lunes, 27 de febrero de 2012

Atardecer desde el Cerro de Ceuta

El Cerro de Ceuta es una pequeña altura en las cercanías de Puerto Real. Aunque su altura es muy pequeña, de unos 53 metros sobre el nivel del mar, disfruta de una amplia vista de la Bahía de Cádiz. En los días claros se ve perfectamente Medina Sidonia, Chiclana de la Frontera, San Fernando, Cádiz y El Puerto de Santa María.
En el Cerro está situado el depósito de aguas que abastece Puerto Real, y desde hace unos años, es también el hogar de la Pipi, un personaje idiosincrático del pueblo del que algún día tendré que hablar.
Cortado por la autovía de los puertos, fue horadado en tiempos mucho más antiguos para extraer arcillas y yeso, creando la laguna artificial de Los Barreros.
En su cumbre hay un vértice geodésico, el V.G. 106202.


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Ayer subí allí a tomar algunas fotos del atardecer. No era un día propicio, pero os dejo una panorámica Este-Sur-Oeste y la puesta de sol sobre Cádiz.


martes, 21 de febrero de 2012

La última crisis del petróleo

Hoy leo en la prensa que Teherán refuerza la protección antiaérea de sus instalaciones nucleares. Un signo más de que un ataque aéreo masivo israelí sobre la infraestructura nuclear iraní no es un escenario imposible a corto plazo.
Es difícil saber qué hay de cierto y qué de farol en los movimientos y las declaraciones de ambos bandos. En esta guerra solapada que ya llevan librando hace mucho tiempo, ambos tienen mucho que perder si juegan mal sus cartas.
Los israelíes temen por su propia supervivencia. Si Irán desarrolla la bomba y la forma de llevarla a suelo hebreo, no es improbable que la usen. Claro está que los palestinos también viven en Israel, pero dado el carácter extremista del gobierno iraní, podrían revivir las palabras del legado papal ante Bèziers, ocupada por los albigenses: "Matadlos a todos, Dios reconocerá a los suyos". Sustitúyase Dios por Alá, y ya está.
Así pues, Israel no se va a andar con chiquitas. Hará lo que esté en su mano por frenar el desarrollo nuclear de su enemigo. Lleva tiempo haciéndolo, si hacemos caso a lo que se dice, en la forma de asesinatos selectivos de científicos nucleares iraníes.
La posición del régimen iraní no es tan sencilla. Por una parte, basa su legitimidad en buena medida en la causa anti-sionista y pro-palestina. Por otra, si los embargos de la comunidad internacional ahogan su principal fuente de financiación, el petróleo, podrían surgir rebeliones internas que terminen con el derrocamiento del régimen. La única oportunidad para la paz es que necesite la existencia de Israel y de este juego de tensiones, tanto para mantener tanto la paz interna como un nivel suficiente de amenaza externa.
Es en el tema del petróleo donde entramos en juego los demás. Tengo más que mediada la lectura de "La economía del hidrógeno", de Jeremy Rifkin, un informe que recomiendo vívamente a quien quiera comprender mejor en qué mundo vivímos y a lo que se enfrenta la humanidad en los próximos años. Este librito, que data del 2002 pero asusta por lo vigente que sigue y lo acertado de sus predicciones hasta el momento, me ha ayudado a entender lo que nos jugamos en esta crisis irano-israelí. Y ello no es más que el posible adelanto de una crisis energética mundial sin precedentes.
Dicho así suena a una de esas profecías apocalípticas que nunca se cumplen, pero si hay algo cierto en todo esto es que nuestra civilización actual se basa en el oro negro. Según el informe mencionado, las últimas reservas de petróleo barato se encuentran en oriente medio. Una guerra abierta Irán-Israel podría cerrar o disminuir drásticamente el flujo de petróleo procedente de esa zona, nadie sabe por cuánto tiempo. Además de un aumento drástico del precio del barril, la consecuencia inmediata sería que el resto de países productores tendrían que aumentar sus exportaciones, agotando aún más pronto de lo esperado sus reservas. De esta manera, a corto-medio plazo, occidente se haría aún más dependiente del petróleo árabe.
Al principio me reí como todos de la ocurrencia, pero ahora veo con más sentido aquella Alianza de Civilizaciones de la que hablaba nuestro anterior Presidente del Gobierno. La primavera árabe era un acontecimiento que tenía que llegar antes o después, pero si de ella salen gobiernos islamistas moderados o radicales (porque islamistas serán seguro), depende el futuro geopolítico de la humanidad en este siglo. Un enfrentamiento abierto entre el Islam y Occidente, con el petróleo por medio, pondría en jaque la civilización tal y como la conocemos.

domingo, 12 de febrero de 2012

Bichito

Me fascina lo pequeño, lo que pasa desapercibido del ojo no entrenado. Un día de estos tengo que hacerme con uno de esos microscopios estereoscópicos que permiten ver con gran aumento y sin necesidad de placas. Un día de estos...
Mientras tanto, os presento a un bichito que he rescatado del sofá y he dejado en una planta del patio. Por cierto, si me lee esto Lunaria me mata, je, je.