miércoles, 21 de diciembre de 2016

Aterrizaje en Gibraltar

El pasado día 10 estuvimos en La Línea de la Concepción para asistir al concierto de Carlos Rivera. Por cierto que no entiendo qué le ven a ese hombre las chicas.
- Es guapo.
- Bueno, sí, pero aparte de guapo, no sé que más le ven.
- Canta bien.
- Lo admito, pero aparte de guapo y cantar bien, no sé qué...
- Baila bien.
- No se mueve mal, pero aparte de ser guapo, cantar y bailar bien, ¿qué le ven?
- Es muy simpático.
- Vale, es simpático, guapo, canta y baila estupendamente, ¿pero aparte, qué más?
- Está forrado.
Perdonad el momento Monty Phyton, pero lo tenía que soltar.

Para mí, sin embargo, fue una suerte que el hotel en el que nos alojamos, que está junto al centro de convenciones donde se celebró el concierto, tenía esta magnífica vista.


Antes de seguir, deciros que la panorámica la hice para capturar esa magnífica nube de condensación sobre el Peñón. Esta curiosa nube se forma cuando hace fuerte levante y el flujo es laminar. El viento, muy húmedo, asciende rápidamente al chocar con la montaña. Al enfriarse, parte del vapor de agua que contiene se condensa, formando la montera.

Pero no es por es por la nube por lo que la cuelgo aquí. Aunque apenas se ve por la distancia, desde mi habitación tenía una excelente vista del aeropuerto de Gibraltar. Fue en lo primero que me fijé cuando salí al balcón. Ni corto ni perezoso, consulté flightradar24, y me puse una alarma para que me avisara cuando estuviera cerca el siguiente avión en aterrizar. 

Me estudié el procedimiento de aterrizaje para este aeropuerto. Es muy curioso. Como muestra la foto, soplaba levante (la vista es hacia el sur). Eso indicaba que lo más probable sería un aterrizaje de oeste a este (pista 09). La carta de aproximación para este aterrizaje es la siguiente.


El avión, que procedía de Londres, tenía que cruzar la costa de Málaga y alcanzar el punto Victor, situado en el estrecho. A partir de ahí, el piloto pondría rumbo 360º, entrando en la bahía, y haría un giro de 90 grados cuando llegase a la altura del aeropuerto. Ese giro es un momento delicado, ya que el avión ya va muy bajo y a escasa velocidad. El motivo de esa brusca maniobra es evitar entrar en el espacio aeréo restringido español.

Así fue. A la hora convenida apareció el avión, que yo ya seguía en vivo a través de flightradar. El piloto realizó la maniobra descrita a la perfección, y yo lo pude disfrutar desde mi privilegiada posición. Al día siguiente lo probé en el Flight Simulator y... bueno, digamos que no salió tan bien.