lunes, 11 de julio de 2005

La sonrisa más bonita del mundo



Vanessa es ya una mujercita, pero conserva las facciones de una niña. De lo primero que te enteras cuando la conoces por primera vez es que sufre una enfermedad muy rara, el síndrome de McCune Albright, una variedad del síndrome de los huesos de cristal. Entre otros síntomas, que prefiero ni contar, ha sufrido multitud de fracturas, lo que ha terminado por deformar sus extremidades. Junto a su madre, Margarita, han sufrido además la pobreza, el abandono y el hambre.
Hasta aquí todo son desgracias, y uno no puede dejar de conmoverse por semejante cúmulo de injusticias de Dios y los hombres hacia una niña inocente. Pero su historia hubiera terminado por caer en el olvido, como tantas otras, si no fuera porque ni Vanessa ni Margarita se han rendido al desánimo y la autocompasión. Antes al contrario, son el más claro ejemplo de fortaleza vital y alegría de vivir que conozco.
No sólo eso. Vanessa-Margarita (en realidad son un sólo ser, pues no podrían vivir una sin la otra) ha creado una Fundación para ayudar a otros niños en situación parecida. Desde la humildad de su condición económica, y con el apoyo de unos cuantos cientos de socios, entre los que me cuento, estas mujeres están haciendo una increíble labor de apoyo moral y económico hacia familias con niños con enfermedades graves y sin recursos. Además, llevan varios años de lucha para conseguir que el Congreso apruebe una ley que no permita que estos casos no queden fuera del amparo de la Seguridad Social.
Aquí no acaba la cosa. Para recaudar fondos, Margarita escribió un libro, "Lágrimas de Cristal", y Vanessa ha grabado varias canciones junto a diversos artistas. No paran un instante. Se recorren el país de norte a sur en su coche, bien para visitar a niños con problemas, bien para conseguir apoyos a su proposición de ley.
Hace ya dos años que las conozco, y mi admiración hacia ellas sólo aumenta. Invito al que haya leído estas líneas a que visite su página, www.fundacionvanesa.com, y conozca a mi amiga Vanessa, la chica con la sonrisa más bonita del mundo.

1 comentario:

  1. bueno me conmueve esta historia estoy muy orgullosa de esa personita vanesa la verdad es que es mi tocaya yo tb me llamo vanesa y nuestro nombre significa bondad y mucho deseos de superación la verdad me encantaria conocerte pero se que es imposible pero sin conocerte se que desde ahora ocuparas un lugar mas en mi corazon byeee

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