miércoles, 30 de mayo de 2012

Community


Dr. Duncan: Listen, I wanted to ask you about that young lady in your Spanish class. You know, the blonde, with the pouty, strident, Cate Blanchett sexuality, and the ridiculous name.
Jeff: Britta.
Dr. Duncan: That’s it. Can you imagine living with that? Can you imagine? Unbelievable. Anyway, um, are you two an item, and if so, would that item be impervious to sabotage?
Jeff: You know, you have the savoir faire of a hyena. How is that that you and James Bond come from the same island?
Dr. Duncan: Message received. I'll just wait for you to finish striking out first.
Jeff: Cheers.
Abed: M*A*S*H.
Dr. Duncan: Fawlty Towers. Game over. Have a nice day.

No estoy seguro cómo definir Community, aunque sí sé lo que no es. Desde luego no es una sitcom al uso, ni para todos los públicos. Ya lo tenía claro cuando me acerqué a ella, pero tras haber visionado casi entera la primera temporada, no me quedan dudas.
Tampoco sé si se ha traducido al español. Si es así, habrá sido una obra titánica, porque muchos gags, como el de arriba, son intraducibles.

Al menos os adelanto el argumento. En la ficticia Community College de Greendale se reúne un grupo de perdedores, en principio para formar un grupo de estudios de la asignatura de español. Una Community College en los EEUU es una universidad pública, que proporciona educación universitaria básica. Lo más bajo en el elitista sistema universitario estadounidense.
La trama tiene momentos absolutamente surrealistas. Baste como ejemplo prácticamente cualquier intervención del Sr. Chang, a.k.a. “El Tigre Chino”, el profesor de español. O las escenas tras los créditos, normalmente protagonizadas por Abed y Troy. La temática es variada, y muchas veces políticamente incorrecta. Me encanta.
Abed es mi personaje favorito. Un musulmán de origen palestino, con síntomas de síndrome de Asperger y fan del cine y la televisión. Habla tan rápido que habitualmente tengo que ver dos y tres veces sus intervenciones, y aún así la mayoría de las veces tengo que echar mano de los subtítulos para enterarme.

Community es una de estas obras que odias o amas, sin término intermedio. Yo digo: al menos, denle una oportunidad.

jueves, 10 de mayo de 2012

¿Porqué no?

Perdonad la broma y el infame dibujillo que acabo de improvisar en dos minutos, pero se me ha ocurrido el chiste y lo tenía que soltar.
Viene a cuenta de que hace un par de días recibí la tarjeta de donante de órganos en caso de fallecimiento. Esta tarjeta solo tiene efectos informativos. Por tanto, para que valga de algo hay que llevarla siempre encima. Sé que da yuyu, pero las cosas son así.
España es líder en donación de órganos entre otras cosas porque nuestra legislación lo favorece, y el índice de negativas a la donación por parte de los familiares es bajo. Pero no está mal de vez en cuando recordar que ser donante no cuesta nada. Más mérito tiene donar un órgano en vida, que también hay quien lo hace. Incluso he leido por ahí que hay quien ha donado un riñón sin conocer al beneficiario, como forma de agradecer a la sociedad la vida de un familiar salvada por un trasplante. A tanto no llego, la verdad.

Lo dicho, una vez estirada la pata, lo que se tienen que comer los gusanos...


martes, 8 de mayo de 2012

Club de Lectura (I)

En esto leer, como en otras cosas, soy mucho de rachas. Lo mismo me paso medio año sin coger un libro y luego el otro medio encadenando uno tras otro. La siguiente lista cubre mis lecturas desde que empezó el año, si no me equivoco en orden cronológico. El culpable de esta racha en concreto es el kindle que adquirí en marzo. Tener tan a la mano el libro que te apetezca es una tentación demasiado grande como para dejarla pasar. De todos los que voy a comentar, solo el primero lo he leido en formato árbol muerto.

El puente de los asesinos, Arturo Pérez Reverte.
Naturalmente cayó por reyes. Entretenido, como todos los de la serie del capitán Alatriste. Éste tiene como escenario Venecia. Lo que más me ha gustado es la vuelta de mi alter ego, Gualterio Malatesta, además con un papel protagonista en la trama.

El cementerio de Praga, Umberto Eco.
Me pareció pesado de leer. Únicamente me interesó el aspecto histórico. Ayuda a comprender cómo se generan ciertos mitos. En este caso, los relacionados con el antisemitismo. Por lo demás, no recomendable.

La elegancia del erizo, Muriel Barbery.
O de cómo no hay que dejarse engañar por las apariencias. Me gustó. Por el contexto y el tono me recordó la película Amélie.

La conjura de los necios, John Kennedy.
Increíblemente aún no lo había leido. A ratos realmente hilarante. Años después de ser fan de la serie Búscate la vida, descubro la fuente de inspiración.

La economía del hidrógeno, Jeremy Rifkin.
Ya reseñado en la entrada La última crisis del petróleo.

Sinuhé el egipcio, Mika Waltaki.
Una obra maestra, imprescindible para todo buen amante de la novela histórica. Da gusto entretenerse y al mismo tiempo aprender sobre un período histórico tan atractivo como el Egipto de Akenatón.

Trafalgar, Benito Pérez Galdós.
El primero de los Episodios Nacionales. Una agradable sorpresa. Pensaba que los Episodios eran un auténtico tostón patriótico, y me encuentro con una novela histórica de fácil lectura, a pesar de datar de finales del XIX. Además aquí somos los buenos.

Una noche de perros, Hugh Laurie.
Por recomendación de illeR. Para los que no hayan caido, el autor es el protagonista de House. Una novelita policíaca con una trama bastante poco creíble pero mucho humor británico. Para echar el rato.

Los enamoramientos, Javier Marías.
No llegué a conectar con la protagonista de esta novela, lo que supuso un handicap. Interesante la reflexión sobre la inconveniencia de que los muertos reaparezcan en nuestras vidas. Incómodo.

Guía del autoestopista galáctico, Douglas Adams.
No podía dejar de leer la novela fetiche de la cultura friki. No está mal, pero no es para tanto. Puestos a elegir una novela loca sobre extraterrestres, yo elegiría la de nuestro compatriota Eduardo Mendoza, Sin noticias de Gurb.

Capitán de mar y tierra, Patrick O'Brian.
Primera novela de la saga de Aubrey y Maturin. Una vez que te haces con la terminología náutica es muy ameno. Si habéis visto Master & Commander y os gustó, esta novela es un acierto seguro.

Capitán de Navío, Patrick O'Brian.
Una decepción. La confirmación de que segundas partes nunca fueron buenas. Los saltos espacio-temporales son tan bruscos que hacen incómoda la lectura, incluye una trama romántica soporífera, la Royal Navy nos da para el pelo y encima tenemos que seguir a Maturin en su lucha por la independencia catalana. Vamos, que ya tengo decidido dejar a O'Brian y volver a Galdós.

La navaja de Occam, Theodore Sturgeon.
Por recomendación de Ismo. Una novelita de ciencia ficción ingeniosa y de rápida lectura. Más información en la reseña de El Buque.

Hala, ya está. Cuando tenga otros cuantos, volveré a la carga.