Muchos conoceréis el concepto de curva de aprendizaje. Si no en términos matemáticos, sí al menos en su uso coloquial, para describir la mayor o menor dificultad de una materia.
Asociada a ese concepto podríamos hablar también de una curva del riesgo. Mi teoría es que en toda actividad humana en la que hay asociado un riesgo, el nivel del mismo asumido por la persona sigue una curva similar a la siguiente. En el eje vertical se representa el nivel de riesgo asumido y en el horizontal el tiempo.
En una primera etapa, la curva de riesgo corre paralela a la de aprendizaje. Cuanto más sepamos del tema o más experiencia tengamos, el riesgo que estaremos dispuestos a asumir será mayor. Este aumento de la confianza hace que lleguemos a arriesgar por encima de nuestras posibilidades, lo que provoca situaciones de peligro o directamente un accidente.
Justo después de un incidente peligroso el nivel de riesgo asumido baja abruptamente, recuperándose lentamente según vayamos retomando la confianza. Este proceso se repite hasta que se estabiliza en torno a lo que podríamos expresar como un 80% de las posibilidades de la persona.
Mi experiencia personal confirma esta teoría. En mi anterior empresa una de mis tareas era hacer modificaciones a los programas de control numérico de máquinas de mecanizado. Un error de programación podía suponer una colisión y por lo tanto una avería importante. Al principio tomaba todas las precauciones del mundo a la hora de probar las modificaciones: ejecución paso a paso, avance muy lento, etc. Con la experiencia y la confianza cada vez hacía las modificaciones más deprisa y a veces sin pruebas previas... Hasta que una vez cometí un error tonto y empotré al 100% de avance el husillo principal en el utillaje. Consecuencia: más de 6.000 euros en repuestos más el tiempo de parada de máquina. Desde entonces tuve más cuidado.
Con la moto pasa lo mismo. La confianza es un arma de doble filo. No se puede conducir asustado, pero tampoco olvidar que somos humanos y cometemos errores, además de que en la vía hay otros elementos que no controlamos. Si vamos siempre al 100% de nuestras posibilidades, más pronto que tarde tendremos un accidente.
Tener un poco de miedo (eufemísticamente llamado “respeto”), nos evitará llegar al pánico. Y no hablo figurativamente. Cuando se entra en una curva más rápido de lo que se sabe, uno experimenta un corto pero intenso segundo de pánico. El estómago parece que subiera a la garganta y se experimenta un bloqueo que en algunos casos pude provocar que hagamos “un recto”. Es decir, la salida de la vía por la tangente. La forma de evitarlo es, sencillamente, estimar que si una curva la podríamos tomar a 100 km/h, hacerlo a 80 km/h. No es tan excitante, pero sí mucho más seguro.
Es muy sencillo si...pero que pocos lo ponen en práctica.
ResponderEliminarYo todavía guardo algo de sustico en el cuerpo y espero que me dure para no hacer ninguna locura.
Ya sabes...ni se te ocurra pasar de 80!!
Es un gran consejo, que creo que se puede aplicar a muchas facetas de la vida. Siempre es aconsejable guardarse algo en la reserva. Cuando yo dibujo, a menudo pongo en práctica ese consejo: procuro, en cierto modo, dibujar por debajo de mis posibilidades, y sé que, a pesar de todo, el propio dibujo, sus riesgos y sus desafíos, me llevarán a emplearme a fondo finalmente.
ResponderEliminarNaturalmente en el dibujo no te juegas la integridad física (bueno, que se lo digan a mi espalda) pero en otras actividades como el tráfico sí. Cuando yo llevo a mis peques al monte, la primera regla que han aprendido es, precisamente, que en el monte siempre hay que guardar algo de energía y no apurar las situaciones, porque los peligros, sin duda, llegarán solos, y es entonces cuando tendrás que ponerte al 100 por 100 para superarlos.
Pues ya sabes, que te siga el sustillo del otro día en el cuerpo y no pongas más la moto a 140, sobretodo si voy en ella yo tambien! Je, je.
ResponderEliminarEn serio, que no se te olvide lo que te digo todas las mañanas.
Muá.
Marta, tienes razón. Como reza la nueva campaña de tráfico, todos sabemos que si cumplimos las normas habrá menos muertes, ¿porqué no lo hacemos?
ResponderEliminarIsmo, no sé si comparto lo que dices del dibujo. Precisamente el arte es un campo donde arriesgar es algo bueno, aunque a veces provoque más de que la obra termine en la basura. Y te lo dice el más timorato de los pintores.
Lunaria, la velocidad es un concepto relativo (menos la de la luz, je, je). Todos los días voy a 140 km/h o más, pero en autopista. Sin embargo, 80 km/h puede ser una velocidad excesiva para una determinada curva. Incluso para un mismo tramo de vía, no es lo mismo de día que de noche, con más tráfico o con menos, si hay obras, niebla, lluvia, según el estado y la experiencia del conductor... Es lo que se llama velocidad adecuada, que no tiene porqué coincidir con la velocidad máxima marcada para ese tramo. A veces es más, y a veces menos. Pronosticar correctamente en cada momento cuál es esa velocidad adecuada y no superarla es clave para prevenir accidentes.
Pensaba que te iba a suscitar alguna reticencia, y por eso decía "en cierto modo". Lo que quiero decir es que no puedes estar todo el rato a cien, todo el rato arriesgando; cuando hago un dibujo hay determinadas cosas que domino bien (voy a 80), y también reservo un espacio para el riesgo (voy a 100, si meto la pata, probablemente no sabré como arreglarlo hasta el siguiente dibujo). En general, la innovación la dejo para el garabateo; mis dibujos están en el coco cuando los empiezo. Imagínate si después de poner cinco mil doscientas treinta y dos rayitas descubro que la estoy cagando...;) Los experimentos en los folios y el papel bueno para asegurar.
ResponderEliminarEs verdad macho, yo todavía no me explico la paciencia y/o el vicio que tienes para hacer tanta raya.
ResponderEliminarA mi me ha pasado algo parecido con el alcohol, herr Malatesta.
ResponderEliminarUy... vayan con cuidado! Con casco y bien agarrados...
ResponderEliminarA mí me dan miedo las motos :')
Esto lo has escrito antes de ver el gran premio de hoy, verdad?? :P
ResponderEliminarBesines.
Pues sí, aunque claro, en carrera si uno va al 80% termina como Pedrosa, el noveno.
ResponderEliminarYo hice ruta por la mañana con tres amigotes. Hacía mucho levante, y yo acababa de escribir este post. Consecuencia: dos de ellos nos tuvieron que esperar a los otros dos en un par de cruces. Pero también: en ningún momento pasé miedo ni corrí riesgos innecesarios.
¿con el tiempo la capacidad se mantiene?
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