viernes, 9 de octubre de 2009

Como una ola

Por azares de la vida hoy he asistido a unas jornadas internacionales sobre energías renovables marinas. Un campo con el que tengo poco o nada que ver, y del que sabía menos aún.
En las siete u ocho horas que ha durado el evento he sacado una idea más o menos clara del estado de las cosas en este campo. Como soy de natural generoso y no tengo nada mejor que hacer, lo voy a compartir con vosotros.

Lo primero es ponernos en situación. Por energías marinas se entienden todas aquellas que se obtienen fuera de la costa. Comprenden principalmente dos grupos:
- La energía eólica marina
- El resto, denominadas genéricamente energías oceánicas.
A su vez, dentro de las energías oceánicas encontramos las que aprovechan las mareas, las olas, las corrientes, los gradientes salinos, los gradientes térmicos y finalmente la biomasa marina.

La energía eólica marina está ya bastante desarrollada. Consiste en campos de aerogeneradores eólicos sobre plataformas flotantes ancladas a unas millas de la costa. En la costa de Cádiz hay varios proyectos en estudio.

Las jornadas de hoy se centraron sobre las tecnologías que aprovechan la energía de las olas, y en las oportunidades para implementar algún proyecto en la zona del Golfo de Cádiz. A pesar de que está en estudio desde hace varias décadas, es un campo aún en sus primeras fases de investigación. Lo que más me ha sorprendido es la cantidad de diferentes tecnologías que se están desarrollando en paralelo. Son ideas simples pero ingeniosas. Algunas parecen inventos del TBO, pero quién sabe, quizás en el futuro jueguen un papel importante en el sector de la generación eléctrica.

Algunas tecnologías aprovechan la energía gracias a que las olas sobrepasan una barrera fija o flotante. Al estar a mayor altura que el nivel del mar, el agua que ha pasado acciona por gravedad unas turbinas.


Otras aprovechan el vaivén para accionar unas articulaciones que contienen bombas hidráulicas. El aceite bombeado acciona a su vez una turbina.


También las hay basadas en unas "velas" sumergidas, que se ven arrastradas por las corrientes bajo las olas. Las "velas" están acopladas a un circuito sinfín, que a su vez mueve un alternador.
En fin, podría seguir, porque lo que es imaginación no le falta a los que trabajan en este campo. No exagero si digo que actualmente puede haber 20 ó 30 tecnologías diferentes en desarrollo. Es de esperar que en unos años se produzca una convergencia hacia tres o cuatro técnicas dominantes.

Pero, ¿porqué después de tantos años aún no hay grandes plantas de energía de las olas en producción, sino sólo pequeños prototipos? Uno de los motivos es la dificultad intrínseca del medio. Las olas son un fenómeno complejo, variable y agresivo. Lo que vale para un prototipo a escala 1:4 puede no valer para un sistema a tamaño real. Por ejemplo, la distancia media entre olas no es escalable. Como consecuencia, el coste de la energía generada es aún demasiado alto para atraer grandes inversores.

Sin embargo, los optimistas piensan que con una apuesta fuerte por parte de las administraciones y las empresas, estas tecnologías podrían alcanzar en importancia a la energía eólica a mediados del presente siglo. Esperemos, porque además de ser una energía renovable y por tanto inagotable, tiene un escaso impacto medioambiental. A ponerse las pilas, digo, las olas.


12 comentarios:

  1. Ya en mis años de mozalbeta de facul de Cc del Mar nos explicaban estas cosas...que a mí más que a tebeo me sonaban a Asimov pero que quería con todas mis fuerzas poder ver real algún día...las fuerzas continúan a pesar de los cates jijijijijijiji...ayayayayay mi enemiga inconstancia...
    Abrazos!!!

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  2. ¿Por qué cada vez que veo tu actualización me pongo a desgañitarme en plan Rocío Jurado? jijijijijijijijiji

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  3. ... tu amor llegó a mi vidaaaaaa!
    Ja, ja, ja, claro, ese era la intención.
    Por cierto, en la comida de después de las conferencias coincidí en la mesa con uno de los ponentes, profesor de tu Facultad. Miguel Bruno, de oceanografía, ¿lo conoces?. Un señor gordito y simpático, canario, por más señas. A pesar de que puse verde a la universidad en general y a los profesores en particular, hicimos buenas migas.

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  4. El de oceanografía que yo recuerdo,pese al aire simpaticón luego,con su gran publicación de un libro muy elogiado,era un pelín prepotente...era calvito,con bigote,gafas...no recuerdo que fuera canario...y además,me viene a la cabeza de nombre Antonio...oceanografía era un departamento peculiar...o lo era yo,claro..o los éramos los dos,...jijijijiji en fin,ya hablaremos de mis peripecias universitarias en la próxima cena jijijiji en tus descansos entre chachachás y salsas con Lunaria jijijijijijiji

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  5. Me parece a mí India, que de aquí a que bailemos una salsa medio decente va a pasar muchooooo tiempo.

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  6. Puede que eso sea el futuro. Aprovechar los elementosw de la naturaleza como las olas y el viento. Lastima de la falta de inversión.

    Un saludo.

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  7. La falta de interés en invertir,Anthony de Hentzau...que es lo peor...que no se tiene el interés en que sea rentabe y hacerlo atractivo al inversor...que es la releche...mira,la mala leche que a mí me entra se podría reutilizar como energía jijijijijijiji...así,de consumo propio,cada uno se hace la suya jaaaajajjajajaja

    Lunaria...ay mujer de poca fe...estoy segura de que nos váis a dejar ojipláticos,que diría la Ampaharouito...jijijijijijiji

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  8. Lo que cuentas me parece una gran noticia pero, como siempre, me gustaría refrenar el optimismo exacerbado. Yo creo que es aventurado decir ya, cuando estas tecnologías no se han probado, que el impacto medioambiental es escaso. Las ganas de que estos medios funcionen bien nos pueden llevar a quitar importancia al resto de riesgo medioambientales, los que no traten exclusivamente de las emisiones y residuos. Suele pasar que las intervenciones del hombre en el medio natural acarrean cambios, de los que a veces no sabemos ver todas las posibles consecuencias hasta que se producen. Aunque, desde luego, esto parece bastante mejor que andar sembrando el océano de plataformas petrolíferas.

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  9. Hombre, colocar gusanos flotantes en una zona acotada del océano no creo que impacte demasiado.
    Lo que sí parece que tiene un impacto negativo en la fauna marina son los dispositivos que aprovechan las corrientes. Al tratarse de palas en movimiento, matan la vida marina con la que colisionan.

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  10. Quita, hombre! ¿Y si los gusanos asustan a los lenguados? ;)

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  11. Primo yo al igual que india también disfruté durante la carrera de estas interesantes tecnologias en proyecto, es más participé en una evaluacion de impacto ambiental de aerogeneradores off shore

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  12. Anda, pues mira por dónde. Aunque no sé de qué me extraño, si ambos sois científicos marinos, je, je.

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