Atasco. En el coche que circula junto al mío, una chica canta totalmente entregada la canción de la emisora que también yo estoy escuchando.
Por la calle. Una niña de unos cinco años, abrigo rosa y coletas, va a por pan mientras su madre le hace mil advertencias desde la puerta.
En el tren. Un grupo de hombres y mujeres de edad más que mediada cambia de asientos hasta tres veces, y a la mente se me viene la imagen de una bandada de pajarillos buscando trozos de bollicaos en el patio de un colegio.
Amanece. De camino al curro me paro bajo un árbol. Un gorrión, con los ojillos cerrados, pía aún medio dormido sin advertir que a sólo un metro por debajo estoy yo, sonriendo.
Por la calle. Una niña de unos cinco años, abrigo rosa y coletas, va a por pan mientras su madre le hace mil advertencias desde la puerta.
En el tren. Un grupo de hombres y mujeres de edad más que mediada cambia de asientos hasta tres veces, y a la mente se me viene la imagen de una bandada de pajarillos buscando trozos de bollicaos en el patio de un colegio.
Amanece. De camino al curro me paro bajo un árbol. Un gorrión, con los ojillos cerrados, pía aún medio dormido sin advertir que a sólo un metro por debajo estoy yo, sonriendo.
Una mañana productiva no?...jeje, veo que ya has aprendido ahacer frente a los atascos fijandote en esos pequeños detalles, y montandote tu historia.
ResponderEliminarUn saludo!
Si llego a ser yo, seguro que los ojillos cerrados del gorrión son porque está haciendo fuerza para giñar... ;)
ResponderEliminarQué evocador estás Gualterio.
ResponderEliminarParecen tiernas esas sonrisas. Nada mejor que ver sonrisas para donde tú mirás...
ResponderEliminarUn beso.
yo esta mañana iba en el coche cantando,tal vez era yo la del coche.
ResponderEliminarLe has puesto nombre al gorrión?.
un saludo
No me extraña que el gorrión te arrancara una sonrisa, pues me parece uno de los pajarillos más listos y graciosos que hay.
ResponderEliminarFue hace una semana, pero porqué no, Timini. No le puse nombre al pajarillo, pero de darle uno, sería Marta (era hembra y dormilona).
ResponderEliminarLos gorriones son mi debilidad. Hace unos meses otro me provocó otra de esas sonrisas solitarias. Estaba en la acera dándose un baño con el chorrito que caía de un aire acondicionado. Tan ensimismado estaba que no se dió cuenta de que ahí estaba yo, a un paso, disfrutando también con su baño.
Nada mejor que cantar a toda voz las canciones de la radio.
ResponderEliminarMe gustó ese recorrido al trabajo!
Me llamo Marta, soy hembra y dormilona...
ResponderEliminarOhhhhh qué tierno! qué bonito el pajarito ahí solito en la rama.
ResponderEliminarEs curioso observar a la gente. A mí es un ejercicio que de vez en cuando me gusta hacer: observar a los que pasan e imaginarme cómo serán sus vidas, a dónde irán, ... se pueden deducir muchas cosas por la actitud de la gente.
y esos pequeños detalles como el del pajarito en la rama hacen que los días no sean tan monótonos.
yo tengo una amiga que se llama igual q el gorrion y es hembra y dormilona,pero no seria ella porq esta marta no se anda por las ramas
ResponderEliminarPues si en tu barrio hubiera los mismos pajarracos negros que hay en el mío no te transmitirían tanta paz, parece que de un momento a otro se te van a echar encima para saltarte los ojos...
ResponderEliminarHay mas motivos de los que nos creemos a lo largo del día para sonreir y hay que buscarlos y aporvecharlos, que luego viene el lobo y se nos quita las ganas de to.
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