jueves, 29 de septiembre de 2005

El cromosoma

Alguien dijo que el sexo, como el arte y casi todo lo que hacemos los humanos, no es otra cosa que un intento vano para huir de la muerte. Desde luego, es una interpretación demasiado filosófica, a la par que simplista, que deja fuera muchos aspectos importantes. Aunque, si nos atenemos a su fin primigenio, que es el reproductivo, no le falta lógica. Si no, escúchese “El cromosoma” del maestro Krahe. Y eso me recuerda otra cita que leí en alguna parte, que decía que los humanos sublimamos las necesidades básicas para convertirlas en placeres. De la necesidad de comer nació la gastronomía, y de la necesidad de perpetuar la especie, el erotismo.
No os voy a engañar más. La parrafada anterior es una excusa para hablaros a Javier, lo cual me quedó pendiente cuando hablé de Joan Manuel. Cantautor de minorías, con una biografía alocada, parte de la culpa de ser el eterno desconocido la tiene el largo veto que sufrió por parte del partido en el poder por su canción "Cuervo ingenuo". Desde La Madrágora, donde cantaba junto a Sabina y Alberto Pérez ha llovido mucho, pero aunque el tiempo ha pasado por todos, parece que se ha ralentizado para Javier. Sigue a su rollo, haciendo sus canciones y tocando en los mismos pequeños locales por toda la geografía nacional. Quizás diréis que todo artista debe evolucionar y todas esas cosas. Es posible, pero estoy seguro que a Krahe lo que digan le trae al pairo.
Recomiendo fervientemente a quien no conozca a Javier Krahe que lo busque por ahí. La primera impresión puede ser que se trata de un cantante-humorista y nada más. Falso. Hay bastante más detrás de sus letras irónicas. Yo diría que un modo diferente de ver la vida.

Javier Krahe. El cromosoma.
Hace tiempo que me importa un comino
que el último jalón de mi camino
caiga lejos de Roma.
Hace tiempo que no juego al acertijo
tan esdrújulo de un padre y un hijo
y una blanca paloma.
Y lo cierto es que no me desespero
desde el día en que al célebre madero
lo comió la carcoma.
Pero si me preguntan y lo digo,
aparte de algún que otro íntimo amigo,
todos creen que es broma.

Y como con eso no se bromea
esperan que Dios me de con la tea
que churruscó a Sodoma,
o que al menos diga yo reconfortante
que me he hecho mahometano o protestante...
hablamos otro idioma.
¡Pues nada más que eso me faltaba!
¡Que tuviera que asirme a la chilaba
del profeta Mahoma!
Ni a tripa de Lutero, ni aún de Buda...
prefiero caminar con una duda
que con un mal axioma.

Porque dudo que al final de este asunto
la cosa no se acabe con un punto
sino con un punto y coma,
y no espero un cielo o un infierno,
lo más confío en que seré algo eterno
gracias al cromosoma.
Tranquilo puedo vivirme mi historia
sabiendo que a las puertas de la gloria
mi nariz no se asoma.
La muerte no me llena de tristeza.
Las flores que saldrán por mi cabeza,
algo darán de aroma.

miércoles, 28 de septiembre de 2005

Sport Billy

De toda la vida me ha gustado el deporte, pero desde hace unos meses es mi principal afición. El deporte en general, ninguno en concreto. En esto, como en otras cosas, soy el maestro Liendre, que de todo sabe y de nada entiende. Como alguien me dijo alguna vez, un Sport Billy de la vida (1).
Haciendo memoria, he practicado baloncesto (era mi preferido hasta que no tuve con quién jugar), voleibol, voley playa, padel, esquí, natación, senderismo, y he probado golf, balonmano, badminton e incluso barranquismo (2). Seguro que se me olvida alguno. Los que ahora practico todas las semanas son footing (mínimo dos veces), tenis y fútbol. Ves, ya se me olvidaba que casi todas las semanas tiro sesenta o setenta flechas.
Mi calendario está lleno de anotaciones deportivas. Algunas auto explicativas como: 19:00 Fútbol 7. Otras más crípticas como X3+: 37’54”, 157 = tres vueltas a las Canteras más ida y vuelta a casa, que son unos 7 Km, en unos 38 minutos y con 157 pulsaciones de media. O PM:23’36”(I) = una vuelta al paseo marítimo, que son unos 4 km, con el Totito como compañía.
Todo esto viene porque ayer añadí otro tipo de anotación más a mi calendario. Mi padre me regaló hace unos meses su bici porque se compraba otra (gracias, papá). Es una BH mixta de paseo-montaña muy chula. No es porque sea la mía pero allá donde va hace raya. Desde el principio del verano todos los sábados mi padre y yo nos damos una vueltecita por la mañana temprano.
Pues bien, ayer me uní a un grupo de amigos que practican asiduamente la bicicleta de montaña. Fuimos hasta la laguna del Taraje, ida y vuelta en dos horas. Anotación: Bici, 28 Km. Aparte del deporte en sí, me agradó la compañía. Parece gente maja, así que mañana repetiré antes del partido de fútbol. Si tardo en escribir el próximo post, es que me ha dado un síncope. Como todo nuevo pseudo-deportista que se precie, hoy he estado en el Decatlón haciéndoles caja: bombín, juego de llaves allen, cuernos para el manillar…
Como los seres humanos somos así, hasta para hacer deporte y sufrir hay enganchados. Se trata de una enfermedad llamada vigorexia. Al hacer deporte se libera endorfina, que es una droga natural, y de ahí la sensación placentera que queda después de un esfuerzo (estrictamente deportivo, no confundir con ese otro tipo de esfuerzo, también muy placentero y beneficioso). Yo no llego a tanto, pero a veces el cuerpo me pide movimiento, las piernas me invitan a correr. A todo cochino le llega su San Martín, pero mientras tanto, este viciosillo va a seguir dándole a las endorfinas.

(1) Para los que no os acordáis, Sport Billy era el protagonista de una serie de dibujitos de los 80. El tío había venido de otro planeta a enseñar a los terrícolas a jugar con fair play todos los deportes. Por ahí he leído que era la mascota de la FIFA durante el mundial del 82, pero no lo puedo confirmar.
(2) Por ahora Garganta de las Buitreras y Garganta Verde, ambas en la sierra de Cádiz. Esta última fue más senderismo que otra cosa. En planes, Garganta del Río Verde, en Granada.

lunes, 26 de septiembre de 2005

Sobre Joan Manuel

El sábado asistí a un espectáculo de magia. El mago era Joan Manuel Serrat, que tuvo ensimismado al público asistente durante las dos horas de concierto. El lugar: Teatro Villamarta, Jerez, lleno a reventar. Nunca había estado antes. Es bonito, aunque los asientos son muy incómodos y con poco espacio para las piernas. Título de la gira: Serrat 100x100. El montaje: Joan Manuel con su guitarra y Ricardo Miralles al piano. Una mesita con una botella de cava en una cubitera a la derecha del escenario y una silla. Nada más. Y nada menos.
La verdad es que para un cantautor, un arreglo sencillo como éste es el que da más pureza y cercanía al público. Es más auténtico. De todas formas, el piano de Miralles hizo las veces de orquesta. El tío toca de muerte.
El símil con el espectáculo de magia me vino a la mente al acabar el concierto. Había tenido la misma sensación que años atrás, cuando vi en el Principal a mi admirado Juan Tamariz, el más simpático y mejor mago que conozco. Entonces me había llevado todo el espectáculo con los ojos como platos y una sonrisa en los labios, disfrutando como un niño. Algo parecido a lo del sábado, sólo que la magia salía de la boca de Joan Manuel y los dedos de Ricardo. Una experiencia inolvidable. Qué le voy a criticar a este hombre, si todo lo hace bien.
Canciones legendarias, canciones más recientes, incluso una canción tradicional del siglo XVIII cantada en catalán (el hombre tuvo el detalle de explicarnos de qué iba antes de cantarla). Todas aplaudidas a rabiar por un público entregado. Por cierto, la edad media rondaría los 40-50 años. Allí yo era un chavalín.
También pudimos ver al Serrat ante todo ser humano, que ha visto cara a cara a la muerte y ha salido victorioso en el primer encuentro. Con muchas ganas de vivir. Un tío simpático y con tablas. Un par de detalles: al terminar una canción alguien le gritó “¡dos cojones ahí!”. Él levantó dos dedos, miró al pianista y levantó otros dos haciendo una mueca, como diciendo: “serán cuatro, ¿no?”. En otro momento sonó un móvil. Sin perder la compostura le dijo al maleducado: “contesta hombre, lo mismo es alguien de la familia”, y añadió “o de un ser querido, vaya usted a saber”.
Sé que en esta nuestra comunidad los fans del gran Kiko sois mayoría, pero para mí, y para muchos más, Joan Manuel fue, es y será por mucho tiempo, el number one.

Qué difícil escoger una canción de las que cantó el sábado para colgarla aquí. Para mi desgracia no cantó “Paraules d’amor”, así que me decido por la que sigue, porque tiene algo de la bella melancolía de la poesía de Serrat, pero también algo de la sutil ironía y el desparpajo de otro genio: Javier Krahe. Podría haberla escrito él.

J.M.Serrat. Me gusta todo de tí

Me gusta todo de ti:
tus ojos de fiera en celo,
el filo de tu nariz,
el resplandor de tu pelo.

Me gusta todo de ti.

Me gusta todo de ti:
la luna de tu sonrisa
de gato de Chesire
colgada de la cornisa.

El colágeno y la miel
de tus labios perfilados,
tus pómulos afilados,
los modales de tu piel.

Me gusta todo de ti,
pero tú no.
Tú no.

Me gusta todo de ti:
tu ombligo menudo y chato
tu talle de maniquí,
el lunar de tu omoplato.

Me gusta todo de ti.

Me gusta todo de ti:
tus pezones como lilas
tu alcancía carmesí
tus ingles y tus axilas.

Todo esconde un "no se qué"
de los pies a la cabeza.
Me gustas, pero por piezas;
te quiero, pero a pedazos.

Me gusta todo de ti,
pero tú no.
Tú no.

Me gusta todo de ti.
Por eso, muchacha guapa,
me diste la lengua y
me la planté en la solapa.

Me gusta todo de ti.

Rescaté tu corazón
del cubo de la basura
para hacerme un medallón
de bisutería pura.

Me gusta todo de ti.
Eres tan linda por fuera
que a retales yo quisiera
llevarte puesta de adorno.

Me gusta todo de ti,
pero tú no.
Tú no.

Una web completa sobre el artista: www.jmserrat.com

jueves, 22 de septiembre de 2005

Carpe diem

Siempre he tenido una meta, un objetivo que alcanzar. Una vez alcanzado uno, inmediatamente me planteaba otro. Acabar la carrera, terminar la mili, encontrar un trabajo... Metas sencillas, metas complicadas, metas que requerían esfuerzo, metas que llegaban simplemente con el paso del tiempo. A veces me detenía un momento y me veía a mi mismo como el burro que siempre va tras la zanahoria y nunca la alcanza. “No vives” me decía, “si sólo te esfuerzas por un futuro mejor, te pierdes el presente, que es lo que realmente existe”. Era consciente, pero no consecuente, ya que de inmediato volvía a las andadas.
He llegado a un momento en mi vida en la que no veo ninguna meta en el horizonte. No es que lo tenga todo, ¿o quizás sí? No soy muy ambicioso. ¿Es eso una virtud o un defecto? El caso es que he pasado un verano tratando de llevar a la práctica el lema que siempre abanderé y nunca seguí: CARPE DIEM. Ha estado bien, he sido feliz. No fue complicado, estaba en un impass de espera. Pero ahora, con la llegada del otoño, estoy a verlas venir, esperando lo que el destino me tenga deparado. Aunque he trabajado duro para llegar aquí, no me encuentro a gusto. No estoy acostumbrado. Una extraña mezcla de hastío e intranquilidad me tiraniza.
¿Qué pasa si los objetivos estaban errados de un principio? ¿Habré viajado en busca de un espejismo, o lo que es peor, del sueño de otro? ¿Habré desaprovechado el tiempo, mi tiempo? Y la pregunta fundamental, ¿qué es lo que realmente quiero hacer con mi vida? ¿De veras lo tengo claro, o sólo quiero creer que lo tengo claro?
A veces me gustaría ser aún más simple de lo que soy. ¿No puedo simplemente vivir hoy?
En algún sitio leí que el ser humano es ante todo un animal insatisfecho. A diferencia del resto de seres vivos, está eternamente necesitado. Lo cual es a la vez la maldición y la causa del éxito de la especie. ¿Para qué investigar, explorar o construir si todas las necesidades están cubiertas? Nunca lo están del todo. Quizás por eso sea tan difícil disfrutar del presente olvidando el mañana.

“Tu ne quaesieris (scire nefas) quem mihi, quem tibi
finem di dederint, Leuconoe, nec Babylonios
temptaris numeros. Vt melius, quidquid erit, pati!
seu pluris hiemes, seu tribuit Iuppiter ultimam,
quae nunc oppositis debilitat pumicibus mare
Tyrrhenum: sapias, uina liques et spatio breui
spem longam reseces. Dum loquimur, fugerit inuida
aetas: carpe diem, quam minimum credula postero.

No preguntes (contra la voluntad divina el saberlo), Leucónoe, qué fin han puesto para mí los dioses, cuál para ti, ni sondees el cálculo babilonio. ¡Cuánto mejor soportar lo que haya de ser, tanto si Júpiter nos ha concedido muchos inviernos, como si es el último nuestro el que ahora quiebra las olas
del mar Tirreno en azote contra los escollos! Sé sabia, filtra el vino y, breve como es la vida, corta la esperanza larga. Mientras hablamos, habrá huido celosa la edad: goza a bocados del momento, confiada lo menos posible en el de mañana.”

Horacio, Odas.

O este otro, más cercano y más bello.

"Mientras por competir con tu cabello,
oro bruñido al sol relumbra en vano;
mientras con menosprecio en medio el llano
mira tu blanca frente el lilio bello;

mientras a cada labio, por cogello,
siguen más ojos que al clavel temprano;
y mientras triunfa con desdén lozano
del luciente cristal tu gentil cuello;

goza cuello, cabello, labio y frente,
antes que lo que fue en tu edad dorada
oro, lilio, clavel, cristal luciente,

no sólo en plata o viola troncada
se vuelva, mas tú y ello juntamente
en tierra, en humo, en polvo, en sombra, en nada."

Luis de Góngora

miércoles, 21 de septiembre de 2005

La palabra de hoy: AMOR

He luchado contra mí mismo a la hora de elegir el concepto que me gustaría que definierais esta semana. Hoy no estoy para luchar mucho, así que me rindo. Más tarde o más temprano tendría que caer, así que cuanto antes, mejor.
Si sois tan amables, la palabra de hoy es AMOR.

martes, 20 de septiembre de 2005

PACO y EL punto FLACO

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Título: PACO y EL punto FLACO
Autor: Joe McNamara
Fecha de realización: Septiembre 2005
Tamaño: 400 x 279 píxeles
Técnica: Tratamiento fotográfico con Photoshop
Tema: El cuadro quiere expresar el éxtasis de Paco cuando escucha a Kiko Veneno, el cual está representado como el punto rojo que ilumina la escena. El flipe del chaval está acentuado por las líneas curvas verdes, que tratan de dar sensación de movimiento a la composición.
Comentario del autor: “Recibí este encargo del guardaespaldas de un gánster, creo que para regalárselo al hijo de un senador del Estado. A mí me daba igual, con tal de que soltara los pavos que le pedí.

Por cierto, creo que el guardaespaldas le ganó a los dados a una chica el poder quedarse con el gánster.”

domingo, 18 de septiembre de 2005

El encargo (III y último)

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Título: Fritilarias.
Autor: Joe McNamara.
Fecha de ejecución: Septiembre 2005.
Técnica: Óleo sobre lienzo.
Tamaño: 55 x 46 cm
Tema: Se trata de una versión del cuadro “Fritilarias, corona imperial en un jarro de cobre” de Vincent Van Gogh, pintado en 1886 ó 1887 y expuesto en el museo de Orsay de Paris. El cuadro original es algo mayor, de 73 x 60 cm (ver foto abajo).
Comentario del autor: “Al principio lo pasé mal con éste encargo para la boda de mi hermana. Normalmente uso poca pintura y trato que no se note la pincelada, y aquí se trataba de lo contrario. Además, el original no me hacía mucha gracia, por lo que estaba algo desmotivado. Luego me di cuenta de que era simplemente miedo a equivocarme. Una vez comprendí esto y cogí un poco de confianza en mí mismo, llegué a disfrutar pintándolo. Además, ha sido un trabajo rápido porque la pincelada suelta del original pedía presteza. Espero que le guste a los destinatarios. Tengo mucha ilusión en dárselo mañana.”

"En la época en que pintó esta naturaleza muerta, Van Gohg acusaba claramente la influencia de los puntillistas. Su ramillete de fritilarias naranjas colocadas en un jarro de cobre destaca sobre un fondo en puntillado azul. El jarro está ligeramente deformado y la mesa está representada desde un ángulo imposible. Esas distorsiones hacen pensar en las naturalezas muertas de Cézanne, que también eran muy poco realistas."

Colección de pintura impresionista. Planeta-DeAgostini.

jueves, 15 de septiembre de 2005

Sucesos

Buscando entre mis recuerdos (lo siento, no he encontrado “El Poseído”, aunque sí “El Gaceto”), he encontrado un artículo del Diario de Cádiz del 7 de abril de 1992. No está firmado, sólo pone “Redacción”, y comprenderéis porqué.
Creo recordar que nos lo pasó Ana, la profe de Teatro (y de Historia, y vocalista de Jazz, una tía muy maja), indignada, no por el hecho que narra, sino por el escrito en sí. A su juicio, más reprobable moralmente que lo que intenta ridiculizar. Juzgad vosotros mismos.

Denunciada una pareja que copulaba en pleno acerado del Paseo Marítimo

Un insólito espectáculo fue contemplado por los transeúntes que, sobre las tres y media de la tarde del sábado, deambulaban por el Paseo Marítimo en las inmediaciones del edificio Reina Victoria.
A esa hora, una pareja de jóvenes optó – sin el más mínimo recato –por elegir una zona de acera muy próxima a los numerosos bares y restaurantes que se emplazan en la parte baja del situado inmueble, para dar rienda suelta a salacidad y copular con vivo entusiasmo, ante la presencia de los viandantes.
Según una denuncia formalizada ayer ante el juzgado por agentes de la Policía Local, los lóbregos – una joven morena, vestida con pantalones ajustados de color negro y camisa clara y un chico que lucía pantalón y cazadora en algodón vaquero – comenzaron a desfogarse en un lujurioso abrazo que fue progresivamente a más.
En este frenesí, el salaz mozo se desembarazó de sus pantalones; mientras la ninfa – quien deslizó sus braguitas hasta medio muslo – le cabalgó liviana, componiendo la figura denominada por Shakespeare como "la bestia de las dos espaldas"; más conocida vulgarmente como "montárselo a pelo".
Tal exhibición de cruda erotomanía sembró indignación entre los numerosos padres que a esa hora paseaban por el lugar con sus hijos; mientras parte de los presentes – acomodados en algunos de los bares del lugar – optaban por mofarse de los cachondos con mayor o menor acierto.
La insólita cópula fue cortada de raíz por agentes de la Policía Local – funcionarios del Ayuntamiento -, quienes interrumpieron el torpe ayuntamiento (el carnal, no el de Carlos Díaz) en forma tajante, al ser requeridos a tal fin por varios ciudadanos indignados.
Los jóvenes – quienes según testimonios de los presentes no parecían muy en sus cabales – fueron identificados como Juan M.S.G y María de la Paz M.M. y tras ser amonestados por los urbanos debido a sus lujurioso comportamiento, se les advirtió que serían denunciados judicialmente.”

miércoles, 14 de septiembre de 2005

Autorretrato


Título: Autorretrato en Castillitos.
Autor: Joe McNamara. Sospechamos que se trata de un pseudónimo de otro pseudónimo.
Fecha de ejecución (nunca mejor dicho): Septiembre de 2000.
Técnica: Acuarela sobre cartulina.
Tamaño: 24x18 cm.
Tema: Aparece el autor sentado sobre el pretil de uno de los Castillos de Guayana (en concreto, el de la margen derecha). El río que aparece a la izquierda es el Orinoco.

lunes, 12 de septiembre de 2005

La palabra de hoy: FUERZA

Os propongo un pequeño juego, que si resulta interesante repetiremos más veces.
Consiste en que cada uno defina la palabra que propongo de la mejor manera que sepa. La única regla es, obviamente, no copiarla del diccionario. Os pediría que respondiérais en serio y fuerais escuetos, pero naturalmente también podéis hacerlo en broma o alargarlo lo que os plazca. Si conocéis más de una acepción, elegid la que sea de uso más común o la que os dé la gana.
La idea es ver si todos entendemos más o menos lo mismo cuando hablamos de cualquier cosa. Ya lo veremos, pero tengo la teoría que hasta los conceptos más simples son entendidos de manera muy diferente por cada persona. Por eso os pediría que pensaseis la respuesta antes de leer lo que han escrito otros.

Bien, empezamos. La palabra de hoy: FUERZA.

sábado, 10 de septiembre de 2005

Sobre el Spectrum

El otro día, al leer un post de 3nity, me entraron ganas de hacerle un homenaje a mi querido Spectrum. Supongo que ya habrá por ahí muchos posts sobre el tema escritos por nostálgicos de los 8 bits, pero uno más no hará daño. Alguno dirá que lo que se añora es la infancia perdida, y no lo que voy a contar, pero allá va.
Empecemos haciendo un poco de historia. Se podría decir que Sir Clive Sinclair es un Bill Gates a la inglesa, pero con menos habilidad para los negocios y desde luego no tan rico. Desde joven aficionado a la microelectrónica, colaboró primero en revistas especializadas para luego fundar su propia empresa. En 1980 lanzó el ZX80, una computadora simple y barata que montaba un micro Zilog Z80A a, reíros si queréis, 3.25 mHz. El SO estaba integrado en una ROM de 4Kb (sí, no es un error, 4kb), y estaba basado en el BASIC. Gracias al éxito de este primer lanzamiento, después fueron llegando el ZX81, la impresora ZX-PRINTER, y por fin, en abril de 1982, el ZX-SPECTRUM, en dos versiones, con 16 Kb y 48 Kb de RAM. Éste último fue sin duda el más popular, con sus teclas de goma que se jodían bastante pronto. Sobre todo las teclas Q, A, O, P y la barra espaciadora, las típicas usadas en los juegos.
A partir de aquí, el boom. A pesar de sus limitaciones como no tener disco duro o disquetera, y ser tecnológicamente inferior a ordenadores como el Comodote 64 o el Amiga, se vendió como rosquillas. Cientos de empresas de software surgieron de la noche a la mañana, y aparecieron revistas especializadas. En España tuvimos Microhobby, y posteriormente, Micromanía. La primera era exclusivamente para Spectrum, mientras que la segunda tenía un ámbito más amplio. Naturalmente, casi todo el software eran juegos.
Y qué juegos. Tenían unos gráficos de pena, si los comparamos con los de ahora. Tened en cuenta que todo tenía que caber en 48 Kb. Programar era doblemente difícil, por las limitaciones de memoria. A pesar de todo algunos eran tremendamente adictivos. Y difíciles. Tanto que terminabas “pokeandolos”. MERGE “” ¿alguien se acuerda? Gun Fright!, Fernando Martín Basket Master, Match Day II… Podría pasarme horas hablando de ellos. Quizás más adelante escriba sobre alguno.
Como curiosidad aquí van unas pantallas de unos juegos que los que tuvisteis Spectrum seguro reconoceréis.


A mí me regalaron en el Spectrum + de 48 Kb con teclado en español. Me pasaba las horas jugando. Antes tenías que cargar el juego, lo cual como media te llevaba cinco minutos. Eso si tenías suerte y no te llevabas al final el chasco y te salía el maldito LOAD ERROR (o ERROR DE CARGA). Venga tocarle al volumen del casete, o al tornillito del tono, y vuelta a probar. A veces creo que la satisfacción de que por fin te entrara el juego era mayor que lo que ibas a disfrutar jugándolo después.
Me gustaban especialmente los juegos conversacionales. Había que echarle imaginación al asunto, porque para resolverlos sólo disponías de descripciones de los escenarios muy escuetas, acompañadas a veces de gráficos fijos que daban pena verlos. Además, el vocabulario que comprendía el programa era muy limitado, con lo que a veces tenías que buscar el verbo justo que al programador se le había ocurrido. Aprendí inglés con el hobbit, y aún tengo clavada la espinita de no haber terminado la segunda parte del Quijote.
Incluso una vez, el Misionero, Jon y yo nos propusimos crear uno. Se iba a llamar “El poseído”. Los veo sonreír al leer esto. Hicimos el guión de la historia, el mapa de movimientos, y algunos gráficos. Ahí se quedó la cosa, porque naturalmente éramos unos micos sin puta idea de programación. Curiosamente bastantes años más tarde tuve que estudiar hasta el ensamblador del Z80 en la Escuela. Mizerable puede dar fe.
Después de todo esto la historia es conocida. Todavía sacaron un modelo con 128 Kb y casete incorporado, pero para el que hicieron pocos juegos. Luego, de la noche a la mañana, se extendieron los PC, y los ordenadores de 8 bits fueron a parar al cajón.
El mío debe andar en el trastero de la casa de mis padres. Un día de éstos lo voy a sacar de nuevo. Seguro que el cabrón todavía funciona.
Si queréis más información sobre la historia de Sinclair y el Spectrum, los datos históricos los he sacado de un artículo muy interesante en http://computeremuzone.com/spectrum/index.php?id=historia
Por otra parte, el que quiera volver a aquellos míticos juegos, puede encontrar cientos de páginas con emuladores y juegos. Por ejemplo, http://www.worldofspectrum.org/

jueves, 8 de septiembre de 2005

Todo es relativo

Hoy lo siento pero me voy a poner un poco pelma. Así que haré como el amigo Paco el Flaco, y marcaré lo que sigue en el color de mis amores para el que quiera saltárselo. Por cierto, va por mi colega Daniel, que me prestó el libro.


"Antes de 1915, se pensaba en el espacio y en el tiempo como si se tratara de un marco fijo en el que los acontecimien­tos tenían lugar, pero que no estaba afectado por lo que en él sucediera. Esto era cierto incluso en la teoría de la relatividad especial. Los cuerpos se movían, las fuerzas atraían y repelían, pero el tiempo y el espacio simplemente continuaban, sin ser afectados por nada. Era natural pensar que el espacio y el tiem­po habían existido desde siempre.
La situación es, sin embargo, totalmente diferente en la teo­ría de la relatividad general. En ella, el espacio y el tiempo son cantidades dinámicas: cuando un cuerpo se mueve, o una fuerza actúa, afecta a la curvatura del espacio y del tiempo, y, en con­trapartida, la estructura del espacio-tiempo afecta al modo en que los cuerpos se mueven y las fuerzas actúan. El espacio y el tiempo no sólo afectan, sino que también son afectados por todo aquello que sucede en el universo. De la misma manera que no se puede hablar acerca de los fenómenos del universo sin las nociones de espacio y tiempo, en relatividad general no tiene sentido hablar del espacio y del tiempo fuera de los límites del universo.
En las décadas siguientes al descubrimiento de la relatividad general, estos nuevos conceptos de espacio y tiempo iban a re­volucionar nuestra imagen del universo. La vieja idea de un universo esencialmente inalterable que podría haber existido, y que podría continuar existiendo por siempre, fue reemplazada por el concepto de un universo dinámico, en expansión, que parecía haber comenzado hace cierto tiempo finito, y que podría acabar en un tiempo finito futuro."

Stephen W. Hawking. Historia del tiempo


La mayoría de los que estáis en el tema de las bitácoras y esas cosas sois hombres y mujeres de letras. Eso parece implicar que debáis odiar la física, así como al resto de ciencias. Forma parte del arquetipo, aunque como en todo, haya excepciones. Sin embargo, creo que es un error: la física es la ciencia que más contacto tiene con la filosofía y lo espiritual. En realidad, los primeros físicos, más bien, metafísicos, se iniciaron en el tema motivados no por conocer exactamente lo que tardará la bolita de los cojones en caer por el plano inclinado, sino por darle una respuesta a preguntas fundamentales, que quien más y quien menos se habrá hecho alguna vez aunque no lo admita en público: ¿qué es en realidad el universo? ¿de qué se compone? ¿tuvo principio y tendrá final? ¿hace falta una fuerza sobrenatural para explicar su existencia? ¿dónde encajamos nosotros en todo ésto?
A pesar de todos los cocos pensantes que se han dedicado al tema, lamento decir que en lo fundamental no se ha avanzado mucho. Entendámonos, desde Aristóteles y su tierra plana centro del universo y compuesta por cuatro elementos hasta hoy ha llovido tela. Además, para bien o para mal casi todos los descubrimientos fundamentales en física han tenido una aplicación tecnológica de consecuencias importantísimas para la humanidad. Desde la máquina de vapor a la microelectrónica, pasando por la energía atómica. Lo que me vengo a referir es a algunas de las cuestiones a las que me refería antes siguen sin tener una respuesta en el campo de la física. Y quizás nunca la tengan.
Hay quien argumenta que cuanto más cultura se tiene, más infeliz se es. Otros dirán que tienen otras cosas más importantes o más urgentes en que ocupar su tiempo. Quizás todos tengan razón. Pero, al menos en mi caso, de vez en cuando me pica el gusanillo y me da por pensar en esas cosas en las que casi nadie piensa, o en leer esos libros que casi nadie lee. Como dice Evita, para gustos, los colores.

martes, 6 de septiembre de 2005

El encargo (II)

Ahí quedan dos instantáneas de cómo va el encarguito. Como veréis ha habido arrepentimiento en el fondo. Ya probaré otra cosa, porque había quedado muy agobiado con tanto punto gordo. La próxima vez que lo cuelgue, estará terminado. Eso espero...

domingo, 4 de septiembre de 2005

Pompeya

"La superioridad norteamericana en todos los ámbitos de la ciencia, la economía, la industria, la política, los negocios, la medicina, la ingeniería, la vida social, la justicia y, naturalmente, la militar, era completa e indiscutible; incluso los europeos que sufrían los dardos del chovinismo herido contemplaban con pasmo el brilante ejemplo que Estados Unidos había puesto antes los ojos del mundo al comienzo del tercer milenio"
Tom Wolfe, Hooking Up
Esta es la cita que encabeza Pompeya, una novela de Robert Harris publicada en 2003. Al releer esta cita me ha recorrido un escalofrío por el cuerpo, reconociendo la intuición del autor al anticiparse a lo ocurrido. Para mí hay un paralelismo claro entre el Imperio Romano, una de cuyas ciudades del sur quedó devastada y enterrada, y el Imperio USA, que acaba de sufrir lo mismo pero con agua en lugar de ceniza volcánica. El mundo ha quedado atónito al ver como la potencia indiscutible se ve sobrepasada por el poder de la naturaleza. Un golpe para la arrogancia de la humanidad. Esperemos que Nueva Orleans se reconstruya y no quede enterrada cientos de años.
Pero volvamos a la historia lejana. Pompeya y Herculano, dos ciudades próximas a la actual Nápoles, fueron sepultadas por la ceniza del Vesubio en agosto del año 79 d.C. Aunque su importancia dentro del imperio era relativa, han pasado a la historia por el asombroso estado de conservación en el que han llegado a nuestros días, gracias a la misma erupción que acabó con ellas. Sus restos no empezaron a ser desenterrados hasta el siglo XVIII. Curiosamente hace un par de días visité un blog en el que se comparaba la destrucción de Pompeya con la de Hiroshima (véase la entrada del 05.08.05 de Anthology of interest). Salvando las diferencias, lo cierto es que la analogía también es válida: sus habitantes sucumbieron ante algo aterrador que desconocían hasta ese momento.
Desde luego, la visita a Pompeya fue lo que más me impresionó del viaje a Italia de hace un par de años. Pasearte por sus calles es lo más parecido a un viaje atrás en el tiempo. Las calles están muy bien conservadas, con las huellas de los carros sobre la piedra perfectamente visibles, y unos curiosos bloques de piedra a manera de paso de cebra en relieve que permitían a los peatones pasar sin mancharse de barro de acera en acera. Hay casas prácticamente enteras de pie sin apenas reconstrucción salvo los tejados, que se quemaron con la ceniza ardiente. En las fuentes se aprecia la marca de desgaste en la piedra, donde los ciudadanos apoyaban la mano para beber. Puedes visitar casas de comida, panaderías, templos, así como típicas casas romanas con su pluvium, dormitorios, cocinas con sus hornos aún en pie, etc.
En particular hubo dos cosas que me llamaron mucho la atención. Por un lado están los moldes de yeso. Cuando estaban desenterrando la ciudad, de vez en cuando encontraban huecos en el terreno. Alguien tubo la idea de inyectar yeso en una de esas oquedades. Una vez seco siguieron desenterrando, y cuál no fue su sorpresa al descubrir que se trataba de una forma humana. La explicación es simple. Los habitantes de Pompeya que no lograron o no quisieron huir sucumbieron de diversas formas: por asfixia, golpes por la lluvia de rocas, etc. Sus cuerpos quedaron enterrados por la ceniza y la piedra pómez. Luego la roca y ceniza fraguaron alrededor de los muertos, que se descompusieron con el tiempo, dejando la oquedad. De esta forma hasta nosotros han llegado figuras que ponen la piel de gallina. Mujeres embarazadas, niños, hombres cubriéndose la cabeza. También perros, caballos, etc.
La otra anécdota fue mucho más amable. De pequeño me regalaron un libro sobre los perros. Una de las primeras ilustraciones tenía el siguiente pie:
“CAVE CANEM (Cuidado con el perro). El mensaje de este antiguo mosaico romano de Pompeya resulta a todas luces evidente. Vigilar la casa o la residencia campestre fue una de las primeras tareas que el perro desempeñó para el hombre y sigue siendo una de las más comunes”.
Siempre me resultó muy curioso que el hombre no haya cambiado algunas cosas desde hace tantos siglos. Pues bien, caminando por Pompeya de repente me encontré en la casa del perro, y como no, le hice la obligada foto al mosaico que recordaba de mi niñez.
El libro de Robert Harris es muy recomendable. Al principio es un poco lento, pero a medida que avanza la historia gana en interés, y la parte final es realmente impactante, acercándonos creo que muy bien a lo que debieron sentir los desdichados habitantes de la ya mítica ciudad.
Si visitáis el sur de Italia no podéis dejar de pasar por Pompeya. Incluso se pueden hacer excursiones de un día desde Roma. Si queréis más información, la página oficial es http://www.pompeiisites.org/

jueves, 1 de septiembre de 2005

El licenciado Cabra

Sírvanse vuestras mercedes, para olvidar el pasado trance, deleitarse con un fragmento de un libro recién publicado por un amigo de mi enemigo. Que es de poca sustancia y arte menor, pero con algunos lances dignos de risa y otros no faltos de una crítica mordaz a nuestro siglo, nuestras costumbres y valores. Mal que me pese he de recomendároslo, por ser de provecho bien por lo uno, bien por lo otro. Quizá os sorprenda.
Pongo a v.m. en el contexto. Pablo entra como criado de don Diego Coronel, en el pupilaje del licenciado Cabra, un "clérico cerbatana", "archipobre y protomiseria".

“Sentóse el licenciado Cabra y echó la bendición. Comieron una comida eterna, sin principio ni fin. Trajeron caldo en unas escudillas de madera, tan claro, que en comer una dellas peligrara Narciso más que en la fuente. Noté con la ansia que los macilentos dedos se echaban a nado tras un garbanzo güérfano y solo que estaba en el suelo. Decía Cabra a cada sorbo: - "Cierto que no hay tal cosa como la olla, digan lo que dijeren; todo lo demás es vicio y gula".
Acabando de decirlo, echóse su escudilla a pechos, diciendo: -"Todo esto es salud, y otro tanto ingenio". ¡Mal ingenio te acabe!, decía yo entre mí, cuando vi un mozo medio espíritu y tan flaco, con un plato de carne en las manos, que parecía que la había quitado de sí mismo. Venía un nabo aventurero a vueltas, y dijo el maestro en viéndole: -"¿Nabo hay? No hay perdiz para mí que se le iguale. Coman, que me huelgo de verlos comer".
Repartió a cada uno tan poco carnero, que, entre lo que se les pegó a las uñas y se les quedó entre los dientes, pienso que se consumió todo, dejando descomulgadas las tripas de participantes. Cabra los miraba y decía: -"Coman, que mozos son y me huelgo de ver sus buenas ganas". ¡Mire v. m. qué aliño para los que bostezaban de hambre!
Acabaron de comer y quedaron unos mendrugos en la mesa y, en el plato, dos pellejos y unos güesos; y dijo el pupi1ero: -"Quede esto para los criados, que también han de comer; no lo queramos todo". ¡Mal te haga Dios y lo que has comido, lacerado -decía yo-, que tal amenaza has hecho a mis tripas! […]
Certifico a v. m. que vi a uno dellos, al más flaco, que se llamaba Jurre, vizcaíno, tan olvidado ya de cómo y por dónde se comía, que una cortecilla que le cupo la llevó dos veces a los ojos, y entre tres no le acertaban a encaminar las manos a la boca. Pedí yo de beber, que los otros, por estar casi en ayunas, no lo hacían, y diéronme un vaso con agua; y no le hube bien llegado a la boca, cuando, como si fuera lavatorio de comunión, me le quitó el mozo espiritado que dije. Levantéme con grande dolor de mi alma, viendo que estaba en casa donde se brindaba a las tripas y no hacían la razón. Diome gana de descomer aunque no había comido, digo, de proveerme, y pregunté por las necesarias a un antiguo, y díjome: - "Como no lo son en esta casa, no las hay. Para una vez que os proveeréis mientras aquí estuviéredes, dondequiera podréis; que aquí estoy dos meses ha, y no he hecho tal cosa sino el día que entré, como agora vos, de lo que cené en mi casa la noche antes". ¿Cómo encareceré yo mi tristeza y pena? Fue tanta, que, considerando lo poco que había de entrar en mi cuerpo, no osé, aunque tenía gana, echar nada dél.”

Francisco de Quevedo y Villegas. Historia de la Vida del Buscon, llamado Don Pablos