Ella le miraba, aterrada; él contemplaba las nubes.".
A. Malraux, La condición humana
La cita de arriba la leí cuando tenía 16 años, en el libro de filosofía de 3º de B.U.P. Hay citas que te marcan, y esta es una de las que me han marcado a mí. No importa que se tratara de una novela, ni siquiera saber si el autor defendía lo que su personaje dice en ella. A mi yo de 16 años le pareció una verdad absoluta; tanto, que ha resonado en el fondo de mi cerebro desde entonces: "[…] se necesitan cincuenta años para hacer un hombre [...] Y cuando ese hombre está hecho, [...] no sirve más que para morir."
La novela la devoré más que leí, el año pasado, y me conmovió. Ambientada en Shanghái en 1927, durante la guerra civil china, toca varios temas esenciales: el amor, la soledad, la dignidad, la muerte...
Bien, ha llegado ese momento. Y las certezas de la juventud se han ido volviendo dudas. ¿Son necesarios 50 años para hacer una persona? O peor aún, ¿está finalizada, al llegar a la madurez? Vuelvo la vista atrás, y veo que no soy la misma persona que hace 30, 20, 10, ni siquiera 5 años. En lo esencial, quizás; pero mi forma de ser y mi punto de vista sobre la vida, las relaciones personales e incluso sobre mí mismo ha variado bastante. Y creo que seguirá haciéndolo.
No, creo que nunca dejamos de hacernos. Incluso podemos retroceder; deshacernos de alguna forma, para seguir construyendo más adelante. Y eso me da esperanza. Porque entonces tampoco creo que no sirva más que para morir.