Imaginaos la escena. Estoy cenando tranquilamente. En un momento determinado levanto la vista del plato y miro hacia la tele, distraído. Lo que veo me deja con la cuchara a medio camino de la boca. Debe tratarse de un país del África subsahariana. Varios civiles están en el suelo, inmóviles, mientras uno de ellos es conminado por unos soldados a posar para la cámara. Un instante después es muerto a tiros. Como si nada.
No me ha dado tiempo ni a darme cuenta de qué se trataba. Ni siquiera tuve la oportunidad de apartar la vista. Además de asqueado por la ejecución, estoy furioso con los responsables de informativos de la cadena, por haberme obligado a ser testigo de ella. Otra imagen para mi galería personal de los horrores.
A mi mente viene inmediatamente una fotografía. Para mi desgracia la descubrí mientras me informaba sobre las SS para otro artículo. Otra guerra, otros protagonistas, el mismo espanto. Abajo, en primer plano, una fosa común llena ya de cuerpos desmadejados. Arriba, alejados de la cámara, un grupo de jóvenes SS observa la escena. En el centro, justo en el borde de la fosa, un pobre diablo espera arrodillado su turno. Un judío, o un polaco, qué más da. Junto a él, otro jovencísimo soldado le apunta a la cabeza con su pistola. Un segundo más y el hombre ya no existirá. Será uno más de los bultos inertes de la fosa común.
Cuando la descubrí no pude apartar la vista de la imagen. Una y otra vez recorría los rostros de los protagonistas, buscando algún tipo de emoción. Nada. Ni siquiera en la víctima cuya mirada, inexpresiva, se dirige a algo o alguien a la derecha de la fotografía, fuera de plano. Como si no fuera con él.
No sé porqué os cuento esto. Quizás para exorcizar de mi mente estas imágenes. A ver si no sueño más con ese hombre indiferente, de cara demacrada y grandes orejas. Ese hombre a punto de morir.
Ten en cuenta que eso, para muchas bestias de esa índole, es una forma de madurez. Claro que también son "órdenes de arriba". Y lo de los telediarios, tremebundo. Claro que hay que saber qué es lo que pasa, pero hay cosas indignantes. ¿Quíén dice que el mundo no está enfermo??
ResponderEliminarHablamos un poquillo de esto en nuestra última reunión,¿te acuerdas?...os dije que estaba preparando un post al respecto,pero creo que mi fase chopft se lo lleva con ella,así es que aprovecho que lo planteas en tu Guarida...Como os dije en tu casa,yo he optado por comer con mis hijos mientras Bob Esponja y Patricio les hacen parar para partirse de risa entre bocados...Me gusta que mis niños coman en familia,recuerdo que en casa lo hacíamos,sé que en mi infancia lo que se visionaba durante este momento era el Telediario de la 1,pero yo me niego a que mis hijos se lleven la cuchara a la boca viendo barbaridades,que no es que ellos no estén en este mundo,que sí lo están,que tanto su padre como yo y demás seres queridos y cercanos,les hablamos de las cosas...pero no,me niego a que mis hijos lleven las retinas cada vez más cargadas de barbaridades...y me niego precisamente porque no quiero que se acostumbren a esas imágenes,porque no quiero que un día se encuentren insensibilizados ante tales cosas,porque pretendo que sepan que esas cosas suceden,pero que no deben ser normales para ellos,que ojalá,ellos sean capaces de erradicar situaciones así...Sé,que hubo una opinión al respecto en la reunión que es totalmente argumentada y muy cierta,quizás,en el caso de los adultos...creo que era algo de "aborregamiento informativo y/o cultural"...lo sé,soy consciente de que tenemos que estar informados,pero hasta dónde es necesario mostrar...no necesito ver que alguien es capaz de quitarle la vida a nadie para que me recorra un escalofrío sólo de saber que ciertamente hay gente capaz de hacerlo,no necesito ver imágenes de Haití para llorar nada más enterarme auditivamente de la noticia,...quizás mis retinas no se acostumbraron a ver barbaridades y por eso aún soy sensible a sólo oír y saber sin necesidad de recrearme en lo nauseabundo que a veces somos.
ResponderEliminarPerdona que haya tomado así tu casa,Malatesta,y lamento no ser de mucha ayuda para ti...porque creo,que esa imagen no te abandonará,y espero y sé que seguirás sintiendo dolor cuando la recuerdes...y pienso,que tú no necesitas ver más,porque nada te hará más sensible a los hechos de lo que ya lo eres,y quizás por eso tu duda...quizás porque sabes que lo sufres sin ver por lo que te preguntes qué necesidad de mirar más...
Achuchones,Espadachín.
Yo también tengo clavada en la mente la mirada fría de ese hombre postrado minutos antes de ser asesinado. Me duró varios minutos en la cabeza antes de poder pensar en otra cosa.
ResponderEliminarY qué decir de las imágenes que tuvimos que traganos con la cena. Ya viste como me puse y cómo en ese momento acabó mi cena.
Por cierto, me parece que esas imágenes eran antiguas y fueron ya emitidas en el verano.
Ventiladorcular. Cierto. Por otro lado, en caso de crímenes de guerra las "órdenes de arriba" no son excusa, ni moral ni legal.
ResponderEliminarIndia, recuerdo la conversación, y en cierta medida, se ajusta a lo aquí expuesto. Probablemente el del informativo diera la típica advertencia previa, pero yo no la escuché, distraído con la cena. No es algo nuevo, de todas formas. Quién no recuerda la ejecución de un vietcong por un general sudviednamita. Está bien que los periodistas lo recojan. Está bien que sepamos que existen esas atrocidades. Quizás lo único a objetar es que no te lo planten delante en "prime time", sí o sí. Que puedas elegir verlo o sólo leerlo, por ejemplo.
Lunaria, yo terminé de comer, pero ya sin ganas.
Detrás de lo que planteas se esconde algo que a mi me parece más terrible aún que la misma ejecución, y es la posibilidad de que las televisiones no ofrezcan más que lo que el público desea, y que lo que realmente deseemos sea ver ese tipo de imágenes. A todos nos cuesta imaginar que sea así, pero las televisiones tienen estudios de mercado y técnicas que les indican lo que queremos ver, y los telediarios y toda su programación están a la altura de esos estudios. Naturalmente un estudio de mercado puede llegar a conclusiones erróneas, y diez estudios de mercado pueden errar, y no nos queda más consuelo que ese, pensar que se equivocan.
ResponderEliminarAlgo de cierto hay, ismo. Mira si no los accidentes de tráfico. A veces hay más accidentes en el lugar de un siniestro porque los que pasan bajan mucho la velocidad y miran, por puro morbo.
ResponderEliminarQuizás sea consecuencia de la curiosidad natural de nuestra especie. No sé.
A mi me paso mas o menos lo mismo, estaba dándole la cena a Diego y nos lo zampamos sin más. Como si fuese la escena de una película, aunque sabía que no, que era real, que esas personas estaban vivas, asustadas y sentían el horror de aquella locura.
ResponderEliminarSe que el no ver esas imágenes no significa que no ocurra, siempre lo he dicho, pero no quiero acostumbrarme a verlas y no quiero que diego crezca en este ambiente en el que todo vale.
Está visto que el mundo no reacciona por mucho que se emitan esas barbaridades, acabaremos viéndolas como una curiosidad de algo que pasa fuera, muy lejos de nosotros, lo bastante como para que no tengamos que preocuparnos mientras esperamos la siguiente noticia horrible, bien repanchingados en el sofá.
Necesito más gente como tú, más, muchos más. A lo mejor así, entre la masa, no parecemos tan idiotas ;)
ResponderEliminarSalud, Malatesta. Por la estupidez. Por Esta estupidez. Por que nadie nunca nos la quite