Una idea perturbadora me asalta últimamente, y me impide escribir sobre cualquier tema. Y es esta: no poseo ningún pensamiento original.
No me refiero a que lo que pueda discurrir ya lo haya pensado alguien antes. Eso se da casi por descontado. Voy más allá. He llegado a la conclusión de que no hago más que regurgitar pensamientos que he ido tomando de otros.
Parece radical, pero no es tan descabellado. Desde que tengo uso de razón no hago más que recibir y almacenar información. Leo, veo televisión, escucho la radio, convivo con más gente. ¿Cómo puedo asegurar que incluso esta reflexión no la he leído antes en una novela, o forme parte del diálogo de una película?
Naturalmente la humanidad avanza. Eso significa que hay personas a las que se les ocurren ideas nuevas. Habitualmente no de la nada, sino sobre el conocimiento que otras personas han ido construyendo antes. Pero me da la impresión de que esto pasa muy pocas veces, y desde luego no a mí. En definitiva, me veo como un papagayo que piensa y repite frases aprendidas. Quizás construidas de otra forma, pero que no me pertenecen al fin y al cabo. 
Yo no creo que sea tan importante tener pensamientos o ideas originales y nuevas sino que la novedad está en expresar de una forma personal lo que ya han pensado o expresado otros. Las ideas no son lo importante, pues, sino la persona que las expresa, que es única, original. También hay camelos, claro, o sea, copiones, pero no creo que sea ese tu caso porque no creo que sea esa tu intención... En fin, no sé si me explico pero la conclusión es que yo disfruto leyéndote y que lo que encuentro en tu expresión no es lo que encuentro en otras. En definitiva, sigue así, y sigue haciendo que la humanidad avance. Porque avanzamos: no bromeo si digo que a mí me has enseñado muchas cosas que otros no supieron hacerme ver ¿No es eso avanzar? Y, si yo avanzo contigo, al fin y al cabo ¿No avanza la humanidad ya que tú y yo somos parte de ella?
ResponderEliminarIsmo, qué decirte... aparte de que muchas gracias por tus cálidas y totalmente inmerecidas palabras.
ResponderEliminar¿Sabes? Al leerte de repente he recordado que hace años (sí, años) escribí algo similar y tú me contestaste más o menos de forma parecida. Curiosa esta relación bloguera que dura ya más de un lustro.
Esta vez me ha dado una neura aún más radical. No sólo me refería ya a mis escritos, sino a mis más íntimos pensamientos. Me veo un poco como ese "experto" en deportes al que finalmente descubres que no hace más que repetir lo que lee en el Marca, y no tiene criterio propio. El peso de lo aprendido me parece abrumador frente a la ilusión de libertad de pensamiento.
Pero no te preocupes, es una de esas paranoias que tan pronto me hacen comerme el coco unos días y que luego olvido... hasta dentro de otros tantos años.
Me has recordado un par de cosas al leerte, te las pongo por aquí:
ResponderEliminar1. “Nuestros jóvenes de hoy en día aman el lujo, tienen pésimos modales y desdeñan la autoridad, muestran muy poco respeto por sus superiores y pierden el tiempo yendo de un lado para otro, y están siempre dispuestos a contradecir a sus padres y tiranizar a sus maestros” Socrates. siglo IV a.C
2. "Todo lo que podía ser inventado ya ha sido inventado“ Charles Duell. Commissioner, U.S. Office of Patents, 1899
El primero lo pongo porque un poco es la prueba de que en realidad no hemos cambiado tanto, los pensamientos siempre son los mismos por lo que en normal que las ideas también sean comunes, pero estoy de acuerdo con todo lo que dice Ismo ahí arriba. Y tampoco es lo mismo llegar a conclusiones comunes o tener influencia de algo que alienar la mente y aceptar y asumir todo lo que vemos y oímos sin parar a pensar por nosotros mismos....
La segunda porque a pesar de todo siempre se puede ir una vuelta más alla... en todo...
Y para concluir una cita de Gregorio Marañon:
“Las gentes que no piensan nada por sí solas, pensando al revés de las que ya han pensado se creen también en posesión de ideas originales”
Porque creo que es mejor dudar de todo, incluyendo la autoría y originalidad de nuestras ideas, que caer en el error que comenta Don Gregorio.
Me has dejado sin palabras con tanto argumento de autoridad, je, je.
ResponderEliminarLa primera y la segunda las conocía. La primera siempre me hizo mucha gracia.
La tercera no la había escuchado nunca. Quizás le sería de utilidad a Apple en su juicio contra el resto de tablets.