jueves, 31 de enero de 2008

El dilema del ciudadano

Existe todo un apasionante área de las matemáticas denominada teoría de juegos. Nacida con la vista puesta en el estudio de la economía, tiene aplicaciones en muchos otros campos, desde la informática hasta la filosofía.

Un caso paradigmático dentro de esta teoría es el dilema del prisionero. Os lo resumo. Dos personas son acusadas de un crimen. Si los dos callan, los condenan a una pena de meses de prisión. Si los dos confiesan, los condenan a ambos a una pena de varios años. Por último, si uno decide traicionar al otro y éste calla, el traidor sale libre y el traicionado sufre cadena perpetua.

Se trata de un caso particular porque la estrategia de maximizar el beneficio, si los dos jugadores la aplican de la forma tradicional, da un resultado peor que si ambos deciden cooperar. En efecto, supongamos que pensamos que el otro nos va a traicionar. Siempre será mejor confesar, porque o bien salimos libres o sufriremos una pena de varios años, pero nunca la cadena perpetua. Sin embargo, si ambos cooperan y no se traicionan, sólo sufrirán una prisión corta.

Este dilema lo veo a diario en muchas situaciones relacionadas con el buen comportamiento ciudadano. Por ejemplo, conduciendo a la salida del trabajo. Hay un único carril de salida de Cádiz hacia el puente Carranza, pero otra vía de servicio se une a éste justo a la entrada del puente. Algunos avispados toman la vía de servicio y evitan el tráfico, pero al incorporarse en la boca del puente provocan frenazos en el carril principal y terminan creando un atasco monumental. Si más gente toma la vía de servicio, no se adelanta nada con la maniobra, y además la retención es mayor. Pero si nadie tomara la vía de servicio no habría tanto atasco, y todos sufriríamos sólo velocidad lenta, pero sin paradas.

Otro ejemplo son los aparcamientos de mi calle. Hay parterres para árboles cada poco, de tal forma que cada hueco de aparcamiento da para dos coches. Si aparcas de manera descuidada sólo cabe el tuyo, o dificultas mucho la maniobra de entrada o salida del otro. Si todos aparcáramos pegando el coche al extremo, el segundo coche entra y sale de maravilla. Éste es un ejemplo de lo que se denomina dilema del prisionero iterado, ya que da la oportunidad la próxima vez que aparcas a hacerlo bien o mal, castigando la conducta del otro. Lo habitual en estos casos es que se termine cooperando, porque los castigos hacen que la gente aprenda.

Estoy seguro que todos podríais poner más ejemplos de este tipo de situaciones. Yo siempre elijo ser el “prisionero cooperativo”, y creo que la mayoría de la gente hace lo mismo, pero por desgracia no todos somos así. El resultado habitual, hablando en la terminología del cuento, es que el hijo de puta que sólo piensa en sí mismo sale libre, y al resto nos toca la cadena perpetua. Hasta el día que me harte, que espero no llegue nunca, porque puede ser entonces cuando me pueda ver de verdad en un juzgado.

domingo, 20 de enero de 2008

El 3x4

Llegan los carnavales, y con ellos el cachondeo, los tipos (disfraces), las agrupaciones y todo lo demás. El 3x4 inundará primero la radio y la televisión y luego las calles.
¿Pero qué es eso del 3x4? Si haces esa pregunta por Cádiz te dirán que es "el ritmo del carnaval". "No se puede prescindir del 3x4, tiene sabor añejo" leí hace poco en un periódico. La realidad es que pocos saben explicar de verdad qué es. Pero para eso estamos aquí.
Para empezar no es un ritmo, sino un compás. Ritmo es la repetición en períodos regulares de sonidos. Dos características fundamentales de un ritmo son el tempo y el compás. El tempo (o tiempo) no es más que la frecuencia a la que se repite el ritmo, más rápida o más lenta. El compás es el número de subdivisiones en los que se divide cada período del ritmo.
Y seguimos con las confusiones. Tampoco se escribe 3x4, sino 3/4. En un compás la primera cifra indica el número de tiempos que contiene, y la segunda la duración de esos tiempos. Por convención, 4 es una negra y 8 una corchea. Por lo tanto, en un 3/4 cada subdivisión del ritmo contiene tres negras. Dicho de otro modo, las notas de la composición están subdivididas en grupos de tres notas negras u otra combinación de igual duración.



Dicho así parece difícil de entender, pero no es tal. Para entenderlo tomemos por ejemplo el vals del Danubio Azul. Sí, ¿o es que alguien pensaba que el "3x4" era exclusivo del carnaval? Por si alguien no lo recuerda aquí tiene un cacho. Pasad al minuto 1:30.



Bien, ahora seguid el ritmo con palmas. Dos palmadas suaves y la tercera más fuerte, dos palmadas suaves y la tercera más fuerte. Todas de la misma duración. ¿A que se acopla bien a la melodía? Si intentamos otro compás, por ejemplo una palmada suave y otra fuerte (2/4) o tres suaves y una fuerte (4/4), no encajará bien. Lo más seguro es que terminemos de nuevo dando dos suaves y una fuerte, o metiendo silencios para que aquello encaje (los silencios equivalen a notas de igual duración).
De hecho, al bailar el vals, ¿no seguís un ritmo 1-2-3, 1-2-3? Eso es un 3/4.

Ahora al carnaval de nuevo. Un ejemplo muy bueno del "3x4 de sabor añejo" lo dan los pasodobles la chirigota de Manolito Santander. Y de entre todos ellos, el que sigue gustó tanto, que se ha convertido en el himno "pseudo-oficial" del Cádiz, C.F.




Actualización: Me acaban de decir que el Cádiz ha perdido contra el Hércules 1 a 2. Pero no importa. Por eso viva mi Cádi, vivan los cadistas, vivan sus cohoneeeeee. :)

miércoles, 16 de enero de 2008

Mi primera quedada

Quien haya intercambiado cuatro frases conmigo en las últimas semanas sabe que estoy como un niño con zapatos nuevos con mi moto. Es difícil de entender para aquellos que nunca se han planteado el tema, así que ni siquiera lo voy a intentar. Sólo diré que si pasan dos días sin cogerla ya tengo mono, y que de lo único que me arrepiento es de no haberme sacado el carné y comprado la moto antes.
Una de las primeras cosas que he hecho tras convertirme oficialmente en motero es hacerme miembro del foro del Club CBF (allí sigo siendo Malatesta). A partir de ahora tendré mi tiempo dividido aquí y allá. Allí, a parte de aprender cosas útiles y gastar aún más dinero en los tentadores grupos de compra que se forman, conozco a más gente y me entero de las diferentes quedadas.
El fin de semana pasado, por ejemplo, se organizó en El Puerto de Santa María una pequeña concentración con desayuno, ruta y almuerzo, organizada por el club El Tani. A lo último no me quedé, pero lo pasé genial. Nada que ver con Pingüinos'08, pero acudieron bastantes motos. Quedé con otros foreros en las cercanías de un centro comercial. La foto que sigue muestra mi moto junto con la de un compi.


Luego fuimos al lugar de la concentración y allí nos encontramos a este simpático motero.


Como digo la ruta fue cortita, pero para un novato como yo toda una experiencia. Navegando por la red encontré un sitio con fotos de la quedada, y entre ellas el compi que me acompañó encontró esta foto que nos hicieron en ruta. No se ve casi nada, pero bueno, os creéis que el de la derecha soy yo (por cierto, con mi nueva Dainese de cordura), y ya está.


En fin, que me gustó mucho la experiencia, así habrá que repetir. La próxima que queda cerca en tiempo y espacio es el 2 y 3 de febrero en Rota.

¡Saludos cebeferos! V'sssssssssssss

martes, 15 de enero de 2008

¡Feliz cumpleaños Ampharou!

Querida Ampharou,
Que tengas un feliz día de cumpleaños junto a los tuyos, y que la maldición de cumplir años en fechas cercanas a los Reyes Magos no te prive de "cienes y cienes" de presentes.
Aprovecho la ocasión pora agradecer tu amabilidad, tu dulzura y cómo no, esos textos con los que nos regalas de vez cuando.
Como el que sigue, uno de mis preferidos. Espero que no te importe que me lo quede un ratito.
Un beso.

Gualterio


Historias de autobús
Cada día, entre lunes y viernes, salgo de casa a la misma hora: tarde. Cada día, a la misma hora, espero el autobús en la parada que hay justo enfrente de mi casa. Y cada día, a la misma hora, solemos esperar el autobús los mismos: la chica que llega a la parada hablando por el móvil, que sube al bus hablando por el móvil y que continúa todo el trayecto hablando por el móvil; la señora con moño que vive en mi mismo bloque; el ejecutivo estresado que mira la hora continuamente y algunas personas más, asiduas o pasajeras a esa hora y a ese autobús.
De las primeras, también hay una rubia preciosa de cabellos brillantes y ojos de un azul intenso que, indefectiblemente, llega abrazada a un chico guapo al que tan sólo hay que mirar de reojo para darse cuenta que vive entregado a ella: le quita con auténtica devoción cualquier mechón rebelde de la cara, ríe con cada mohín de ella y le habla con tanta dulzura que los que le oímos no podemos dejar de esbozar una sonrisa. Ella, mimosa, apoya su cabeza contra su hombro mientras espera, como todos nosotros, el autobús que parece no llegar nunca. Cuando al fin aparece, ella levanta la cara, se quita el chupete y suelta un «papá» que suena como un cascabel.
No debe haber cumplido los dos años. En cuanto subimos al autobús en perfecto desorden, tal y como sólo sucede en Cádiz, el papá, con la preciosidad en brazos, se sitúa, siempre que puede y el autobús no es una réplica exacta de una lata de sardinas despresurizada, junto a las ventanillas de la parte izquierda del autobús. Desde allí, la pequeña no le quita la vista a la acera de enfrente, que pasa deprisa en dirección contraria. Se sabe la calle de memoria y basta con que el padre le diga «mira, la playa» cuando por alguna bocacalle se adivina un trocito de mar para que ella abra los ojos y la boquita todo lo que puede y le pida a su papá «ota paya, sí, papá?».
Ambos se bajan en mi misma parada, no sin antes despedirse debidamente del autobús. Yo, a mi vez, sonrío por enésima vez y me despido, para mis adentros, de ellos.
Ampharou, 10 de junio de 2007

sábado, 12 de enero de 2008

Anuncios de la Once

Si tuviera que elegir a mi anunciante preferido, sería la Once. Desde siempre han demostrado buen gusto para elegir las agencias y las campañas publicitarias. O quizás simplemente el producto que venden, la ilusión de ganar mucho dinero de un golpe de suerte, sea mucho más fácil de publicitar que el resto.
Todos os acordaréis de algún anuncio de la ONCE que os haya gustado. Desde el histórico "Traerá cola" del 87, pasando por la campaña de la canción del verano del 2003 o el extra de verano del año pasado "Esto va a ser la caña".
La última campaña también tiene su punto. Me parto con el de la jefa y el pelota que son barridos por el pelotazo.
Pero no sólo me refiero a los anuncios televisivos, que también, sino a otros medios como cuñas publicitarias radiofónicas o anuncios para la prensa escrita. Como ejemplo de esto último, hace tiempo alabé una campaña de la Fundación Once con el eslongan "Seas quien seas, seas como seas, BIENVENIDO" .
En cuanto a las cuñas, hace tiempo hubo una serie descononante en las que un agraciado se despedía de su jefe, del despertador o de su hipoteca. Las he buscado con ahínco pero no he conseguido encontrar los textos. Acudo a mi memoria terminar rescatando la frase final de éste última.
Querida hipoteca, adios.
[...]
Qué ironía, nuestra relación es papel mojado... mojado de mis lágrimas, pero no de tristeza, sino de las carcajadas que no puedo retener dentro de mi boca al saber que te vas... nunca tuyo,...
Pues eso. :)

miércoles, 2 de enero de 2008

Madrina

Título: Madrina.
Autor: Joe McNamara.
Fecha de ejecución: Enero 2008.
Técnica: Pastel sobre papel.
Tamaño: 34 x 29 cm (sólo figura)
Tema: Retrato de la madrina del autor.
Comentario del autor: "Segundo retrato a pastel. Creo que ya he aprendido los cuatro trucos de esta disciplina. Espero que le guste a la destinataria, aunque con los retratos nunca se sabe."

Nota: Me acabo de dar cuenta de que he firmado '07 en lugar de '08. Ains...