Así es, Marta. Antes de comer me senté un rato en mi loma favorita, junto al pinar. Estaba tan a gusto que me dio por hacer unas fotos y grabar los sonidos que me rodeaban.
Vaya caca el nuevo blogger, illeR. ¿Pues no te había marcado el comentario como spam? El mar... Los que hemos nacido a su vera ya nunca nos podemos separar de él.
Se me hace raro no encontrar el boton de "me gusta" jaja
ResponderEliminarEs el almendral?
Así es, Marta. Antes de comer me senté un rato en mi loma favorita, junto al pinar. Estaba tan a gusto que me dio por hacer unas fotos y grabar los sonidos que me rodeaban.
ResponderEliminarTengo ganas locas de campo y de cesped al sol, y ya de ver el mar ni te cuento...
ResponderEliminarVaya caca el nuevo blogger, illeR. ¿Pues no te había marcado el comentario como spam?
ResponderEliminarEl mar... Los que hemos nacido a su vera ya nunca nos podemos separar de él.
Buenas malatesta.
ResponderEliminarCerveza, tranquilidad, buen tiempo... y paz. ¡Qué más se puede pedir! Gran imagen y envidia sana que me das.
Un saludo, amigo.
Hola Wittman. Gracias por tu comentario. Los momentos de plenitud son escasos, y hay que aprovecharlos al máximo. Una cervecita siempre ayuda ;)
ResponderEliminarAaaaamigo mío... A pesar de todo, aún quedan islas para naufragar :) Muchas gracias por el apoyo; seguimos en la brecha, don Gualterio. Un abrazo
ResponderEliminarNo las merecen. En efecto, aún quedamos los más cabezones, o los más nostálgicos.
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