lunes, 4 de octubre de 2010

Cádiz

El que me conoce sabe que suelo renegar de la ciudad que me vio nacer. Por mucho que los autores del carnaval quieran, pasear por la Viña no suele ser una experiencia especialmente agradable. Aunque a Cádiz se la llame a veces la ciudad de la luz, el casco antiguo no es nada luminoso, y sí algo húmedo y a veces sucio. Cierto es que hay excepciones, como las plazas de San Antonio, Mina, el Mentidero, etc., pero son eso, excepciones.
Sin embargo hay algo que lo compensa todo, que me reconcilia con la ciudad. Ese algo es su mar. El Paseo Marítimo, el Campo del Sur, la Alameda, Puntales... son sitios donde uno no se cansa de pasear. Donde la brisa del mar te renueva por dentro y por fuera. Donde, sin exagerar, se recuperan las ganas de vivir.
Los que trabajamos en Cádiz pero vivimos fuera de ella sufrimos las desventajas de los atascos y de la falta de aparcamiento. Por esa razón y no otra me hice motero. ¿Pero en qué lugar puede uno descansar antes de reiniciar la jornada en un sitio como éste?


Mientras, en mi cabeza suena Pedro Guerra.




4 comentarios:

  1. A mi me gusta Cadiz, aunque claro no vivo en ella, me imagino que una vez alli con el dia a dia se empiezan a ver los defectos...como en todo en general... pero sin duda, esos descansos a pie de playa no tienen precio!!!


    Pd -> pedro guerra, ehhhh....copion!! Jajajaja : P

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  2. Las ciudades abiertas al mar tienen un qué se yo que algunos creen adictivo. Yo viví en Madrid unos años y, la verdad, notaba cuánto lo echaba de menos cuando lo reencontraba. Lo que echaba de menos en aquella gran ciudad no era tanto el mar como la falta de un espacio libre de edificios y smog, tanto fuese mar como monte.

    ... Este comentario, por cierto, me recuerda a los catalanes que suelen salir en Españoles por el mundo y programas de ese tipo. Ellos ni añoran el mar ni la montaña, ni siquiera los amigos o las juergas: echan de menos el FUET. Lo cual es comprensible si tu tierra factura un fuet como esos de Cataluña y vives en un país con estúpidas normativas anti-embutido...

    Y digo esto porque a mí la playa me da hambre, y después de ver tu foto, a gusto me zampaba un fuet.

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  3. Me has cogido, illeR. Desde que escuché "Espacio vacío de mi corazón" llevo revisitados varios discos del canario. Qué cursi es, pero qué bonitas canciones, je, je.
    Ismo, no me hables de fuet que aún no he desayunado, hombre. Mmmmm... yo no soy catalán y también lo echo de menos. El mar te da una engañosa sensación de libertad. Y digo engañosa porque para quien no tiene bote, como yo, el mar es más una barrera que una pista libre. Pero asomarse a él es como mirar a las estrellas una noche clara. Como asomarse a la eternidad.

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  4. Por una vez creo que estamos de acuerdo.
    No es que me encante la tierra que me vio nacer, pero hay que reconocer que tiene lugares preciosos, como las zonas que comentas. Un atardecer en cualquiera de sus playas, por ejemplo, es un estampa preciosa.

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