martes, 10 de octubre de 2006

Patente de Corso

Así se titula la columna que Pérez-Reverte tiene en el Semanal. Y eso es lo que es, una licencia para que Don Arturo le dé cañita al personal.
Más de una vez la habré recomendado, y más de una vez ha aparecido ya reseñada aquí y allá por la blogosfera. Una vez más no hará daño.
Les recomiendo encarecidamente la lectura del siguiente artículo, aparecido la semana pasada, con la promesa de que cuanto menos les hará sonreir.

Atraco en Cádiz. Arturo Pérez-Reverte

12 comentarios:

  1. La primera vez que me atracaron con palo punzando en el riñon a modo de navaja, el atracador se me ofrecio para cambiarme la moneda de 500 ptas que llevaba. Se llevo 100 ptas y me deseo que lo pasará bien el resto de la noche.

    Cuando me soltó y ví que no tenía ni medía guantá, pensé que 100 ptas no merecían la pelea.

    ResponderEliminar
  2. Nunca he tenido que pasar por una historia de estas, y no será porque no haya en estos lares...
    Había leído el domingo el texto de Reverte, forma parte de mis domingos, pero gustosamente he repetido, para quitar acabar de quitar el mal sabor de boca que me dejó Alatriste el sábado noche...

    Un beso.

    ResponderEliminar
  3. jaja, muy bueno... Ese atracador tiene futuro. Acabará en la Agencia Tributaria.

    ResponderEliminar
  4. Seguro que alguien cerca de ti tiene alguna historia parecida. Cerca, como un par de mesas más allá ;) Pregunta, pregunta...

    ResponderEliminar
  5. :-))))
    ...un ladron con consciencia!!!
    Refrescante!...cuando pienso en el par de atracos con pistolas que me toco' presenciar en Venezuela..

    A mi tia le paso' algo parecido en Roma, cuando el atracador huia con su bolso ella grito'...los documentos!...y con mucha sorpresa tres dias despues la llamaron de la comisaria de su zona porque habian llegado alli' sus documentos por correo...cosas que si uno las cuenta nadie se lo cree!
    verdad?

    ResponderEliminar
  6. Realmente esto es algo insólito. No sabes si reír o llorar...
    A mí, gracias a Dios, viviendo donde vivo, nunca me han atracado, pero, ojalá que si alguna vez me toca, sea alguno como este galán de la bici.
    Me he reído mucho.
    Saludos!

    ResponderEliminar
  7. Pues la sonrisa si que la arranca. Queé bueno. Me encanta Pérez-Reverte. Por lo genereal suelo leer sus artículos que no tienen desperdicio.

    ResponderEliminar
  8. Solo conocía a Pérez-Reverte porque en las librerías estaba siempre al lado de Georges Perec y de jaques Prevert, gracias por el dato, buscaré un libro para incarle el diente.
    Saludos desde Valparaíso
    Giuseppe Tanino

    ResponderEliminar
  9. Aunque no hay nada que me de más rabia que el que alguien le quite a otro lo que es suyo, el texto tiene su gracia

    ResponderEliminar
  10. ok, apunto. Pa llí me voy.

    ResponderEliminar
  11. graaaaaaaaaaaaaaaaaaciiias por tu aportacion primero.Y gracias por hacerme sonreir guapo. Eres un sol
    besos

    ResponderEliminar
  12. Vaya, vaya, Mizerable, no sabría decir cuál de las dos historias es más rocambolesca. Algún día contaré la mía.
    Venezuela es un lugar muy propicio para los atracos, desde luego. Lo malo es que allí no suelen acabar tan bien...
    Bienvenido Giuseppe, te recomiendo La tabla de Flandes.
    De nada Lesan, a ver si me animo y el próximo es de mi propia cosecha.

    ResponderEliminar