jueves, 16 de noviembre de 2006

Historias de batallas: La Guerra de los Seis Días

Acabo de terminar la lectura del libro de Michael B. Oren sobre la guerra árabe-israelí de 1967, conocida como la de los Seis Días.
No es un libro de historia bélica al uso. Se entretiene menos en los detalles operativos que en los prolegómenos y consecuencias, y proporciona una detallada descripción de la personalidad de los dirigentes de los países implicados así como de las negociaciones diplomáticas que tuvieron lugar entre bambalinas.
Una breve reseña histórica. El moderno Estado de Israel nació en 1948 tras el término del mandato británico sobre Palestina, como consecuencia de los movimientos migratorios propiciados por el sionismo, o vuelta de los judíos a la Israel histórica. La declaración de independencia provocó la primera guerra con los países árabes vecinos, cuya consecuencia fundamental fue la desaparición, antes incluso de que naciera, de un Estado Palestino. La segunda guerra árabe-israelí tuvo lugar en 1956, y tuvo como escenario el Canal de Suez, conquistado y luego devuelto por Israel a Egipto.
El libro, muy ameno en su lectura, ayuda a entender un poco la sorprendente (por aplastante) victoria israelí sobre los más numerosos ejércitos egipcios, jordanos y sirios en aquel junio del 67. Frente a la amenaza que suponían los ejércitos árabes concentrados en las fronteras, y coaligados a pesar de las disensiones por el dirigente egipcio Nasser, los israelíes, con Dayan como ministro de defensa, decidieron atacar primero. En menos de una semana, la IDF (el ejército de Israel), destruyó casi por completo la aviación egipcia, y conquistó el Sinaí y Gaza a Egipto, Cisjordania a Jordania, y los Altos del Golán a Siria. Una victoria que no estuvo fundamentada, como creía yo antes de leer el libro, en la mejor preparación de la tropa o en un mejor armamento, sino principalmente en la mayor motivación de los israelíes y sobre todo, en la pésima actuación de los altos mandos árabes (sobre todo egipcios).
Pero lo más interesante, sin duda, es que ayuda a comprender la génesis de la situación actual. Resulta sorprendente comprobar que hoy en día seguimos siendo testigos de un problema que tiene más de medio siglo de antigüedad. Actos terroristas palestinos, apoyados por estados árabes vecinos respondidos por represalias israelíes, incluyendo bombardeos sobre poblaciones civiles, eran entonces y son hoy el día a día de la región. También las posibles soluciones se apuntaban entonces: paz y reconocimiento del derecho de Israel para existir, por devolución de territorios y autonomía para los territorios de Gaza y Cisjordania.
La historia nos enseña que mientras no se resuelva el problema del pueblo palestino, no habrá paz no sólo en oriente medio, sino en el mundo. Fueron la excusa para legitimar la agresividad de los países árabes vecinos contra Israel, y hoy en día para los ataques terroristas de Al Qaeda. En principio, la solución más obvia es aprender a convivir. Sin embargo, es difícil hablar de convivencia cuando ambos bandos han enterrado a tantos muertos. Terrorismo y represión forman un círculo vicioso del que es complicado escapar, y cuyos daños colaterales se han visto en puntos tan alejados como Nueva York, Madrid o Londres.
No hay soluciones mágicas, pero cuando dos pueblos demuestran una incapacidad para la coexistencia como el judío y el árabe (no sólo hay miles de refugiados palestinos, sino que también pasó otro tanto con los judíos que residían en países árabes), quizá la única salida posible sea volver al plan inicial de la ONU, con la repartición del territorio en dos naciones independientes.
Ojalá esta Guerra de los Sesenta Años (más que de los Seis Días) no dure otros sesenta más.

22 comentarios:

  1. Me parece muy acertado recordar que, en el origen de este enfrentamiento, existía un intento de invasión del bisoño Israel por parte de cualquier país árabe que tuviese a su alrededor. Israel, como bien dices, se ocupó de disuadir sus expectativas en sólo 6 días, a pesar de contar con un ejército más pequeño y peor armado.

    Dudo que la resolución del problema palestino resuelva los conflictos en Oriente Medio. Estoy seguro de que los radicales islámicos no tardarían en encontrar otra excusa para hacer saltar una estación por los aires. Digerir 6 días les está costando unos 60 años: no debe ser fácil llegar a acuerdos con gente tan resentida.

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  2. Como complemento histórico de la zona y además de ser uno de los libros (si se le puede llamar así) de aventuras más bellos que he leído nunca, leete Los Siete Pilares de la Sabiduría de Lawrence (sí el de Arabia). Sirve para saber buena parte de origen de la estúpidez que rige en la zona. Y como no, por culpa de los que salimos en el centro en todos los mapas mundi.

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  3. Quizás no resuelva todos los problemas, pero rebajaría mucho el nivel de tensión. Y aunque seguiría habiendo islamistas radicales, los moderados tendrían menos motivos para unírseles.
    Habrá que buscar el libro del amigo Lawrence (para siempre Peter O'Toole). Pero eso tras terminar Odalisca, cada cosa a su tiempo.

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  4. Tranquilo, que también lo tengo y te lo haré llegar, como si quieres ver de nuevo la película que la tengo en DVD. Y cómo siempre, lo encontrarás en la mesa de enfrente. ;)

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  5. Me lo apunto, el libro.
    ¿Lo has leído en inglés? Ay, en ese caso cien gallifantes para ti. Por aplicado ;)

    Es lo que debería hacer yo si no fuera tan vaga.

    Gracias!

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  6. Es tremendo lo que ocurre. Y no parece que haya modo de que los contendientes lo entiendan. Temo que, como dices, esto se prolongue 60 años más. Eso, si no salimos todos volando por los aires. Saludos cordiales

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  7. Me quedé sin gallifantes, Cris. El libro me lo prestaron en español. Puse la portada de la versión inglesa porque no encontré otra :). Pero siempre que puedo leo los libros en inglés. Ganas de sufrir, supongo. Con el que más disfruté en versión original fue The Thin Red Line.
    Espero que no lleguemos a tanto, Isabel. Por cierto, que ahora mismo me paso por tu sitio a ver si ya hay un nuevo episodio de la historia de Psique y Cupido. Aún no he terminado de leer los anteriores, pero lo cierto es que engancha más que una telenovela. Aprovecho para recomendarla a los que pululan por aquí.

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  8. Hay un libro que se llama "Palestina Existe" y en el que cuentan, según dicen... que yo aún lo tengo en lista... la situación de Palestina.
    Supongo que será complementario a este libro.
    De todas formas tomo nota del título y lo pondré en lista, pero en preferentes. En la carrera nos explicaron toda la situación del conflicto... los antes y los ahoras... pero yo ya no me acuerdo muy bien.
    La edad...
    Besicos

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  9. Ismo, no te olvides de los misiles mal dirigidos por los israelitas que tienen por misión divina eliminar familias enteras.

    Aquí no se libra ni el apuntador en este dislate.

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  10. No solo estan los intereses de las partes implicadas sino los de todos los buitres superpoderosos que viven de ello...justamente porque hasta que no se resuelva el problema palestino no se pondra' fin a este conflicto ni al terrorismo. Pero se acabaran muchos beneficios que este conflicto trae.
    Y a veces no se' hasta que punto la ONU tenga poder o sea honesta...es un rollo.
    Parece buen libro...
    Un abrazo

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  11. Me uno a las palabras de TICTAC, hay tantos intereses económicos en esa zona que parece imposible que este conflicto acabe nunca, será la guerra eterna.

    Un beso.

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  12. Beaumont, no creo haberme olvidado de los misiles, al contrario que aquellos que olvidaron, en algún momento, cómo se inició el conflicto y quiénes eran, entonces, los que tiraban de plomo.

    Si no cité la cuestión misiles, tampoco cité la cuestión bombas en discotecas o autobuses reventados con escolares dentro... Ya que me recuerdas lo de los misiles ¿Por qué no me recuerdas lo otro? Tampoco hablé de ello.

    De hecho, en mi opinión, la conclusión que se deduce de los 7 pilares es algo más compleja que esa que resume la culpa en los que estamos en el centro del mapamundi. Para que yo asuma mi parte de culpa (como miembro central del mapamundi), las partes directamente relacionadas en el conflicto deberían empezar por reconocer la que ambos tienen... y, por cierto, algunas de esas partes deberían empezar a comprender lo que significa democracia, libertad religiosa, igualdad de sexos, etc., etc.

    Como anécdota, recordar que los árabes con los que trataba Sir Lawrence, por ejemplo, seguían ejerciendo la esclavitud. Ni entonces parecían ni me parecen ahora gente muy adecuada para dar lecciones de derechos fundamentales a nadie.

    Discrepo también de que sea un buen libro. Es un libro curioso (a ratos, pocos, hermoso) que documenta profusamente una situación histórica... por lo demás, su lectura es pesada, por ejemplo por la abundancia desmedida de palabras árabes que rompen el ritmo narrativo, a menudo sin que aporten nada nuevo al relato. Sir Lawrence, que debió ser un tipo bastante excepcional, ignoraba sin duda esa regla que dice que no metas en tus historias personajes a los que no vas a dar relevancia.

    Editorial Optima tiene una edición que estaba muy bien de precio.

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  13. El conflicto terminará cuando a cambio de pasar al bando interesado todos los intereses economicos, se convierta el mundo en islamista...
    Para los mas optimistas, cuando todos estemos muertos por mandato de Alah.

    Ahora no puedo leer que hay que estudiar, pero yo apunto...

    Saludos!

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  14. Mientras quede papel. Mucho tendría que cambiar el mundo.

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  15. Muy bueno el texto Mizerable. Esto dificil solución tiene.

    No justifico ninguna muerte ni ninguna acción terrorista de uno u otro lado porque para mi iguales de absurdas son todas esas muertes y tan terroristas me parecen los radicales islámicos como el gobierno de Israel. Sin embargo lo que no se puede hacer es esperar que no te muerdan cuando le pisas la cabeza a un pueblo como está haciendo actualmente Israel y lleva haciendo desde hace años con el apoyo de la prepotencia mundial de EEUU y ante la indiferencia el resto del mundo.

    Con esta indiferencia también nos hacemos complices silenciosos, por tanto no creo que nadie podamos decir que estamos completamente exentos de culpa.

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  16. Era consciente de que Israel se pasaba por el forro las resoluciones de la ONU con el beneplácito de los EEUU, pero no sabía que fueran tantas.
    Es un tema complicado, desde el punto de vista moral y geopolítico.
    Hablemos de moral.Es difícil no verse identificado con ambos bandos. Por un lado, con los pobres judíos expulsados primero de la Europa totalitaria y luego de los países árabes resentidos. Y por otro, con los pobres palestinos desplazados de sus propios hogares por una marea humana extraña en costumbres y lengua. Pero luego toda esa fuerza moral se diluye entre atentados y asesinatos selectivos y no tan selectivos.
    Qué hacer entonces... Ya lo decía al final del artículo, si yo tuviera el poder de imponer mi voluntad, haría devolver los territorios ocupados durante la Guerra de los Seis Días, e instauraba un Estado Palestino en los territorios de Gaza y Cisjordania. Luego celebraba elecciones democráticas en dicho Estado (1), y hacía firmar un pacto de no agresión a todos los estados de la zona, bajo pena de aislamiento internacional al primero que se le escapara un tiro de fusil. Sería una paz insestable y ficticia, pero al menos sería una paz.
    (1) Nota para un artículo: ¿es ético imponer la democracia en un estado?

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  17. No voy a entrar en la terna de quien es más malo, ya que se sabe perfectamente quienes son los culpables y quienes son los inocentes (estos últimos nunca tienen ningún tipo de arma de fuego). Además de lo que decía del apuntador era para no olvidar a ciertos locos que hacen las cosas en el nombre de Alá.

    Me referiré al libro, el cual no he leído en inglés y dudo que lo pueda hacer nunca. Lo encuentro fascinante, de un ritmo ágil y sus "arabismos" ¿Existirá el palabrejo? aportan más que distraen. Es un libro con una escritura ágil, que no significa fácil. El defecto que le encuentras al detallismo, yo lo encuentro una virtud. Naturalmente no es ni de lejos la prosa más precisa que he leído nunca, pero su relato es fascinante, porque reune aventura, política, sociedad, etc con una más que buena escritura.

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  18. No creo que imponer una democrácia sea ético. Menos con una guerra y el resultado es lo que tenemos en Irak y ojalá que a estas alturas quede poca gente que piense que el objetivo de la guerra era ese.

    Otra pregunta tengo yo en mente: Se puede imponer una democracia en una cultura donde según quienes la tienen el que manda en el país ha sido designado directamente por Alá?

    ¿No es una barbaridad y una utopía intentar instaurar de esa manera un sistema del siglo XXI en un país donde su cultura aún está cercana al medievo?

    Tampoco se la solución que podría habérsele dado pero desde luego no estaban antes peor que ahora.

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  19. El libro de Sir Lawrence se detiene también en la dificultad de los pueblos árabes para alcanzar un entendimiento entre ellos mismos. Supongo que, en realidad, esa debió ser la gran frustación de Lawrence, que soñaba con una gran nación árabe. Mahoma también soñó con una gran nación islámica.

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  20. queridos Reyes Magos,este año como otros anteriores pido la Paz en el Mundo

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  21. Gran libro, Malatesta. Michael B. Oren te explica muy bien los factore sque han engendrado el conflicto de Oriente Medio.

    Yo leí este libro, y después de él cogí "La Guerra de Yomm Kippur" de Chaim Herzog. Aunque este libro es más militar, también te lor recomiendo. Tras leer el cruce del canal de Suez por los egipcios desarrollé un gran respeto por este país.

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  22. Falta un soldadito en esta guerra; el dinero. Hoy cada vez mas las guerras son carísimas y sin dinero imposibles.
    El el lado opuesto los pobres que mueren y que no son escuchados. Ahora el estado de Israel es demasiado rico y los palestinos demasiado pobres.
    Se junta todo y salen fanáticos fundamentalista que ya no hay quien pare.

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