domingo, 30 de agosto de 2009

Millennium

Lars Malatestsson decidió pasarse por el Dia de Constituciongatan a la salida del trabajo. Compró un litro de leche, varias barras de pan, una lata de boquerones en vinagre, mortadela con aceitunas y papel higiénico. A la salida se encontró con su amigo Lolof, del Cub de lectura.
- ¿Qué tal, tío?
- Hi, dude. Pues aquí, haciendo la compra.
- ¿Has leído algo últimamente?
Malatestsson se mordió el labio inferior.
- Me he tragado la trilogía de Millennium. A fucking shit. Perfecta como pisapapeles o arma arrojadiza si algún día te entra un ladrón.
Lolof se mordió el labio inferior.
- No será tan mala si ha tenido tanto éxito.
Malatestsson se mordió el labio inferior.
- Bueno, quizás me he pasado. Pero antes que me muerda un alce un cojón antes de volver a tragarme un rollo así.
Lolof se mordió el labio inferior.
- Vale, vale, me ha quedado claro. Sorry, me voy que tengo prisa. Quiero comprarme el nuevo Eriksson en la tienda de móviles de Callelaplazagatan.
Malatestsson se mordió el labio inferior.
- Yo también ando con bulla. He recordado que tengo que pasarme por el Ikea a comprar dos sillas Henriksdal, un sofá Erktop, una mesa de centro Liatorp y una librería Bestå/Inreda. See you later, alligator.

viernes, 21 de agosto de 2009

El niño tiquetín


Título: El niño tiquetín
Autor: Joe McNamara.
Fecha de ejecución: Agosto 2009
Técnica: Pastel sobre papel.
Tamaño: 60x40 cm
Tema: Retrato de Marcos a la edad de 18 meses
Comentario del autor: "Hace unos días me levanté con ganas de dibujar, de romper con casi un año de sequía artística. Estaba casi decidido a pintar mi moto, pero rápidamente cambié de opinión. ¿Quién mejor que mi sobrinito como modelo? Para que de mayor tenga un recuerdo de su tato paíno, que lo quiere mucho."

domingo, 16 de agosto de 2009

Soterrando voy, soterrando vengo

La llegada del AVE a Cádiz tendrá sus consecuencias en mi ciudad, Puerto Real. Como parte del proyecto de duplicación de la línea de ferrocarril, la vía, que actualmente divide la ciudad en dos, va a ser soterrada.

La decisión no vino exenta de polémica. Mientras el actual alcalde nos intentaba convencer de que tal obra iba a hipotecarnos durante varias generaciones, la ciudadanía pasaba de historias y apostaba decididamente por enterrarla. Al final, entre las distintas alternativas (soterramiento largo, corto y paso elevado), prevaleció un soterramiento corto, de menos de 800 metros de longitud. Menos da una piedra.

No es para difícil comprender el porqué del apoyo popular al soterramiento del tren. En Cádiz ha supuesto un cambio fundamental para la ciudad. El ferrocarril era un muro infranqueable que dividía el extramuros en dos. Ahora, la avenida Juan Carlos I, construida sobre el ferrocarril soterrado, es una vía de comunicación alternativa, que vertebra e integra.

En Puerto Real el cambio no será tan impactante, pero sí supondrá un acercamiento y una mejora en las comunicaciones, sobre todo para los que vivimos al norte de la ciudad.

Pero esta obra, que ya está en marcha pero durará al menos un par de años más, tendrá otras consecuencias. El actual puente sobre el ferrocarril será derruido en breve, ya que impide el desarrollo de los trabajos. ¿Dónde se anunciarán entonces las próximas bodas?


Y es que desde unos años, los próximos enlaces se anuncian en la parte central del puente. Es una costumbre extendida por los alrededores, ya que también he visto carteles similares en una pasarela de El Puerto y en el puente cercano a la estación de tren de San Fernando. Digo yo que debe ser herencia directa de la costumbre eclesiástica de anunciar las nupcias en el tablón de la iglesia. La idea era detectar a los polígamos. Si algún vecino sabía que uno de los cónyuges ya estaba casado, debía denunciarlo antes de que la boda tuviera lugar.

Ahora la motivación es otra: avergonzar al amigote. No me imagino otro motivo, sobre todo viendo las fotos que suelen sacar. Aquí el avance tecnológico se ha notado mucho. Antes los infortunados novios eran casi irreconocibles. Ahora se ven en todo color y con mucha definición. Lo que no ha cambiado es el mensaje, que suele ser del tipo ¡por fin se casan!. Lo cual no sé si es una confirmación del aumento de la duración de los noviazgos, o de la falta de imaginación de los amigos de los novios.

Hay excepciones honrosas a tal falta de imaginación. Como ejemplo, a continuación os muestro una foto que hizo Lunaria con el móvil de un cartel que nos hizo reír un rato.

Para el que quiera más información sobre el proyecto de soterramiento, adjunto un enlace a un documento publicado por el Ayuntamiento para licitar un concurso de ideas para el uso del espacio que se va a ganar tras la obra.
Pincha aquí para descargarlo.

lunes, 10 de agosto de 2009

¿Qué hacemos, nos montamos?

Ayer sábado se produjo un accidente aéreo sobre el Hudson, en Nueva York. Una avioneta colisionó con un helicóptero turístico de Liberty Helicopters que acababa de despegar del helipuerto de la calle 30th.
Hay tres helipuertos y varias compañías “sightseeing” que operan en NYC. Sin embargo, cuando el año pasado Mizerable y yo hicimos nuestro viaje a la ciudad, elegimos precisamente esa compañía y ese helipuerto. Por 150 pavos nos dimos el capricho, aunque mentiría si dijera que no nos lo pensamos dos veces.


Hoy, cuando me he enterado de la noticia, la primera impresión ha sido: pues no era tan seguro como decían. Analicémoslo.
Lo primero es hacer unas cuentas. Pongamos 5 compañías, operando con dos helicópteros cada una, una duración de 20 minutos por vuelo, 10 horas al día. Son más de 100.000 vuelos anuales. Evidentemente estos números son sólo una estimación, probablemente sean muchos más. Por otra parte sólo he encontrado noticias de un accidente más, sin víctimas, que tuvo lugar hace unos años.
La divisa de la compañía Liberty Helicopters es “Flying safely for over 20 years”. En esos 20 años, dos accidentes. Las probabilidades de sufrir uno si te montas sólo una vez en la vida resultan ser de 2/(20*100.000) = 0,000001, es decir, una entre un millón. Por su parte, según un estudio del National Safety Council, las probabilidades de morir en accidente de coche, por ejemplo, son aproximadamente de 1 entre 261. No cada vez que te montas, claro, sino a lo largo de toda tu vida. Pero como yo no creo que me vuelva a montar en helicóptero en NYC, puedo hacer la comparación.
Ahora bien, lo que yo no sabía es que en el espacio aéreo sobre el Hudson, a menos de 1300 pies que es donde operan los helicópteros y aeronaves ligeras, no existe regulación del tráfico aéreo. La regla es “observar y ser observado”. La única medida de seguridad que existe es una frecuencia de radio disponible para todo el que se meta en semejante avispero. Pero ni siquiera es obligatorio su uso. Por otra parte, el espacio aéreo es muy grande en comparación con el tamaño de las aeronaves, por lo que la probabilidad de un choque es pequeña.
Todo el que haya volado en una avioneta sabe lo limitado que es el campo visual disponible. El helicóptero tiene más, pero tampoco es total. No es improbable que no veas una avioneta acercarse por tu espalda, o un helicóptero que sube bajo tu morro. Algo así debió pasar esta vez.
Creo que dejar la vida de las personas sólo en manos de la suerte y la pericia de los pilotos, por poco probable que sea la colisión, no es más que una irresponsabilidad.


miércoles, 5 de agosto de 2009

Precaución: camaleones

En la pinaleta cercana a mi casa han instalado una señal un poco peculiar.


El perfil no es que esté muy conseguido, pero para los de la zona no cabe duda de que se trata de un camaleón. Y es que durante los meses de agosto y septiembre estos simpáticos reptiles tienen su época de celo. Es entonces cuando se aventuran por el suelo en busca de pareja o sitios donde esconder los huevos. Entonces se vuelven más vulnerables a los atropellos. Ya os conté hace unos días que por poco piso uno con la moto.
Dudo mucho que la señal sirva para mucho, teniendo en cuenta a la velocidad que van los coches y lo pequeño que es el animal, pero al menos resulta pintoresco.

La noticia al completo la tenéis en la voz digital.