sábado, 15 de febrero de 2025

La condición humana

"- Ya conoce usted la frase - dijo Gisors -: Se necesitan nueve meses para hacer un hombre, y sólo un día para matarlo. Lo hemos sabido tanto como puede saberse, el uno y el otro... May, escúcheme, ¡no se necesitan nueve meses, se necesitan cincuenta años para hacer un hombre; cincuenta años de sacrificio, de voluntad, de... tantas cosas! Y cuando ese hombre está hecho, cuando ya no queda en él nada de la infancia ni de la adolescencia, cuando verdaderamente es un hombre, no sirve más que para morir.

Ella le miraba, aterrada; él contemplaba las nubes.". 

A. Malraux, La condición humana

La cita de arriba la leí cuando tenía 16 años, en el libro de filosofía de 3º de B.U.P. Hay citas que te marcan, y esta es una de las que me han marcado a mí. No importa que se tratara de una novela, ni siquiera saber si el autor defendía lo que su personaje dice en ella. A mi yo de 16 años le pareció una verdad absoluta; tanto, que ha resonado en el fondo de mi cerebro desde entonces: "[…] se necesitan cincuenta años para hacer un hombre [...]  Y cuando ese hombre está hecho, [...] no sirve más que para morir.

La novela la devoré más que leí, el año pasado, y me conmovió. Ambientada en Shanghái en 1927, durante la guerra civil china, toca varios temas esenciales: el amor, la soledad, la dignidad, la muerte...

Bien, ha llegado ese momento. Y las certezas de la juventud se han ido volviendo dudas. ¿Son necesarios 50 años para hacer una persona? O peor aún, ¿está finalizada, al llegar a la madurez? Vuelvo la vista atrás, y veo que no soy la misma persona que hace 30, 20, 10, ni siquiera 5 años. En lo esencial, quizás; pero mi forma de ser y mi punto de vista sobre la vida, las relaciones personales e incluso sobre mí mismo ha variado bastante. Y creo que seguirá haciéndolo.

No, creo que nunca dejamos de hacernos. Incluso podemos retroceder; deshacernos de alguna forma, para seguir construyendo más adelante. Y eso me da esperanza. Porque entonces tampoco creo que no sirva más que para morir. 

2 comentarios:

  1. Es urgente que a las generaciones que aún están lejos de los 50, se les recuerde que siempre podemos construirnos, reconstruir nos.

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  2. Pues sí, aunque como todas estas cosas, al final las debemos aprender por nosotros mismos, a base de prueba y error.
    Yo mismo he de recordarme casi cada día que siempre existe la oportunidad del cambio, que nada está escrito en piedra, y que no cambiar, también es elegir.
    Gracias por comentar, Desi :)

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