Estos días hace frío. Un frío húmedo que se te cala en los huesos. Pero también luce el sol. Esa bola de gas sobrecalentado que nos da la vida, es una bendición en estos días de invierno sureño.
El pasado domingo por la mañana decidí dar un paseo por los alrededores. Abrigo, gorra, gafas de sol y reproductor cargado con música de lo más variopinta. Me interné en el almendral cercano, a paso lento o más vivo según el ritmo de la canción que sonara.
Como una promesa de la primavera aún lejana, algunos almendros lucían orgullosos sus copas llenas de flores blancas y rosadas. Numerosas abejas, abejorros y mariposas pululaban entre sus ramas, recolectando el primer polen de la temporada. Y para completar la cadena, al menos dos docenas de abejarucos de exuberante plumaje se daban un festín con los afanosos insectos.
Me tumbé a tomar el sol en una pequeña loma junto al pinar. Perdonad la comparación, pero allí solo, sobre la hierba, en una pequeña isla de naturaleza cercada por urbanizaciones, me sentí como hace unos años en Central Park. Aquella tarde, tras varias jornadas agotadoras recorriéndonos Manhattan, caí en un estado de relajación tan absoluto que terminé roncando indecentemente, para bochorno del amigo que me acompañaba.
Esta vez no me dormí, pero disfruté de un largo rato de paz como el que no había experimentado en meses. Algo de paz, por fin.
Besides, if each shot of happy
Comes with only two shots of sad
Then coming of age is not so bad
Milow, Coming of age
Buenas malatesta.
ResponderEliminarPoética y bucólica entrada. Pero hago mías esas sensaciones en esta ápoca del año que mezcla lo mejor del invierno y lo mejor de la venidera primavera.
Un saludo, amigo.
Gracias por tu comentario, Wittmann. Bucólico, esa es la palabra, bucólico y relajado es como me sentía y es lo que he intentado transmitir.
ResponderEliminarHablando de flores y de polen, curiosamente hoy me ha llegado un vídeo de menos de 5 minutos que recomiendo vivamente.
http://youtu.be/xHkq1edcbk4
Ohhhhhhhhhhhhhhhh! Qué bendición! y qué disfrute para los sentidos en todos los sentidos, valga la redundancia.
ResponderEliminarMenuda suerte poder disfrutar de ese tiempo. Aquí en el norte se nos queda el moco helao estos días, jajaja. Los vientos siberianos son la monda, oye!.
Gracias por recrearnos la vista con los almendros en flor.
Un beso.
Presiento que en tu tierra, como en la mía, las estaciones son indescifrables.
ResponderEliminarGracias Lovely, no te creas, aquí también nos estamos pelando de frío últimamente, je, je.
ResponderEliminarIsmo, aunque de cara al atlántico, nuestro clima es el mediterráneo; probablemente uno de los más benignos del planeta para el ser humano. A pesar de ello, la naturaleza es siempre una fuente de sorpresas. Algunas agradables, otras no tanto.