandes orejas. Ese hombre a punto de morir.

domingo, 7 de febrero de 2010

Caso verídico

Esta mañana me levanté con ganas de desayunar como un señor, leyendo el diario en la terraza del hotel que tenemos cerca de casa. Entonces...
Mejor será que os lo cuente mi amigo Toy Malatesta.

Como dice la canción, la vida te da sorpresas, sorpresas te da la vida, ay, ay :)