domingo, 29 de julio de 2007

Snif, snif

Hoy toca depresión postvacacional. Qué pronto pasan tres semanas, y eso que no he hecho nada más que el vago y tomar cerveza. Bueno, eso y...

14 sesiones de natación de 1000 metros
10 sesiones de una hora de acondicionamiento físico, tono, abdominales, step y/o pesas
4 partidos de tenis
3 partidos de baloncesto
2 carreras de 5 km

Y es que para eso están las vacaciones, para descansar. Coñe.
A resultas de lo anterior he perdido un par de kilos. Yo lo achacaba al ejercicio, pero después de leer a Picajoso, ¡parece que se lo debo a la cerveza!

PD: Encantado de conocerla, señorita Kamenah. Pronto la veré, señorita Jueves Adams. A este paso ya nadie se va a creer lo de "excelente esgrimidor nacido en Palermo".

miércoles, 25 de julio de 2007

Cómo atrapar una mosca


(Mejor con Firefox)

Ayer por la tarde estaba yo en el patio de mi casa, que es particular, pintando un nuevo cuadro (que ya era hora). En el equipo del salón sonaba Eco, del Drexler. Todo era perfecto, pero una maldita mosca vino a darme la vara.
Un poquito de verde aquí, un toque de azul allá... Sin pensarlo, puse algo de saliva en la palma de la mano y la extendí hacia el insecto. De inmediato acudió a la trampa, así que cerré la mano, me deshice del cadáver y seguí pintando como si tal cosa.
De pronto me di cuenta de la guarrería que acababa de hacer. Qué asco, dirán algunas damas, se nos ha caído el mito del caballero Malatesta. Pues sí, qué le vamos a hacer. Lo más curioso del asunto, lo que me hizo reflexionar y contarlo ahora, es que fue un acto casi reflejo, que no hacía desde que tenía 11 o 12 años. Hay cosas que no se olvidan.
Pero lo cierto es que una de mis habilidades innatas es el atrapamiento de moscas. Es otra de las cosas que me acercan a los camaleones. Como soy una persona generosa con mis conocimientos, los voy a compartir con vosotros.
Para el que la artimaña de la saliva sea demasiado asquerosa y lenta, os explicaré cómo se atrapa una mosca de forma activa. Evidentemente hay que esperar que esté posada. En el aire sólo las atrapa Kun-Fu. El truco consiste en acercar la mano de cara a la cabeza de la mosca, y una vez estemos a unos tres o cuatro centímetros, hacer un rápido movimiento envolvente al tiempo que cerramos la mano. Si hemos sido suficientemente rápidos, adios mosca.



El detalle de la orientación de la mano respecto a la mosca no es baladí. Si la atacamos por la espalda es muy probable que se escape. La explicación es sencilla. La mosca es mucho más rápida que la mano, pero tiene la pega de que le cuesta mucho volar hacia atrás. Si la atacamos por delante subirá y se encontrará con la mano, pero si lo hacemos por detrás se escapará volando hacia delante.



Es posible que alguien piense que todo esto es una excusa para mostraros lo fácil que es hacer una aplicación flash. Acierta. Disculpad por los mensajitos sobreimpresos y tal pero con las prisas me bajé un programa de evaluación en lugar de gratuito. Todo se andará.
Ya tenéis los conocimientos, ahora ¡a por ellas muchachos!.

miércoles, 18 de julio de 2007

El cabestro sobre ruedas

Hoy me he levantado con ganas de ejercicio. De estilo, en este caso. Y no mío, que ni siquiera sé si tengo, sino del de Pérez-Reverte, cuyo tercer volumen de artículos “No me cogeréis vivo” acabo de finiquitar (una de las ventajas de tener amigos es que te prestan libros interesantes).
De imitación de estilo va la cosa hoy, decía. Queda la elección del tema, y lo mejor para mi propósito es ciscarme en los muertos más frescos de alguien. De los políticos no, que está muy manido y ya lo hace suficientemente bien Don Arturo.
Mejor me acuerdo de la madre de algunos conductores y conductoras (no olvidemos el respeto por el sexo opuesto, etcétera). En concreto, de aquellos y aquellas que no respetan la distancia de seguridad con el vehículo delantero, y más especialmente cuando el vehículo delantero es el mío. Me considero persona difícil de cabrear, pero estos individuos e individuas lo consiguen fácilmente.
Porque, bien está que te acerques al vehículo que te precede si tienes intención de adelantar. Si es que puedes, que esa es otra. Pero si no, ¿por qué tocarle las pelotas al pobre de delante? ¿Por qué ponerle en riesgo inútilmente? Cualquier frenazo brusco acabará en colisión. Eso es impepinable sobre todo a altas velocidades. El tiempo de reacción humano es mucho mayor que lo que tardas en estamparte con el otro. A mí me da igual que uno haga puenting con condones atados (por gomas, noten el fino juego de palabras). Allá él o ella y sus circunstancias. Pero otra cosa es que pongan en riesgo mi salud, o lo que es peor, la de los míos.
Qué hacer en esos casos. El procedimiento que tengo establecido comienza por dar pequeños toques al freno, sólo para que se enciendan las luces y el de atrás comprenda. Si eso no funciona a veces enciendo la luz antiniebla trasera. Aunque lo más normal es que ante cabestros y cabestras nada de eso sirva para nada, tras lo cual lo único que queda es seguir a velocidad constante, aumentar la distancia con el que precede y rezar a San Cristóbal por que uno no tenga que frenar bruscamente. A veces, cuando estoy muy cabreado, bajo algo la velocidad para que el prisas de atrás se chinche, pero no es recomendable.
Pónganse en la siguiente situación real, que viví hace unos meses. Un carril en cada sentido. Circulación fluida pero saturada en ambos. Límite de velocidad a 90 km/h. Yo voy a eso o poco más, como todos, respetando los 2 o 3 segundos con el de delante. A menos de dos metros de mi parachoques trasero se planta un camión enorme. Sigo el procedimiento anteriormente descrito y nada. El tío cada vez más cerca y yo cada vez más nervioso. Afortunadamente tras un par de kilómetros llegamos a la entrada de la autopista. De un carril se pasa a dos más un tercero de salida, que es el que cojo en cuanto puedo. El hijoputa acelera y me pasa rozando el retrovisor izquierdo, y eso que tiene dos pedazos de carriles para moverse. ¡Fiussssss! De los nervios no soy capaz ni de fijarme en la matrícula. Sólo tengo ojos para el rombo que indica que se trata de una cisterna con sustancias explosivas.
Ojalá pudieras leer esto, para que sepas que me cisco en tu madre, que será una santa pero parió un cabestro, y que espero que llegaras a tiempo para ver a tu mujer en la cama con otro. Cabrón.

sábado, 14 de julio de 2007

Camaleón: la elegancia hecha animal


Algunos piensan que el camaleón es uno de los bichos más feos que existen. Para mí, sin embargo, es uno de los más bonitos, elegantes y simpáticos animales que habitan este planeta nuestro.

Mi zona tiene la fortuna de ser una de las pocas que cuentan con una población relativamente abundante. Desde pequeño, de vez en cuando tengo la suerte de encontrarme con alguno. Debo estar atento, buscarlo aposta, porque el camaleón es un maestro en pasar desapercibido. En una única ocasión encontré uno de casualidad. Iba en bici a toda velocidad bajando una cuesta de las salinas de Melchor cuando me dí cuenta que iba a atropellar a un camaleón grande color tierra que cruzaba parsimoniosamente el carril. Por no atropellarlo giré bruscamente el manillar y dí con mis huesos en tierra. Mereció la pena, naturalmente.

Otro año, por septiembre, mi padre y yo dimos con uno, dos, tres, hasta una docena de ellos en la pinaleta de Derqui. Tengo una foto que lo atestigua. En otra ocasión ví como una hembra embarazada cavaba en la pared de tierra de una hondonada el agujero donde probablente dejaría los huevos. Las fotos que hoy muestro son de hace un par de días, y las hicimos mi padre y yo a un animal joven que él encontró en la misma pinaleta de la que hablé antes. Después de la sesión fotográfica, dejamos al modelo en el mismo arbusto, como debe ser.

Jamás adopté uno como mascota. Los respeto demasiado, además de estar prohibido. Pero creo que pueden incluso amaestrarse y son buenos compañeros. Lástima que estén en extinción. Hay quien los compra de importación, legalmente, aunque no son la especie de aquí, sino una de las muchísimas que habitan el sur de África, Madagascar, Asia, etc.

Como siempre el desconocimiento es la fuente principal del poco aprecio que la gente tiene a los camaleones. Por ejemplo, cuando se califica a una persona de camaleónica, suele referirse a su capacidad de cambiar de chaqueta (cuando es un político) o de apariencia (cuando es un artista). Sin embargo, la capacidad de cambiar de color de un camaleón no tiene nada que ver con esto. Ni siquiera lo utiliza como medio de camuflaje, sino como una forma de comunicación con sus semejantes. Con ello el animal muestra a los otros su estado de ánimo, de salud, etc.

Recuerdo que los niños de mi pueblo, cuando encontraban uno, lo ponían a fumar hasta que se volvía negro. Pequeños hijos de puta...

El león de tierra es un cazador solitario y paciente. Sordo como una tapia, pero con dos prodigiosos ojos independientes capaces de cubrir todo su alrededor, y de enfocar a la presa con visión esteoroscópica (tridimensional, como la nuestra). Para qué hablar de su lengua. Todos habréis visto esas imágenes a cámara lenta de cómo la lanza para capturar sus presas. Con todo, probablemente lo que más me guste del camaleón sea su elegancia, su parsimonia. Verlo desplazarse de rama en rama es un placer para la vista.

Ojalá no se extingan. Ojalá sigan aquí cuando nosotros ya nos hayamos ido.

miércoles, 11 de julio de 2007

Dos años...

...255 artículos, cinco o seis nuevos amigos, bastantes más empezando a conocer aún. Muchas horas de lectura y algunas de escritura y dibujo. Este podría ser el balance parcial de lo que llevo de Guarida.
En este tiempo han pasado muchas cosas en mi vida. Maravillosas, buenas, regulares e incluso horribles. He cambiado de trabajo, de forma de vida. Personas queridas se han ido para siempre y otras han llegado. Simplemente la vida, supongo.
La cuestión es que aquí seguimos, tecleando de vez en cuando para mí mismo y para los demás algunas de esas cosas que me pasan, o que pienso. Abusando siempre de la primera persona del singular, me temo. Risas y lágrimas, cosas interesantes o pamplinas, este batiburrillo sin orden ni concierto sigue su marcha hacia ninguna parte, pero haciéndome pasar el rato por el camino.

Como me estoy poniendo muy solemne, aquí os dejo uno de mis toys, inspirado (lo digo por si alguien no se da cuenta) en una viñeta del genial Forges.

lunes, 9 de julio de 2007

Delphi sí se cierra

Hoy los trabajadores de Delphi han votado favorablemente el acuerdo con la empresa para el cierre de la fábrica en Puerto Real. Al final, 45 días por año más la cesión de los activos a la Junta, prejubilaciones a partir de los 52 años y toda la parafernalia.
Hoy tocaría análisis por mi parte. Qué menos, después de haber nacido profesionalmente allí, después de más de ocho años de trabajo como ingeniero en esa empresa que hoy muere. Después de haberla abandonado hace poco más de un año precisamente por intuir algo parecido a lo que hoy se certifica.
Pero no puedo. Son muchos sentimientos encontrados y ninguno se erige vencedor. Además, hoy también yo he sabido de un cambio de rumbo en mi vida laboral. Mejor no. Sólo quiero desearle suerte a los que tengan que seguir trabajando para vivir, algunos de los cuales los considero mis amigos.
Nada de análisis pues. Que cada cual haga el suyo. En lugar de ello, me apetece darme una vueltecita en bici a la luz de la luna, que hace una noche cojonuda. Hasta a las personas más previsibles se nos va la olla de vez en cuando.

miércoles, 4 de julio de 2007

Arte y publicidad

En la anterior entrada se ha suscitado un interesante debate sobre si la publicidad es una forma artística o no. Para dar un poco de luz al tema quiero añadir primero un poco de confusión. Fijaos en estas dos imágenes. ¿Cuál es sólo una obra de arte y cuál tiene una finalidad publicitaria?


No es una pregunta retórica. Me gustaría saber vuestra opinión.

domingo, 1 de julio de 2007

Yo no tengo una forma física sobrehumana

La Fórmula Uno me aburre hasta el coma. De eso no tiene la culpa Fernando Alonso, pero sí que tiene parte de culpa en que me aburra también durante los anuncios de mis series favoritas. Ese hombre será muy buen conductor y tal, pero para mí que es… Un momento, ¿será lícito llamar carajote a un personaje público desde una bitácora personal? Probablemente no, así que sigo.

Soy de los que considera la publicidad una forma de expresión artística. El que tenga una finalidad comercial no invalida esta afirmación. Un buen anuncio, te convenza o no, siempre es de agradecer. La cuestión es que a pesar de la cantidad de anuncios que lleva rodados el amigo Alonso, todavía no he visto uno realmente bueno. ¿Que no?

Entre los anunciantes que lo han elegido están: Barritas Hero Muesli, Juego de Fórmula 1 para Play Station 2, Cerveza Buckler, Ropa deportiva Guru, Relojes Sandoz, Renault, Telefónica ADSL, Banco Santander, Movistar, Vodafone, Mutua Madrileña, y alguno que me olvido seguro.

La calidad de los mismos varía de malos a pésimos. Por salvar algunos, en todo caso el de la Buckler, que por lo menos se lo curraron con el escenario y el muchacho no abría la boca, y el del Megane del cerdo que no muerde y la curva imposible, por mínimamente original. Por supuesto no cuento aquel anuncio del Megane en la que es un dibujo animado y a todo quisque le cortan la cabeza.

Si partimos de la base de que hay publicistas buenos y malos, y la cantidad de anuncios que ha hecho, la estadística dice que por fuerza algo de culpa debe tener nuestro amigo.

Yo destacaría tres perlas:

1) El anuncio de Movistar en el que Alonso aparece bailando claqué. Más falso que una moneda de tres euros. Fomentaba confiar en la compañía, por los c…

2) El de Mutua Madrileña en el que el tipo se limita a sestear. Hombre, ya sabemos que es un soseras, pero al menos que se gane los 10 millones de euros anuales que saca el tío en publicidad de forma individual, aparte de los 23 de su ficha, la mayoría también procedentes de la publicidad.

3) El de Vodafone, en el que entre otros motivos que nos impiden poder ser Fernando Alonso, incluye “Yo no tengo una forma física sobrehumana”. Tócate.

Que me disculpen sus fans, que son muchos. A ellos les recomiendo que no vean la siguiente versión del último anuncio mencionado. A los demás, que la disfruten.