miércoles, 27 de septiembre de 2006

Tic@Tube

Tic@ Productions Inc. tiene el honor de presentar sus últimas producciones.

Concierto en Do Menor para Carrillón y Agapornis


y

El baño de Tic@



Esto es to... esto es to... esto es todo amigos!.

sábado, 23 de septiembre de 2006

Tarde de sábado


Título: Tarde de sábado (o La Parcela).
Autor: Joe McNamara.
Fecha de ejecución: Septiembre 2006.
Técnica: Óleo sobre lienzo.
Tamaño: 65 x 46 cm
Tema: Una pareja mayor está sentada en un bordillo delante de una casa de campo. A la izquierda el comienzo de un jardín o huerto. De un barril tirado en el suelo sale una manguera. A la derecha otro huerto vallado con quitavientos, sobre el que hay apoyada una diana de tiro con arco. En el carril hay una carretilla de mano.
Comentario del autor: “Estoy muy satisfecho con este cuadro. No me importa que se confunda esta satisfacción con vanidad. Es un regalo para mis padres. Especialmente para mi padre, ya que se trata de mis abuelos paternos en su parcela. He observado las caras de mis familiares cuando han visto el cuadro, y en todas ha aflorado una sonrisa. Ellos, que conocen el lugar y las personas, me han dicho que se sienten dentro del cuadro cuando lo observan. Justo esa era mi intención.
Por otra parte, es la primera vez que le dedico tiempo a trabajar la composición. Desde la elección del tema a la perspectiva, hasta esperar un día con un cielo que me convenciera.
Quizás técnicamente no sea muy bueno. Quizás, no lo niego. Pero a veces el valor que uno le da a un cuadro está más en el contenido que en la forma. Y este contenido es muy especial para mí. La diana que aparece es mía, y a mis abuelos les gusta verme tirar.
Creo que quien lo vea puede intuir cómo son mis sábados por la tarde en la parcela de mis abuelos. Como la que acabo de echar con ellos hace un rato.”

miércoles, 20 de septiembre de 2006

Meteduras


¿Quién no ha metido la pata alguna vez? ¿Quién no ha dicho algo totalmente inapropiado, en el momento más inoportuno? Yo sí, desde luego. Hablando de discapacidades, tabúes y meteduras de pata, contaré el siguiente caso.

M. es un hombrecillo enjuto, moreno y arrugado por el sol y el mar. Gaditano de los que son graciosos sin pretenderlo, se dedica a perder el tiempo que otros no quieren perder: tramita para terceros en las administraciones públicas. M. no es joven, pero está enamoriscado de D., una de mis compañeras de trabajo. El suyo es un amor casto y puro, ya que M. está casado y siempre ha mostrado un gran respeto por su esposa. Un último detalle a reseñar, en otro caso intrascendente, es que M. tiene un ojo de cristal. Esa pequeña dificultad no le impide disfrutar de la vista de lo que a su juicio es lo mejor sobre la tierra, las mujeres. No se le va una.
Total. El otro día, a cuento de no sé qué, otro compañero de trabajo soltó sin darse cuenta la siguiente prenda: “Venga, D., si sabes que eres el ojito derecho de M.”.
Silencio. Yo pensé: “Acertaste de chiripa. Si llegas a decir el izquierdo, le estarías diciendo que es más falsa que las monedas de 3 euros.”
Naturalmente callé, la conversación siguió y no hubo nada.

sábado, 16 de septiembre de 2006

La carpeta de los recuerdos: Tu noche de verano en Puerto Real



Tu noche de verano. Así titula el Ayuntamiento de Puerto Real el programa de conciertos de cada temporada estival. Aunque ya no es lo que era, claro.
A finales de los 80 y principios de los 90 nos visitaba lo mejorcito del panorama musical español. Guardo entradas de Mecano, Loquillo y Trogloditas, La Frontera, Inhumanos, Dinamita Pa Los Pollos, Seguridad Social, Presuntos Implicados, Gabinete Caligari, Ketama…
Nuestro pequeño pueblo era el centro de referencia de los conciertos veraniegos en la provincia. La mayoría se celebraba en el patio del colegio La Salle. Algunos, como los de Mecano y Juan Luis Guerra, convocaron a más de 15.000 personas, lo que para una ciudad de menos de 40.000 no está nada mal.
Aquellos tiempos gloriosos pasaron, junto con la edad de oro del pop-rock español. Ahora el Ayuntamiento da gratis los conciertos en la plaza Rafael Alberti, junto al paseo marítimo. Pero, y sin ánimo de ofender, como que la categoría de los grupos ha bajado bastante. La estrella de este año ha sido el Koala, no digo más.
Una nota curiosa. Mirando el programa del 89, veo que hay una coincidencia con el de este año: Duran Duran. Sí que son incombustibles estos tíos, sí.
Me queda sólo una duda. ¿Será que más que los grupos, lo que echo de menos es la adolescencia perdida?

miércoles, 13 de septiembre de 2006

Alatriste


El lunes pasado asistí por fin a la representación de la obra intitulada “Alatriste”, de un tal maese Díaz Yanez y basada en las historias del Bachiller Pérez-Reverte.

No soy en verdad muy aficionado a las comedias, mas a esta no podía faltar aunque quisiera. A la fuerza iba a estar, pues en ella aparece mi personaje. Así pues compré derecho a banco, y a fuerza de codazos y miradas fieras tomé sitio en el corral, sin saber si al final tendría que felicitar al señor Díaz o atravesarlo de parte a parte. Bien es cierto que en los mentideros ya se hablaba mucho y mal de la obra, pero en esto, como en todo, me gusta ver por mí mismo antes de formar juicio.
No quisiera cansar a vuestras mercedes con una crítica extensa. En primer lugar por no repetirme en lo que otras mentes más preclaras ya han dicho, y en segundo porque en este caso me interesan más otras cuestiones. Sólo diré que merece ser vista, aunque sea por los vestuarios, la ambientación de las escenas y otras cuestiones de igual talante.

Maese Mortensen está convincente en el papel de Alatristre. Es más, si v.m. conocieran a ese oscuro soldado estarían conmigo en que le da una presencia y dignidad que no tiene. Como punto en contra creo que se podría haber sacado mucho más jugo de las sabrosas historias en las que se basa, que hubieran dado no para una, sino para 3 o cuatro obras de igual extensión, y además con un desarrollo de la trama más tranquilo y claro.

Mas como antes dije, lo que más me interesa es el tratamiento que de mi personaje han fecho en ella. Quiero decir que maese Enrico Lo Verso faze bien su trabajo al interpretarme. Tal es así, y tanto me identifiqué con él, que cuando toca mi fin tuve que sujetarme para no subir al escenario y pinchar como un pollo al inútil que hace de Iñigo Balboa. Claro que lo tenía fácil, ya que es de Palermo, como yo. Tengo pendiente tomarme unas jarras de moscatel y unas empanadas de carne a su salud como agradecimiento.
Sé que peco de vanidad, pero se me da una higa, al decir que la obra hubiera ganado en mucho si en lugar de tenerme de comparsa hubiera sido personaje principal. Tampoco son ciertas algunas de las cosas que de mí se dicen, pero eso no me importa demasiado. Es más ventajoso que a uno lo tomen por tonto que por listo, por escrupuloso que por inmisericorde, por muerto que por vivo, que cuando les rebane el pescuezo ya tendrán toda la eternidad para darse cuenta de su error.

domingo, 10 de septiembre de 2006

Sobre la discapacidad

A la hora de escribir este artículo me ha venido a la memoria aquella canción de Krahe, Sr. Juez.

“Si yo fuera mujer, minoría racial,
cristiano de base, zurdo, homosexual,
Tercer Mundo, obrero, artista,
me podría sumar a su revolución,
pero al no ser así, ofrecer mi adhesión
me parece paternalista.[…]”

El amigo Krahe se olvidó de una minoría bastante importante. Se calcula que el 10% de la población mundial sufre algún tipo de minusvalía.
Bien, por fortuna no sufro de ninguna discapacidad física, psíquica o sensorial. Sin embargo, no considero paternalista defender los derechos de los discapacitados. La razón es mucho más simple y más egoísta de lo que se pudiera pensar. No necesito apelar a la idea de Bien, ni al carácter humano de tal comportamiento. Es más, no podemos decir que seamos los únicos que actuamos así. Como ya quedó claro una vez, el estadío superior de la evolución, los bonobos, tienen un comportamiento que podríamos calificar de compasivo para con sus semejantes menos afortunados.
Decía que la razón más convincente proviene del puro egoísmo: todos podemos sufrir una discapacidad. Aunque tengamos la enorme suerte de nacer sanos, podemos tener accidentes o padecer enfermedades que conlleven una minusvalía. Y aquí entra el amigo Kant: comportémonos con ellos como quisiéramos que se comportaran con nosotros si estuviésemos en su lugar.
Hace ya muchos años tuve una discapacidad, afortunadamente temporal. Sufrí un esguince de tobillo grave que me tuvo con muletas durante dos meses. Una nadería, pero suficiente para que desarrollara un poco la empatía para con los que llevan a cuestas una discapacidad permanente. Si no haced la prueba. Tratad de subir un tercer piso sin ascensor con unas muletas. Por eso apoyo las iniciativas que lleven a la eliminación de las barreras arquitectónicas, la superación de prejuicios y la incorporación a la vida laboral de estas personas.
¿Y todo esto a qué viene? Marga, la madre de Vanessa, ha enviado este mes la noticia de que la ONU ha aprobado el borrador de la Convención Internacional para los Derechos de las Personas Discapacitadas. Se espera que el tratado sea aprobado de aquí a final de año, y que entre en vigor por los países firmantes en 2008 o 2009.
Os adjunto un resumen de los artículos más importantes (gracias Jueves, por enseñarme Short Text). Los que lo leáis, veréis que se trata de aspectos muy básicos, diríamos evidentes, pero es que aún estamos lejos de los objetivos que ahí se fijan. Y en los países en vías de desarrollo las cosas están bastante peor que aquí.

Resumen del Borrador

Se trata de otro paso. Pero somos los ciudadanos los que debemos incorporar a nuestra vida diaria la cultura de la igualdad y de la no discriminación hacia los discapacitados. Sin paternalismos.
Más información en dicapnet.es.

jueves, 7 de septiembre de 2006

1984

“Quien controla el pasado controla el futuro.
Quien controla el presente controla el pasado.”

George Orwell. 1984

No me gusta fumar. He probado un par de veces un cigarrillo y me ha dado náuseas. Una vez me llegué a fumar medio puro en una boda, pero no cuenta porque estaba bastante borracho. Sin embargo, mucha gente fuma, y no solo eso, sino que disfruta mucho con ello. Algo debe tener, digo yo.
Lo mismo me pasa con el concurso Gran Hermano, al que debo estar aquí ahora mismo. Hoy se estrena la enésima temporada, así que tengo el ordenador sólo para mí. Algo debe tener, decía, cuando hay millones de personas que siguen las idas y venidas de los “Trumans” de turno (conscientes de ser observados, en este caso). Además, no se trata de una preferencia que entienda de clases sociales ni niveles educativos. Conozco gente de toda ralea y condición que se sabe al dedillo lo que pasa dentro de “la casa”.
Pero yo no lo entiendo. ¿Qué tiene de interesante si X se lleva mal con Y, o si se enrolla con Z? Es como la vida real, dicen algunos. Bueno, para eso ya está la vida real. Es un experimento sociológico, dicen otros. El experimento se está alargando un poco, digo yo. Debo ser un bicho raro, y no me siento especialmente orgulloso de ello. Es más, supone otra taba para mi desarrollo social. Lo mismito que no saber los resultados de la pasada jornada de liga.
Poca gente sabe el origen del término “gran hermano”, aunque en este mundillo de lectores acérrimos seréis mayoría. 1984 es una novela escrita por George Orwell en la década de los cuarenta. Me la prestó en versión original inglesa un compañero de trabajo hace bastantes años ya. En el antiutópico mundo de Oceanía, descrito en el libro, “Big Brother” es el líder omnipresente y vigilante, capaz de censurar hasta los pensamientos.
La sociedad descrita por Orwell está inspirada en los regímenes totalitarios, como el nazismo y el estalinismo, sin embargo, cada vez nuestra sociedad está más cerca de ser otra Oceanía. Control del tráfico de internet, cámaras en las calles, bases de datos sobre gustos y preferencias, y un largo etcétera que hacen cada vez más difícil el anonimato.
Aunque, visto como se pelea el personal por entrar en el concurso, empiezo a pensar que quizás a la mayoría de la gente le gusta sentirse observado.

martes, 5 de septiembre de 2006

Coco y perico

A petición de mi madre cuelgo hoy este cuadro de hace ya tres años.

Título: Coco y Perico
Autor: Joe McNamara
Fecha de ejecución: 2003
Técnica: Óleo sobre lienzo
Tamaño: 61 x 46 cm
Tema: El cuadro representa a dos loros sobre una mesa de madera y fondo oscuro. Uno de ellos es un amazonas de frente amarilla y el otro un perico. Se complementa con unas pipas sobre una servilleta a la derecha de las figuras y un plato con pipas a la izquierda, que se sale del encuadre.
Comentario del autor: “Las figuras de los loros las tomé de una fotografía, en la que estaban sobre una encimera de cocina. El resto es, pues, pura invención. El amazonas es Coco, el loro de mis padres, un miembro más de la familia a estas alturas. Desgraciadamente Perico tuvo que quedarse en Venezuela por no estar permitida su exportación. Precisamente es del retrato de Perico es del que estoy más contento, porque creo que conseguí retratar su carilla de pillo redomado.”

sábado, 2 de septiembre de 2006

Rock y pedofilia

Desde Jerry Lee Lewis a Mikel Jackson, pasando por Gary Glitter o Pete Townshend (Who), han sido varias las estrellas del rock y del pop que han sido acusadas de pedofilia.
La historia de Lewis es bien conocida gracias a la película “Gran Bola de Fuego”. Jerry se enamoró y luego casó con su prima Myra Gale Brown, que a la sazón contaba con sólo 13 años. En cuanto a Mikel, su caso fue televisado a medio mundo, así que qué os voy a contar.
Todo esto viene a que esta tarde, mientras reposaba sentado en la orillita de cruzarme el Río San Pedro a nado, me he dado cuenta de que no sólo están los casos de patente pedofilia, sino que no son pocas las canciones dedicadas a las menores de edad. Ahí va un pequeño ranking improvisado.

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17 años.
Empezamos con mi banda favorita de Rockabilly, los Stray Cats, con su canción (She’s) Sexy and Seventeen. Pero también Gene Vincent & The Blue Caps con Teenage Partner.

16 primaveras.
Aquí encontramos a Ringo Star, con You’re sixteen, you’re beautiful and you’re mine. (mine, all mine) y a Chuck Berry, con Sweet Little Sixteen. Aunque en descargo de Chuck hay que decir que la canción es bastante inocente, y está dedicada a una chica caza-autógrafos.

15 añitos.
El top de la lista lo tienen Los Rebeldes, con Huesos Blandos, Carnes Duras. Para que no se sientan solos podrían compartir tan deshonroso lugar con el Dúo Dinámico. Que muy modositos ellos, pero les gustaban bien jovencitas…

Pero no terminemos con mal sabor de boca. Recordemos a M-clan, quienes resisten como valientes las insinuaciones de la pequeña Carolina. :)
Señores rockeros, un poquito de por favor con la infancia.