La Fórmula Uno me aburre hasta el coma. De eso no tiene la culpa Fernando Alonso, pero sí que tiene parte de culpa en que me aburra también durante los anuncios de mis series favoritas. Ese hombre será muy buen conductor y tal, pero para mí que es… Un momento, ¿será lícito llamar carajote a un personaje público desde una bitácora personal? Probablemente no, así que sigo.
Soy de los que considera la publicidad una forma de expresión artística. El que tenga una finalidad comercial no invalida esta afirmación. Un buen anuncio, te convenza o no, siempre es de agradecer. La cuestión es que a pesar de la cantidad de anuncios que lleva rodados el amigo Alonso, todavía no he visto uno realmente bueno. ¿Que no?
Entre los anunciantes que lo han elegido están: Barritas Hero Muesli, Juego de Fórmula 1 para Play Station 2, Cerveza Buckler, Ropa deportiva Guru, Relojes Sandoz, Renault, Telefónica ADSL, Banco Santander, Movistar, Vodafone, Mutua Madrileña, y alguno que me olvido seguro.
La calidad de los mismos varía de malos a pésimos. Por salvar algunos, en todo caso el de la Buckler, que por lo menos se lo curraron con el escenario y el muchacho no abría la boca, y el del Megane del cerdo que no muerde y la curva imposible, por mínimamente original. Por supuesto no cuento aquel anuncio del Megane en la que es un dibujo animado y a todo quisque le cortan la cabeza.
Si partimos de la base de que hay publicistas buenos y malos, y la cantidad de anuncios que ha hecho, la estadística dice que por fuerza algo de culpa debe tener nuestro amigo.
Yo destacaría tres perlas:
1) El anuncio de Movistar en el que Alonso aparece bailando claqué. Más falso que una moneda de tres euros. Fomentaba confiar en la compañía, por los c…
2) El de Mutua Madrileña en el que el tipo se limita a sestear. Hombre, ya sabemos que es un soseras, pero al menos que se gane los 10 millones de euros anuales que saca el tío en publicidad de forma individual, aparte de los 23 de su ficha, la mayoría también procedentes de la publicidad.
3) El de Vodafone, en el que entre otros motivos que nos impiden poder ser Fernando Alonso, incluye “Yo no tengo una forma física sobrehumana”. Tócate.
En los anuncios con figurines, hace falta poco más porque lo que se busca es el figurín... Yo tampoco he visto un sólo anuncio bueno de José Coronado, Penélope Cruz o Antonio Banderas... con el agravante de que éstos son actores y Fernando Alonso sólo es piloto.
ResponderEliminar¿Belén Rueda saltando del palo mayor en plan buscador de perlas?
En fin, publicidad, que sería otro tema.
Si es que el muchacho es saborío con avaricia. Eso sí, que se vaya poniendo las pilas, que ya hay quien ha encontrado un patrocinador mejor:
ResponderEliminarhttp://www.elmundo.es/elmundodeporte/2007/06/28/motor/1183041577.html
Es que el spot del cerdito Borja era realmente malo...
ResponderEliminarYo no soy muy alonsista, y la verdad es que me satura. Desde que veo las motos la F1 me aburre.
Un saludo!
Estoy contigo Josemari; Fernando Alonso no tiene atractivo alguno para la publicidad. La verdad es que no es fácil encontrar deportistas que lo tengan, la mayoría aprovechan sus cualidades o aptitudes deportivas en la publicidad pero no llegan a convencer como actores.
ResponderEliminarA mí, particularmente, un deportista que me agrada tanto en la publicidad como en los espacios deportivos en los que le he visto como conductor o invitado al programa es PERICO DELGADO.
Yo cada vez que lo veo anunciar el Mercedes me dan ganas de comprarme cuatro. Tanta emoción me embarga.
ResponderEliminarHombre, ismo, no sé. Mira que es soso también el Nadal, y sin embargo el anuncio ese de relojes con Gasol quedó simpático.
ResponderEliminarCurioso lo del papa, Ana. Estos católicos están locos.
Pues fíjate, Toni, que yo había puesto el del cerdito como de los menos malos...
Bienvenido, lalo, otro portorrealeño más que se une a nuestro lobby bloguero.
Beaumont, ya sabía yo que se me quedaba uno especialmente weno en el tintero.
La simpatía del anuncio está en función de la simpatía que te inspire el personaje: a mí los de Nadal con Gasol me parecen una tontería insufrible... por no hablar de ese en el que Gasol crece como nuestra cuenta en el banco... o el de Nadal Bollycao ídolo de jovencitas, o aquel en que su mamá le hacía un colacao para que ganase Wimbledon...
ResponderEliminarCreo que el único anuncio pasable que he visto de deportistas era el de la madre de Carlos Sainz, y creo que él no salía.
Teniendo a Raul, Nadal, Ronaldinho, Indurain,... parece injusto criticar a Alonso con tanta exclusividad.
E insisto en que la gente del gremio de actores tampoco despunta mucho más. Ningún anuncio de Alonso es tan pretencioso (y absurdo) como el de Viceroy.
La publicidad en la que aparece un personaje famoso no suele ser muy creativa por eso mismo, porque el reclamo ya lo tienen (o creen tenerlo) que es el jeto del famoso. A mi me encanta el rollo de la publicidad y si el anuncio es bueno lo disfrutas pero cuando esta se basa solamente en la imagen de alguien aburre o incluso despista porque tiendes a fijarte más en el famoso que en lo que realmente se esta vendiendo con lo que a veces el objetivo ni siquiera se cumple. De todas formas hay que ver qué sector de mercado quiere captar la empresa porque otro tipo de publicidad parecida es la publicidad en la que el personaje cuenta su experiencia con el producto, hay sectores de población muy receptivos a ese tipo de anuncios aunque a mi personalmente tampoco me gusta mucho, será porque no van dirigidos a mi grupo de población.
ResponderEliminarEstoy contigo en que es un soseras y que de gancho publicitario no tiene na.
Joe, estoy deacuerdo contigo, porque la verdad es que odio a fernando alonso, me parece un tipo engreido, superficial y egoista. No entiendo que se le adore, cuando hay deportistas en los que el exito esta mas contenido a su propia persona y no a un equipo de ingenieros que encima critica.
ResponderEliminarPor cierto, el tampoco tiene una forma fisica sobrehumana, el unico aspecto sobrehumano creo que es su talla de casco.
Un saludo malatesta, ya me queda poco para acabar....uuuu
Gigigigigigi.
ResponderEliminarY eso que un día lo escuché en "la ser", y dijo que no era tan borde como su primo "el guiñol". Creo que no se ha echado un vistazo interior... :P. Aunque siempre lo pintan bastante "engreído".
Qué bueno!!.
Santamaría, ¿has visto el cuello toro que tiene...?, eso también es sobrehumano... ¿se lo hinchará de helio?.
Giiiigigigigi.
Beeesos
Yo me voy a compra todo lo que anuncia. Y es que me siento muy identificado con él, no en lo de la forma física y eso, si no en lo saborido. ;P
ResponderEliminarIsmo, ¿alonsista? Se te ve picadillo, je, je. En ese caso lo siento, macho, porque por lo que no he tenido más remedio que oir (quiera o no quiera) este año le ha surgido un serio competidor en casa.
ResponderEliminarJajajaja, muy bueno el anuncio y buenísimo tu análisis sobre Fernando Alonso y sus puñeteras campañas publicitarias.
ResponderEliminarA mí la fórmula 1 nunca me ha llamado la atención, pero desde el despunte de Fernando Alonso puedo decir que la aborrezco. Por si fuera poco la invasión de la programación televisiva con las retransmisiones del pesado de Lobato, tenemos que tragarnos a Fernandito en todas las pausas publicitarias, vayas , diarios y demás.
¿No se dan cuenta que ya aburre?. Y encima es que el muchacho no lo hace nada bien. Tiene menos expresividad que un Geyperman (más quisiera). Eso sí, la millonada que se está embolsando con todo esto no se la quita nadie. ¡Qué vergüenza!
No soy alonsista. Siempre me han gustado los deportes de motor y Alonso es un magnífico piloto. Hamilton también lo es, y yo sigo pensando que Kimi también lo es, aunque no parezca que sea el momento para decir que Kimi es bueno...
ResponderEliminarPero la cuestión era si Alonso es un icono publicitario adecuado, no si nos cae bien, y no creo que haya dudas de que Alonso vende y de que es, para la publicidad, una gallinita de los huevos de oro. Sólo hay que echar un vistazo a las audiencias de la f1 en telecinco. Te gusta o no, pero así es.
Dicho esto, Alonso es un poco gilipollín, del estilo de Nadal, o Gasol, o cualquier adolescente que sea numero uno en un deporte tan competitivo. E insisto en que no es un actor... aquí, por ejemplo, para llevar un coche, no basta con chuparla bien, aunque no haya que tener una licenciatura.
Hay otra cuestión en tu escrito que me parece más interesante, y con la que discrepo. Dices que consideras la publicidad una forma de expresión artística cuando, en mi opinión, la publicidad simplemente se sirve de otras formas artísticas para vender un producto. El arte se pone al servicio de un fin publicitario, pero la publicidad sigue siendo una técnica de venta.
Resulta evidente, creo, que la publicidad me disgusta. Es mentirosa, estimula el consumismo y, aún en los casos en que podría pensarse que tiene un efecto beneficioso (campañas de ayuda, por ejemplo), su mensaje resulta tan superficial que dudo que realmente sirva para algo... y estoy casi seguro de que cualquier efecto beneficioso que cause será coyuntural, muy efímero... una saco de pasta (que acabará mal distribuida, aunque eso no es culpa de la publicidad) y el olvido.
La publicidad, por último, se convierte en un monstruo cuando decide que puede también adoctrinar... algo que sucede inadvertidamente hasta en los anuncios más inocentes de televisión: no sólo nos venden un quitamanchas, nos convencen día a día de la necesidad de seguir comprando.
Picado y bien picado, je, je. Me alegro, que hacía tiempo que no se suscitaba un debate por aquí.
ResponderEliminarLa cuestión no era si Alonso es un icono publicitario adecuado. Es evidente que sí. La cuestión (perdona mi egocentrismo) era que a mí no me gustan los anuncios en los que aparece. El tío me cae mal, lo reconozco, y me da igual si es el mejor piloto de fórmula uno. Mejor para él, ya ves, pero me sigue pareciendo un engreído. No todos los jóvenes deportistas con éxito lo son (vg, Joaquín el del Betis).
La otra cuestión me parece más interesante. La publicidad no es mala per se. O en todo caso, es un mal necesario en nuestro mundo actual. Ya que está ahí, mejor que sea de calidad. También otras expresiones artísticas pueden tener motivaciones y efectos elevados o perversos. Por otra parte, si es un arte separado o una mezcla de otras artes, ¿qué más da? Puede provocar desde sonrisas a sentimientos tan difíciles de expresar como el placer de rodar (BMW, con su famosa campaña ¿Te gusta conducir?).
Lo dicho, publicidad sí, pero de calidad.
Señoraaaaaaaaaa, deme dos de Hamilton y cuarto y mitad de Raikonnen!!!
ResponderEliminarLa publicidad de calidad no abunda... supongo que para gran parte del público no interesa. Yo conozco a un tipo que dice del anuncio de BMW: "Coñe ¿Dónde pone el precio del coche?"
ResponderEliminarYo creo que no abunda porque la publicidad sigue unos mandados... Hacer arte, en la publicidad, no es libre, puesto que se dirige a un objetivo no artístico sino crematístico. Tampoco creo que sea una mezcla de otra artes: emplea el dibujo, la pintura, la fotografía, el cine... pero también, supongo, emplea la estadística, sociología, psicología... y eso no convierte a un publicista en un sociólogo.
En realidad cualquier cosa que hagas en la vida puede tener su faceta artística. Puedes plantar melones con arte.
Pensemos en todos esos jingles que se convierten en grandes éxitos de la canción... Esa música está marcando en el mercado; hay música mucho mejor pero a la publicidad no le interesa... o desde luego no le interesa si dura más de 10 segundos.
No le interesa... a según qué publicidad. Yo le tengo que dar las gracias a un anuncio (de BMW again)el haber conocido una fantástica banda sonora, una maravilla de película y a un director que ya es uno de mis favoritísimos...
ResponderEliminarEn publicidad hay de todo, como en botica. Anuncios curradísimos y anuncios que parecen grabados en vídeo por el hijo de cuatro años del dueño de la marca. Anuncios que llegan (que no tienen por qué ser de los curradísimos) y anuncios abominables (que tampoco tienen por qué ser de los 'caseros'), así que sí, si haberla tiene que haberla, por lo menos que sea de calidad. Si nos tienen que vender, por lo menos que lo hagan con salero.
Ana, pero el precio que has pagado ha sido muy alto. Yo no niego que la publicidad pueda estimular la cultura, más cuando el receptor de esa publicidad es alguien inquieto, pero no ofrece nada que le sea propio ni que sea imposible conocer de otra manera.
ResponderEliminarPor decir: imagina la de anuncios malos que habrás tenido que tragar para ver el que te gusta... ¿Por qué "perdiste" tu tiempo viendo publicidad? (No pretendo criticarte, yo también lo hago)... Podrías adquirir ese conocimiento acudiendo al cine con más frecuencia, quizá, y te resultaría más enriquecedor...
A todos nos gustaría tener una cadena donde sólo aparezcan anuncios buenos (creo que todos nos estamos refiriendo a esa clase de publicidad, en tv) pero eso es imposible porque la publicidad, como se ha dicho aquí, se orienta a publicos diversos. Así, no niego los efectos benéficos de la publicidad, pero creo que impone un coste grandísimo por lo poco que ofrece.
No pretendo demonizar la publicidad, pero tampoco creo que exaltarla demasiado sea adecuado, siempre que pienses que hay cosas que se pueden cambiar en la sociedad. En mi mundo ideal, la publicidad es innecesaria.
Si la publicidad no existiese, no gastaríamos millones de euros en campañas electorales, por ejemplo. Esos euros sí que me pican. Necesitaría ver muchos anuncios de BMW para olvidarme de eso :)
¿Entonces el tema se convierte en si la publicidad es necesaria o no?. Yo creo que la respuesta es un claro sí. Y recuerda que la publicidad no se queda en los spots televisivos, sino que va desde las cuñas de radio hasta el diseño de las etiquetas. Y si ampliamos las miras, el marketing engloba, además de la publi, otras variables como las promociones, la distribución y el precio. Sin ellas no sería posible llegar hasta el consumidor final. Mal necesario en todo caso, pero necesario, seguro.
ResponderEliminarMe pregunto cómo sería tu mundo ideal. ¿Quizás con una única marca de coche? Porque en cuanto haya dos, ¿cómo decidirías entre ellas? O antes aún, ¿cómo sabrías que existen?
Yo entendía que hablábamos preferentemente de anuncios televisivos. Me parece muy bien puntualizar que existe publicidad de muy diversas clases.
ResponderEliminarTambién es cierto que hay terrenos limítrofes donde no es fácil marcar distinciones: una promoción, en cierto modo, es publicidad.
En mi mundo ideal, la publicidad tendría un papel mucho más restringido. Por ejemplo, no estaría autorizada a interrumpir la obra artística de un cineasta emitida por televisión, ni a colarse en mi casa o en mi teléfono a la hora de comer. Desde luego, sus contenidos no podrían ser equívocos... Impondría quizá algún canon para las marcas que hacen más publicidad... algo como forzarlas a vender sus productos más baratos... En fin, ya se que jode, pero yo empezaba a distribuir la riqueza cargándome la publicidad, jeje
Sobre todo creo en una publicidad que asuma voluntariamente, no en una publicidad impuesta por los usos sociales, que aparezca en mi vida sin pedir permiso como un mal sueño.
Curiosa tu frase final. En Futurama las empresas anuncian sus productos metiéndose en los sueños de la gente. ¡Brrrrr! Esperemos que el futuro se parezca más a tu mundo ideal que a Nueva Nueva York.
ResponderEliminar¡Que vuelva Schumi!
ResponderEliminar¡YA!
GG
pienso que el mejor anuncio de Alonso es el último (que ni idea de qué es) en el que sale durmiendo, así por lo menos no da tanto por culín...
ResponderEliminarcon esa peaso de cabesa... que es más fácil meterle el casco por abajo que por arriba...