Esta mañana, de camino al trabajo, un tipejo ha hecho un cambio brusco de carril, haciéndome frenar duro para no ir al suelo. Estoy seguro que me había visto. Hasta aquí nada fuera de lo común. La gente debe pensar que la preferencia de paso es función del tamaño del vehículo, como en los pasos estrechos. El manual de conducción que debieron estudiar muchos conductores diría algo así como:
“Las fases para realizar un cambio de carril son:
a) Observar el entorno. Mirar por los espejos retrovisores para calcular si existe el hueco mínimo (con el tamaño de nuestro coche basta) para realizar la maniobra. Las motos, como si no estuviesen.
b) Señalizar si nos apetece. Todo lo más, cuando ya hayamos comenzado la maniobra. ¿Para qué antes?
c) Ejecutar el cambio de carril a lo Raikkonen, para que se vea lo buenos conductores que somos. El que venga detrás, que arree.”
Le pité enfadado, pero el tío como si nada. Ni una disculpa ni un no te he visto, aunque fuera mentira. Todo esto pasó a la entrada del puente Carranza. Como había tráfico intenso seguí detrás suya hasta la Avenida, y como no se me había quitado el cabreo, pensaba decirle algo (educado pero firme) en el primer semáforo en rojo que hubiese. Así que le seguí.
Llegó el semáforo. Pero entonces se me ocurrió una idea. Me situé con la moto en paralelo a la altura del conductor, junto a la ventanilla, y miré hacia dentro con cara de mala leche, sin abrir boca. Como llevaba casco modular y máscara de neopreno, lo único que se me verían serían los ojos y unas cejas muy fruncidas. El conductor, varón, y su acompañante, mujer, me miraron brevemente y agacharon ambos la cabeza. Allí me quedé lo que duró el semáforo, mirándolos fijamente. Sé que sabían que estaba allí porque el chico me miraba de reojo. Ninguno de los dos habló, y les notaba incómodos. Cuando se abrió el semáforo le di gas y no los volví a ver.
Luego he reflexionado un poco y podría haber salido mal. ¿Qué hubiera hecho si el tío hubiera reaccionado agresivamente, si hubiera salido del coche con ganas de bronca? La verdad es que no lo sé. Supongo que hubiera salido del paso, ya que últimamente he adquirido la habilidad de solucionar conflictos. De cualquier forma no es muy recomendable.
Pero esta vez salió bien. Quizás ese tío se lo piense bien antes de maltratar a otro motero.
“Las fases para realizar un cambio de carril son:
a) Observar el entorno. Mirar por los espejos retrovisores para calcular si existe el hueco mínimo (con el tamaño de nuestro coche basta) para realizar la maniobra. Las motos, como si no estuviesen.
b) Señalizar si nos apetece. Todo lo más, cuando ya hayamos comenzado la maniobra. ¿Para qué antes?
c) Ejecutar el cambio de carril a lo Raikkonen, para que se vea lo buenos conductores que somos. El que venga detrás, que arree.”
Le pité enfadado, pero el tío como si nada. Ni una disculpa ni un no te he visto, aunque fuera mentira. Todo esto pasó a la entrada del puente Carranza. Como había tráfico intenso seguí detrás suya hasta la Avenida, y como no se me había quitado el cabreo, pensaba decirle algo (educado pero firme) en el primer semáforo en rojo que hubiese. Así que le seguí.
Llegó el semáforo. Pero entonces se me ocurrió una idea. Me situé con la moto en paralelo a la altura del conductor, junto a la ventanilla, y miré hacia dentro con cara de mala leche, sin abrir boca. Como llevaba casco modular y máscara de neopreno, lo único que se me verían serían los ojos y unas cejas muy fruncidas. El conductor, varón, y su acompañante, mujer, me miraron brevemente y agacharon ambos la cabeza. Allí me quedé lo que duró el semáforo, mirándolos fijamente. Sé que sabían que estaba allí porque el chico me miraba de reojo. Ninguno de los dos habló, y les notaba incómodos. Cuando se abrió el semáforo le di gas y no los volví a ver.
Luego he reflexionado un poco y podría haber salido mal. ¿Qué hubiera hecho si el tío hubiera reaccionado agresivamente, si hubiera salido del coche con ganas de bronca? La verdad es que no lo sé. Supongo que hubiera salido del paso, ya que últimamente he adquirido la habilidad de solucionar conflictos. De cualquier forma no es muy recomendable.
Pero esta vez salió bien. Quizás ese tío se lo piense bien antes de maltratar a otro motero.
Menos mal que me has hecho caso a lo que te digo todas las mañanas.
ResponderEliminarUF, me acabo de acordar de aquel coche que cerca del Puerto nos frenó y hasta fuimos a denunciarlo, te acuerdas?
Bien Malatesta, la mejor forma de solucionar un conflicto es no provocarlo. La actitud que has tomado es la más sensata, nunca hay que dejarse llevar (qué fácil es decirlo) pero también es muy recomendable dejarse ver.
ResponderEliminarRecuerda: es mejor pitar antes que después.
Anda ya!!! Tú no tienes esos ojos verdes!!!! (bueno, también es cierto que tampoco tienes esas arrugas...)
ResponderEliminarNo te veo yo a ti poniendo cara de mala hostia, no...
Jejejeje... una mirada basilisca de esas que matan. Yo suelo tb hacerlas, con la variante de levantar una ceja. :p
ResponderEliminarSaludos!
Siempre he pensado que hay miradas que necesitan de unos cuantos puntos de sutura para cicatrizar.
ResponderEliminarLunaria, ¿que si me acuerdo? Aprovecho para decir que si alguien se encuentra un todoterreno gris claro de matrícula 0290FDZ, que lo salude de mi parte. Y después le pinche las cuatro ruedas, si puede ser.
ResponderEliminarAnónimo, no provocar el conflicto hubiera sido seguir como si tal cosa. Lo que yo hice pudo haberlo provocado. Imagínate que un tío se agacha, se pega a tu cristal, y te mira con cara de quererte dar todo menos cariño. Pero bueno, nada hubo.
Ana, mis ojos ya los publiqué años ha. No me gusta repetirme, aunque cada vez cuesta más.
Anthony, probaré la variante Sobera la proxima vez, aunque no sé yo si se acojonará o me dirá que quiere el comodín de la llamada ;)
Pike Bishop, bienvenido. La comunicación gestual es tan importante como la hablada, sin duda. Una mirada de reproche de mi padre me dolía más que cualquier azote que me pudiera haber dado. Nunca le hizo falta hacerlo, no te digo más.
Estoy con Ana, no te veo yo poniendole ojitos...más aún cuando sueles ir con gafas de sol ;P
ResponderEliminarYo en cambio si tengo ojasos verdes y suelo tene mu mala leshe...;p
Ves? si con esas pestañas que ya las quisiera la Pé (mayúscula) para su anuncio de rimmel L'Oreal, no puedes poner cara de mala leche...
ResponderEliminarMizerable, con tanto petardo se te habrán puesto los ojos negros azabache.
ResponderEliminarAna, gracias hermosa, porque tú lo vales.
Mi matrícula en un blog!!! ...
ResponderEliminarXDXDXDXDXDXD
Que noooooooooo,que es bromaaaaaaaaaa...a mí me obsesionáis los moteros!cuando me cruzo con uno,sólo pienso en que es un cuerpo sin apenas protección frente a todo...
Cuidadín,en la carretera y en las situaciones...aunque,no soy la menos macarra,la verdad...
Si es que conducen como locos!
ResponderEliminarA mi me han hecho también unas cuantas aunque reconozco que las consecuencias son diferentes si se trata de una moto.
Cuando algo de eso me pasa saco mi vena camionera y hasta ahora no me han partido la cara...aunque quien sabe, igual debería seguir tu ejemplo, con la de bestiajos que hay por ahí...
Me alegro de que no te pasara nada y ten mucho cuidadito por ahi que la gente parece que van perdiendo los tornillos con una facilidad!!!
Si te respetan poco siendo tío, imaginate lo poco que respetan cuando la motera es una mujer...
ResponderEliminarSaludos.
Your article is extremely good.You can visit my website: spotify premium apk
ResponderEliminar