lunes, 24 de octubre de 2011

El Capitán Pescanova

Hoy llueve. Pero de verdad. Como lo sabía, he venido al trabajo equipado adecuadamente:
- Paraguas
- Chubasquero marino. A prueba de tempestades (300 l/h) más de 4 horas, con costuras estancas.
- Pantalón impermeable. Decathlón, 15 leros.
- Botas de la mili. Quince años tienen las tías y como nuevas.

De todo lo anterior, el único error ha sido traer paraguas. Por contra, el pantalón impermeable ha sido como siempre en estos casos todo un acierto. En Cádiz llueve desde todos lados, salvo desde arriba. El viento, y sobre todo las corrientes traidoras que te sorprenden al pasar entre calles, hacen inútil el artículo contra la lluvia más universal. Como ejemplo, he aquí uno de los muchos pobres desahuciados que me he encontrado en mi camino a la oficina.


Cuando me han visto entrar, un chistoso ha dicho: "Hombre, el Capitán Pescanova". Hasta yo me he reído, porque si el chubasquero en vez de negro hubiese sido amarillo, lo hubiese clavado.
Pero más me he reído yo cuando he podido comprobar que era el único que estaba seco en toda la oficina. A la hora del desayuno he salido sin problemas, y a mi paso notaba miradas de pura envidia de los que se han quedado en la máquina de café. He aquí como volví del bar, empapado por fuera pero sequito y calentito por dentro.


Señores, desde aquí reivindico el pantalón impermeable. ¡Ah, y recuerden comer mucho pescado azul!

lunes, 17 de octubre de 2011

¿Quién imita a quién?

Hoy he leído la penúltima columna de Arturo Pérez Reverte en el XLSemanal, titulada "El cretino de la curva". De momento me ha venido a la memoria un ejercicio de imitación de estilo, de su estilo, que hice hace más de cuatro años. Mi artículo llevaba por título "El cabestro sobre ruedas".

Además de la casi coincidencia de títulos y de temática, resulta que casi terminamos igual. Me he reído un rato, porque ya me dirán ustedes, ¿el imitador ha sido imitado por el original? Claro que no, pero da risa pensarlo.

Si tenéis tiempo, comparad:
Mi entrada, 18/07/2007: El cabestro sobre ruedas
El artículo de D. Arturo, 10/10/2011: El cretino de la curva

lunes, 10 de octubre de 2011

El papagayo

Una idea perturbadora me asalta últimamente, y me impide escribir sobre cualquier tema. Y es esta: no poseo ningún pensamiento original.
No me refiero a que lo que pueda discurrir ya lo haya pensado alguien antes. Eso se da casi por descontado. Voy más allá. He llegado a la conclusión de que no hago más que regurgitar pensamientos que he ido tomando de otros.
Parece radical, pero no es tan descabellado. Desde que tengo uso de razón no hago más que recibir y almacenar información. Leo, veo televisión, escucho la radio, convivo con más gente. ¿Cómo puedo asegurar que incluso esta reflexión no la he leído antes en una novela, o forme parte del diálogo de una película?
Naturalmente la humanidad avanza. Eso significa que hay personas a las que se les ocurren ideas nuevas. Habitualmente no de la nada, sino sobre el conocimiento que otras personas han ido construyendo antes. Pero me da la impresión de que esto pasa muy pocas veces, y desde luego no a mí. En definitiva, me veo como un papagayo que piensa y repite frases aprendidas. Quizás construidas de otra forma, pero que no me pertenecen al fin y al cabo.