miércoles, 29 de agosto de 2012

Autorretrato con barba

Existen auténticos maestros en el uso del bolígrafo Bic como herramienta artística. En España, sin ir más lejos, tenemos a Juan Francisco Casas, cuyas obras de gran formato parecen fotografías monocromáticas.
Pero la semana pasada, a través de Microsiervos, pude ver una obra de un portugués llamado Manuel Silva, a todo color y  lo que es más sorprendente, de pequeño formato (22,5 x 22 cm). La podéis ver con buena resolución en su página de deviantart. A primera vista este dibujo es casi imposible diferenciar de una foto, y aún haciendo zoom no se aprecia la textura del rayado típica del bolígrafo. Siempre según el autor, no tiene procesamiento digital posterior. Me quito el sombrero.

Por mi parte, he hecho un pequeño experimento. En un folio normal de 29,7 x 21 cm, y con un boli bic normal, he dibujado un autorretrato. Por mucho empeño que puse al principio en evitar que se notara el rayado, no había forma. Además, el boli suelta un "punto gordo" de tinta cuando menos te lo esperas. El resultado de tres horas de trabajo, visto de lejos, guarda bastante parecido con un servidor. Pero visto de cerca es un poco decepcionante, con tanta rayita.


Ahora bien, ¿y si añadimos media hora más de procesado digital? En concreto, he usado Gimp, que es un  más que aceptable editor de imágenes de software libre. Únicamente he usado la herramienta de emborronado (el dedito de Photoshop). La cosa cambia, especialmente en las zonas que deben tener una textura más o menos lisa.

¿Usar procesamiento digital es trampa? Yo creo que no, mientras no se oculte. Es una herramienta más para conseguir el resultado que se busca. En arte, casi todo vale. 


miércoles, 22 de agosto de 2012

Las Listas Robinson

El verano es normalmente una época complicada para las redacciones de los periódicos. La escasez de noticias importantes hace que se tire mucho de notas de prensa expedidas por administraciones públicas, asociaciones, etc. 

Es lo que ha pasado hoy con una noticia relacionada con las Listas Robinson. Tras meses o incluso años pasando desapercibida, de repente prácticamente todos los medios lanzan que 223.000 españoles se han inscrito en ella. Algunos ejemplos: El País, ABC, La Vanguardia... Nótese que los redactores apenas se molestan en editar la nota de prensa, con lo que la noticia es prácticamente idéntica en todos los medios.

Muchos se han enterado hoy de su existencia, si bien se creó allá por 2009, con el propósito de que los particulares puedan declarar su deseo de no recibir publicidad por distintos medios: telefónico, postal, email o sms. Inscribirse es gratis, y tan sencillo como introducir tus datos en un formulario web. La página es la siguiente:

Hasta aquí todo bien. Lo que no lo es tanto es que en los mencionados artículos no se diga toda la verdad. Pero aquí estamos para hacer las debidas puntualizaciones.

1º) De la lectura de los distintos textos, se puede extraer la impresión de que se trata de un servicio creado por las administraciones públicas. En absoluto. Si bien es cierto que en su presentación participó el Director de la Agencia Española de Protección de Datos, se trata de una iniciativa privada. En concreto es la Asociación Española de la Economía Digital la responsable de la gestión de este fichero. Para los particulares resulta gratis inscribirse, pero las empresas que lo usen deben pagar por ello. Por lo tanto, se trata de una actividad con fines lucrativos. Cierto es que la existencia de ficheros de exclusión, que es como se llama este tipo de base de datos, está prevista en el Reglamento de desarrollo de la Ley española de Protección de Datos. Pero en ningún momento se habla de que solo tenga que existir uno, ni quién debe gestionarlos. Cualquiera puede, en principio, crear otra “Lista Robinson”. 

 2º) Otra que se dice, y esto es muy relevante, es que “ las entidades tienen la obligación de consultar la Lista Robinson”. Sí y no. Cierto es que el mencionado Reglamento establece que “quienes pretendan efectuar un tratamiento relacionado con actividades de publicidad o prospección comercial deberán previamente consultar los ficheros comunes que pudieran afectar a su actuación, a fin de evitar que sean objeto de tratamiento los datos de los afectados que hubieran manifestado su oposición o negativa a ese tratamiento”. Pero la ambigüedad legislativa al respecto de esos “ficheros comunes” hace ineficaz esta obligación. 

En definitiva, se trata de una iniciativa privada y voluntaria. Solo las empresas que así lo decidan, comprueban la lista antes de lanzar sus campañas. Además, hay quien recela de que los datos allí consignados sean utilizados precisamente para campañas publicitarias. 

Dicho esto, ¿es recomendable darse de alta? Pues a pesar de todo lo anterior, creo que sí. Yo me apunté prácticamente desde su creación, y si bien no ha servido para eliminar por completo esas estupendas llamadas a la hora de la siesta para ofrecerme la máxima velocidad en ADSL, sí que sirve como amenaza. Cada vez que recibo una de esas llamadas no deseadas, advierto al operador que estoy inscrito en las Listas, y que haga constar ese hecho en su base de datos, advirtiendo que les denunciaré a la Agencia Española de Protección de Datos si vuelven a molestarme. Suele funcionar. 

Y por último una advertencia. Todo lo antedicho vale para empresas con las que no hayamos tenido relación comercial anterior. Si se trata de una empresa con la que sí hayamos tratado, están habilitados para remitirnos ofertas a menos les hagamos saber expresamente que no queremos recibir publicidad. Especialmente hay que tener cuidado cuando nos adherimos a la típica “tarjeta de puntos”. No sé vosotros, pero yo hago colección. En el formulario de adhesión deben incluir un cuadro de chequeo para no recibir publicidad. Buscad el bloque de texto con la letra más pequeña. Ahí estará.

lunes, 13 de agosto de 2012

La Algaida




Título: La Algaida.

Fecha de ejecución: agosto 2012
Técnica: Óleo sobre tabla.
Tamaño: 60 x 17,5 cm 
Tema: Vista hacia el nordeste del Río San Pedro


Segundo cuadro de la serie de paisajes que estoy haciendo con Totito. Mismo escenario del anterior, el Río San Pedro, pero vista contraria.
No solo la perspectiva es diferente. De hecho, he intentado que nada fuera igual al anterior cuadro. En lugar de lienzo he usado una tabla. El formato, en lugar de figura vertical, panorámico. He dejado aparcado los acrílicos para volver temporalmente con el óleo. Pero la diferencia fundamental está en la luz. Huyendo de los colores vivos, exagerados, del anterior paisaje, he buscado los tonos grises y pardos de un amanecer que se intuye por la derecha.
Lo que se ve en la panorámica se conoce por La Algaida, y también forma parte del Parque Natural Bahía de Cádiz. En primer término se adivina La Ministra, que no es más que la parte del caño de La Cortadura que da al Río San Pedro. Este caño es una obra defensiva que data del siglo XVIII, y que protegía los fuertes de Matagorda y Trocadero. Un puentecito de madera lo salva para que los bañistas puedan disfrutar de la playa que se ve al fondo.
Hoy no hay viento y el agua está extrañamente transparente, ¿apetece un baño?

viernes, 3 de agosto de 2012

Río San Pedro


Título: Río San Pedro.
Fecha de ejecución: agosto 2012
Técnica: Acrílico sobre lienzo.
Tamaño: 50 x 40 cm 
Tema: Vista hacia el suroeste del Río San Pedro

Este es el primero del que espero sea una larga serie de paisajes realizados in situ en compañía de mi amigo Totito. En realidad in situ solo hemos realizado un par de sesiones, y otras tres o cuatro en casa.
El Río San Pedro no es un río, sino un brazo de mar. Se trata de un paleocauce del río Guadalete, que se abre a la Bahía de Cádiz en la parte norte del itsmo del Trocadero. Como playa no vale gran cosa, sobre todo si la comparamos con la enorme calidad de las playas atlánticas que la circundan. En comparación, el agua del Rio es mucho más turbia, con gran cantidad de limo en suspensión. La arena está trufada de restos de moluscos, por lo que es recomendable el uso de cangrejeras o escarpines para evitar los cortes.
Pero tiene un encanto particular. Pocas playas tienen un pinar casi en la orilla, y en marea baja se cruza fácilmente a la otra orilla, llena de cangrejos violinistas. No por casualidad forma parte del Parque Natural Bahía de Cádiz.
Además, es la playa de mi infancia. Toda la familia nos íbamos al Río a pasar el día. En cada tramo, un recuerdo. Mi abuela Paca llevándome rosegones para merendar. Mi tío Mariano cogiendo coquinas con una cuchara. Mis primos derribando el castillo que tanto me había costado construir...


jueves, 2 de agosto de 2012

Especie en extinción



Viñeta rápida perpetrada con SketchBook. Que conste que los camaleones me parecen preciosos. La foto la encontré sin créditos, por internete.