En “Virgencita: que me quede como estoy”, de Alberto Matilla, el periodista hace un paralelismo entre el hecho de que no se da importancia a la salud hasta que se pierde, con la situación de crisis en la que vivimos. Ahora han cambiado las prioridades, y cito al autor “Volvemos a estar pendientes de las rebajas, de los saldos, mirando los céntimos de los precios, tumbando la bombona del butano para aprovecharla, [...]”
Lo que me chirriado es esto último. Está en el acervo colectivo que si se tumba la bombona se apura más. Lo raro es que no pasen más accidentes. Tumbar la bombona lo que puede causar es que parte del gas pase directamente al quemador en su fase líquida, escapando sin quemarse y por lo tanto creando una atmósfera potencialmente explosiva, o por lo contrario prender provocando una gran llamarada.
Habrá quien diga que siempre lo hace y nunca le ha pasado nada. Yo también lo hice una vez, cuando no sabía el peligro que corría, y no salté por los aires. Todo es cuestión de probabilidades.
Ya que estamos con los ahorros, lo más acertado para el que quiera aprovechar el butano del calentador cuando ya no caliente es pasarlo a la cocina, ya que este aparato necesita menos presión. Si es de gas, claro.
Más información en:
Pues yo no tenia idea!! Bueno, en realidad es que de butano no tengo ni idea, nunca he utilizado, siempre he tenido gas natural o cocina electrica...pero alguna vez tengo no lo olvidare!!!
ResponderEliminarYo tampoco tenía ni idea ni tengo bombona pero tampoco lo olvidaré.
ResponderEliminarVaya éxito de mi campaña de seguridad, ja, ja. En mi pueblo es que estamos más atrasados y no llega el gas ciudad :)
ResponderEliminarY yo pensando que no me tocaba la lotería...me ha tocado y muchas veces!Jopelines,lo que hace el no saber...muchas gracias!En algunas culturas,cuando le salvas la vida a alguien,éste contrae una deuda eterna contigo...yo estoy en tu lista de morosos,te debo algo ;)
ResponderEliminarAchuchones!!!
Ja, ja, ja, no es para tanto, mujer. Si la tumbas un poco cuando ya está casi vacía las probabilidades de que ocurra un accidente son bajas, ya que no es muy probable que nivel del gas licuado llegue al regulador. De todas formas no es nunca recomendable, y además no sirve para nada.
ResponderEliminarHay otro truco que no recomendaría, pero que en alguna ocasión he visto utilizar y sí que funciona. Consiste en meter la bombona en un barreño con agua. De esta manera se consigue licuar una fracción mayor de gas. Además, como consecuencia el agua del barreño se pone muy fría, y sirve de frigorífico casero. Tampoco se recomienda porque si se apura mucho la bombona puede llegar a quemarse hasta los odorizantes y aceites que quedan al final, pudiendo estropear el aparato de consumo.
Pues mira, ya no tengo bombona, pero cuando la tenía jamás hice eso. Miedica que es una...
ResponderEliminarY tú que sabes de estas cosas: el golpeteo de los repartidores o la gente que las guarda en los balcones al sol, eso no es peligroso?? Porque a mí siempre me lo ha parecido..
Besines :)
Los golpes, salvo que se den a la boca de la bombona, no tienen importancia.
ResponderEliminarEl tenerla al sol tampoco, ya que el butano es altamente explosivo cuando está en fase gaseosa, y además en un porcentaje en aire entre 1,8% y 9.0% (los datos concretos los acabo de mirar). Dentro de la botella está principalmente en fase líquida, y la parte gaseosa está altamente concentrada. Haría falta un incendio para que explotase. De todas formas mejor resguardadita, por si acaso, je, je.
jaaaajajja por un momento...te has asustado!¿a que sí?!jaaaaaaaaajajjaa ya te imaginabas a India en plan psicópata con una deuda sagrada...jaaaaaaaajajjaaa me parto!
ResponderEliminarAchuchones!!!
Tomo nota y agradezco la información, pues en mi artículo refería un vieja costumbre para aprovechar la bombona (Ahora se, gracias a Vd. lo errático de tal acción) Un abrazo, salud y suerte
ResponderEliminarGracias a usted por pasar por mi blog. Como digo, se trata de un error común, por lo que no es raro que lo incluyera entre sus ejemplos.
ResponderEliminarPor lo demás, comparto lo que afirma en su artículo. No sabemos lo que tenemos hasta que lo perdemos.
Un abrazo.