martes, 27 de febrero de 2007

Carta de un amigo de Delphi

Estimado amigo,
Desde el pasado jueves muy probablemente habrás tenido noticias acerca del cierre de la factoría Delphi en Puerto Real. Yo soy uno de los más de 1500 trabajadores afectados por el mismo.
Tan sólo quería que supieras que desde ese día vivimos una situación de indefensión ante el anuncio de la empresa de un cierre fulminante, inmediato e innegociable sin más opciones que dejar en la calle a los más de 1500 trabajadores directos y afectando a otros 2.000 de empresas auxiliares.
Desde ese día hacemos todo lo posible por mantener la normalidad, tratando de cumplir con nuestro trabajo con todas las dificultades que se no están planteando, incluso con fallos en el suministro y sin ver más horizonte que el día a día. Todos los fines de semana y días festivos mantenemos concentraciones en la puerta de las instalaciones para intentar evitar que las mismas se puedan cerrar.
Quería que supieras que sólo estamos exigiendo que se respete nuestro trabajo, trabajo que estaba garantizado por un convenio laboral suscrito y donde la empresa se comprometía con un plan industrial a mantener el empleo al menos hasta el 2010, con diversas ayudas e incluso un expediente de regulación de empleo en marcha. En estos términos se han expresado los organismos oficiales dejando constancia ante notario de la ilegalidad de la situación planteada por la empresa.
No se trata de que los productos que fabricamos se dejen de fabricar, sino de que estos se fabriquen en otras plantas de la compañía en Polonia, India o México, dentro de un plan estratégico que se viene ejecutando desde hace unos años.
El próximo jueves día 1 tenemos prevista una manifestación en Cadiz, a partir de las 11:00, para reivindicar nuestros puestos de trabajo y seguiremos realizando actividades reivindicativas siempre desde el orden y tratando de buscar soluciones.
Sólo quería hacerte saber cual es nuestro problema y por qué estamos luchando. Tan sólo puedo pedirte que pases este mensaje al mayor número de personas posibles parar que conozcan la situación en qué vivimos.

Gracias por tu comprensión.

domingo, 25 de febrero de 2007

¿Otra vez, Toby?

Extraño carnaval éste de 2007 en Puerto Real, dominado por la noticia del posible cierre de Delphi. Junto a gente con ganas de fiesta, otras mostraban caras largas, preocupadas. Acabamos de venir de la cabalgata, encabezada por marchas pacíficas de esposas de trabajadores y gente del pueblo que se solidariza con su situación. Un ambiente, en definitiva, no demasiado propicio para el jolgorio.
Mi tipo, por ejemplo, se quedó en medio disfraz. Me explico. Mi intención era ir de tío que saca el perrito a hacer sus necesidades, en pijama, batín, etc. En lugar de eso, un poco por respeto a la situación, salí vestido de diario, eso sí, con el perrito, bolsa y caquita de plástico, que para eso me lo había currado montándole una rueda al bicho y todo.
La foto la hice esta mañana recién levantado. Una pequeña "performance" de cómo hubiera quedado el disfraz completo.
A pesar de todo, el tipo dio su juego. Mucha gente sonreía al verme, y sobre todo los chiquillos hicieron mucho con Toby. Así me gustan a mí los disfraces, que den pie a interactuar con el personal.
Esperemos que el año que viene se da mejor la cosa, y sobre todo, que no se cumplan los peores pronósticos para la gente de Delphi. El jueves, todos a la manifestación en Cádiz.

jueves, 22 de febrero de 2007

Y llegó el puto lobo

Sindicatos y trabajadores expresan su indignación ante el cierre de Delphi en Cádiz
AGENCIAS - Puerto Real (Cádiz) - 22/02/2007
ELPAIS.com
Foto: A.Vázquez (lavozdigital.es)


Hubo más de uno esta mañana, tras hacerse pública la noticia, que me preguntaba si no estaba contento por mi decisión de hace casi un año. Mi respuesta fue no podía ser otra: lo que estoy es preocupado por los amigos que dejé allí.
Desde que me enteré no hago más que leer lo que sale en prensa sobre el tema. Y pensar en las más de 1.500 familias que deben estar pasando un día muy, muy malo.
Ánimo. Esto sólo acaba de empezar.

domingo, 18 de febrero de 2007

Cuatro sonrisas solitarias

Atasco. En el coche que circula junto al mío, una chica canta totalmente entregada la canción de la emisora que también yo estoy escuchando.

Por la calle. Una niña de unos cinco años, abrigo rosa y coletas, va a por pan mientras su madre le hace mil advertencias desde la puerta.

En el tren. Un grupo de hombres y mujeres de edad más que mediada cambia de asientos hasta tres veces, y a la mente se me viene la imagen de una bandada de pajarillos buscando trozos de bollicaos en el patio de un colegio.

Amanece. De camino al curro me paro bajo un árbol. Un gorrión, con los ojillos cerrados, pía aún medio dormido sin advertir que a sólo un metro por debajo estoy yo, sonriendo.