Nicodemo es un racista. En realidad no se llama así, pero lo mejor es dejarlo en el economato.
Además no es un racista cualquiera; es un racista sólo de negros. Un negrófobo, si esa palabra existe. No se sabe porqué, pero no puede ver a los inmigrantes subsaharianos que viven en su bloque. Ni a los de su bloque ni a los de ningún bloque. Que no los soporta a ninguno, vamos. Cuando pasan por su lado les niega el saludo. En su lugar, les gruñe.
Y ya es raro, porque no he visto personas más educadas que estos tipos altos de tez oscura y dientes blanquísimos, que ya los quisiera para sí la Anne Igartiburu. Siempre sonrientes, te dejan abierta la puerta para que pases y te dan los buenos días. Unos tíos majísimos, por lo menos los de mi pueblo.
Sí, así de duro: Nicodemo es un racista. Lo cual es aún más incomprensible porque Nicodemo es un perro. Y para más inri, negro.
Se me ocurre...jijijijijiji ¿y si le ponemos frente a un espejo?¿qué hará al ver que a quien gruñe y ladra es a él mismo?jijijijijijijiji...si lo hace,claro...lo mismo el simpatiquín can,se reconoce perfectamente y va y se gusta jaaaaaaaaaaajajaja
ResponderEliminarEsto es rizar el rizo,sin duda...porque es una demostración de que el propio racismo no entiende de racismo jijijijiji no hay barreras,cualquiera puede serlo jijijiji
Achuchones!!!
¡Menudo elemento! Me encantan esos perros pequeños chulitos. La actitud en la foto es ya bastante reveladora, jajaja... orejas hacia delante, cola firme... ¿Había algún negro cerca?
ResponderEliminarPor culpa de uno de esos acabé yo este verano arriesgando el tipo para sacarlo de un pozo de purín, donde había caido persiguiendo a una gata, el muy inocentón. El elemento se llamaba "Guay", estaba en una aldea asturiana y, en los días que estuve allí, pude comprobar que tenía completamente subyugados a todos los perros de la contornada, incluidos un mastín gigante (que era su cómplice, subalterno) y un pastor alemán (Rex) que cada vez que veía a "Guay" en lontananza salía cortando, pero cortando a toda mecha camino de su casa. Lo mejor era que Guay se colaba en su misma finca, en territorio de Rex, y no paraba hasta que lo hacía retroceder hasta su caseta.
No quiero ni pensar cómo sería un encuentro entre Guay y Nicodemo :)
"Acabé arriesgando el tipo" y lleno de mierda de vaca fermentada desde la mano hasta el hombro...
ResponderEliminarDigo esto para la hilaridad pública a mi costa ;)
India, de hecho en algún sitio he leído que de la negrofobia no se libran ni algunos negros. Por ejemplo, en algunas tribus africanas, prefiriendo a los hijos de piel más clara frente a los de piel más oscura, etc. Así que lo de Nicodemo no es tan raro como yo creía.
ResponderEliminarVaya personaje el "Guay". Se merecía tan escatológico salvamento, ja, ja, ja.
Gracias a ambos por pasaros por aquí.
Jajaja, menuda mala leche tiene Nicodemo.
ResponderEliminarespero no encontrármelo por la calle que una no es muy dada a ir hecha un arcoiris y no quiero tener problemas con el!
besos!
jijijijijiji es verdad...Nicodemo antinegros y antiheavies jaaaaaaaaaajajajajjaja
ResponderEliminarPues a mi me parece majísimo el Nicodemo. :)
ResponderEliminarp.d. Existe una leyenda, creo que en Irlanda o en Escocia, sobre los perros negros, como guardianes fieles de las almas de los que duermen en el cementerio. Lo mismo Nicodemo es uno de ellos y entre los vivos se encuentra un poco desubicado el pobre, jajajaja.