Todo comenzó en una clase de Historia de la Filosofía, en COU. Mientras yo intentaba enterarme de algo de lo que nos contaba una señora de aspecto triste y nada femenino, Tonio y Feliz decidieron pasar de todo y ponerse a hacer dibujitos. Cuando terminó la clase, me di la vuelta y curioseé un poco lo que habían estado haciendo. Me partí de risa con los dibujos. Eran unos Toys, ya sabéis, del tipo Toy Cansao y cosas así.
En vista del éxito de crítica y público (es decir, yo), y de que las clases de esta mujer eran un peñazo inaguantable, decidieron continuar la serie. Cada vez que había Historia de la Filosofía, dedicaban la hora entera a hacer Toys. Al principio eran de inspiración general y sin continuidad entre uno y otro, pero poco a poco fueron apareciendo personajes fijos: primero ellos, luego yo, y luego algunos profesores y compañeros. Terminaron siendo verdaderos comics, con hilo argumental y todo.
A pesar de que no me enteraba de casi nada, y los esquemas que pintaba en la pizarra eran jeroglíficos que sólo entendía ella, llegué a desear que llegara la clase de Hª de la Filosofía. Y todo por echarme unas risas con los Toys de estos dos. Y eso que muchas de las veces mi personaje, identificado como uno con un brazo siempre levantado, se llevaba casi siempre la peor parte. Lo del brazo, y quizás lo de las tortas, tiene su explicación: yo era el empollón de la clase, y así parodiaban el que respondiera muchas de las preguntas que formulaban los profesores. Pero siempre he sido sufrido para las bromas, así que no me importaba.
Pero no quedó aquí la cosa. Terminó COU y empezó la Universidad. Ellos decidieron estudiar en la misma Escuela, así que siguieron la tradición. De vez en cuando quedábamos y me enseñaban sus últimas producciones. Claro está que algunas de las bromas ya no las cogía, porque estaban relacionadas con cosas que les pasaban en su Escuela, pero creo que procuraban que pudiera entender todos los gags. También yo empecé a hacer los míos propios, que les enseñaba a mi vez.
Así nos tiramos bastante tiempo, pero como todo tiene un final, también nuestra peculiar asociación se fue disolviendo. Ahora solemos vernos en centros comerciales: ¿Qué tal? Pues aquí, de compras.
Por supuesto conservo todos los Toys, los suyos y los míos. Alguna que otra vez he pasado un buen rato releyéndolos. Como hace un rato, mientras escogía alguno para colgarlo de ejemplo. Son el tipo de cosas que hacen que no tire de una vez por todas a la basura mi carpeta de los recuerdos.
En vista del éxito de crítica y público (es decir, yo), y de que las clases de esta mujer eran un peñazo inaguantable, decidieron continuar la serie. Cada vez que había Historia de la Filosofía, dedicaban la hora entera a hacer Toys. Al principio eran de inspiración general y sin continuidad entre uno y otro, pero poco a poco fueron apareciendo personajes fijos: primero ellos, luego yo, y luego algunos profesores y compañeros. Terminaron siendo verdaderos comics, con hilo argumental y todo.
A pesar de que no me enteraba de casi nada, y los esquemas que pintaba en la pizarra eran jeroglíficos que sólo entendía ella, llegué a desear que llegara la clase de Hª de la Filosofía. Y todo por echarme unas risas con los Toys de estos dos. Y eso que muchas de las veces mi personaje, identificado como uno con un brazo siempre levantado, se llevaba casi siempre la peor parte. Lo del brazo, y quizás lo de las tortas, tiene su explicación: yo era el empollón de la clase, y así parodiaban el que respondiera muchas de las preguntas que formulaban los profesores. Pero siempre he sido sufrido para las bromas, así que no me importaba.
Pero no quedó aquí la cosa. Terminó COU y empezó la Universidad. Ellos decidieron estudiar en la misma Escuela, así que siguieron la tradición. De vez en cuando quedábamos y me enseñaban sus últimas producciones. Claro está que algunas de las bromas ya no las cogía, porque estaban relacionadas con cosas que les pasaban en su Escuela, pero creo que procuraban que pudiera entender todos los gags. También yo empecé a hacer los míos propios, que les enseñaba a mi vez.
Así nos tiramos bastante tiempo, pero como todo tiene un final, también nuestra peculiar asociación se fue disolviendo. Ahora solemos vernos en centros comerciales: ¿Qué tal? Pues aquí, de compras.
Por supuesto conservo todos los Toys, los suyos y los míos. Alguna que otra vez he pasado un buen rato releyéndolos. Como hace un rato, mientras escogía alguno para colgarlo de ejemplo. Son el tipo de cosas que hacen que no tire de una vez por todas a la basura mi carpeta de los recuerdos.
Jeje yo los recuerdo en formato imán y pegados a la nevera... ;D
ResponderEliminarEstá muy bien desempolvar de vez en cuando esa carpetita de los recuerdos...
Recuerdo que eran geniales. A ver si busco una serie dedicada a La Boda, que me voy a hartar de reir.
ResponderEliminarParece que fue ayer cuando lo veíamos en el recreo del instituto.
Yo quiero una que ponga "Toy ZP" para regalarsela a Ismo
ResponderEliminarLa verdad es que las clases de filosofía daban mucho de sí. Mucho.
ResponderEliminarNosotros no dibujábamos de esa forma (las mesas eran verdaderas obras de arte:P), pero recuerdo que en 3 de BUP durante las clases de filosofía, nos dedicábamos a lanzar una mano loca de aquellas que había (era de plástico pegajosa), a la pared de enfrente.Y lo hacíamos mientars el profesor paseaba de pico a pico de la clase; en el momento que pasaba por la pared, la lanzábamos, le rozaba el pelo (lo llevaba largo), y nos meábamos de la risa.
Siempre me tocaba a mí levantarme a recogerla.
Qué tiempos!!.
Besos
¿Yo como toy?
ResponderEliminarQuien no ha matado el tiempo en clase con dibujitos... es el mejor pasatiempos.
ResponderEliminarSaludos
Ya diras cual de los granujas de la foto eres.
ResponderEliminarYo más que "toys" en mis horas muertas en clase pintaba calaveras. Así salí.
Un saludo
Lo mío era seguir la historia de los personajes de mis libros de inglés de BUP... y es que la profesora era taaaaaaaaaaaaaaaaaaan aburrida, la pobre!!
ResponderEliminarY anda que tampoco me reía años después cuando volvieron a caer en mis manos los libros!!!! Ya no era recordar lo escrito, sino también las situaciones en las que lo escribí-dibujé, los momentos de lo que fue, sin duda, mi mejor época de estudiante (lo de estudiante es un eufemismo, claro).
Besitooooos.
Aquí el que esté libre de pecado que tire la primera piedra. He "olvidado" decir que a veces en esa misma clase desconectaba de los puñeteros presocráticos y me ponía a contabilizar las veces que la profesora decía "ejem", que era su tic. Y no era el único.
ResponderEliminarEjecutivo, si lees el texto y miras las camisetas que llevamos cada uno me identificarás fácilmente.
Por cierto, ¿alguien ha intentado leer el comic? Se trata de una parodia de una visita que me hicieron esos dos. Me encanta cuando se cargan el hamster de mi hermana creyendo que es un ratón, y cuando dicen que lo han arreglado digo "Dios mío, si se ve a 200 metros que es un canario con un abrigo de pieles".
ResponderEliminarMi pasatiempo por aquellos años iba más relacionado a los juegos, nunca se me dió bien dibujar así que las horas muertas eran jugando al ahorcado y a los barcos, también teníamos una profe para contar sus EH durante la clase...
ResponderEliminarPor cierto, no lo puedo evitar, nada para entender mejor añade el adjetivo de lesbiana a tu profe, no creo que hubieras puesto heterosexual y triste...
Un beso.
Los recuerdos de la juventud nos confortan y nos hacen darnos cuenta de cuánto hemos cambiado y cuán poco. Besos.
ResponderEliminarMiada, te pido disculpas si alguien te ha podido sentir mal la inclusión de la tendencia sexual de la profesora en su descripción. En mi descargo diré que era una forma de resumir muchas de sus características, porque cumplía todos los estereotipos.
ResponderEliminarNo es eso tampoco Malatesta, no son necesaria tus disculpas, simplemente te hacia ver una mala costumbre que tenemos casi todos, seguro que yo tampoco me libro de ella en muchas ocasiones.
ResponderEliminarUn beso.
Amen.
ResponderEliminarJajajja..
ResponderEliminarNo importa que se terminara la asociación. Lo bueno es que lo disfrutaron.
Si te das cuenta, hay profes que alientan habilidades desconectadas de sus materias, y son capaces de producir genios, por puro aburrimiento
(F)
uf los toys ,aun tengo esas estampitas,anda q no me comi yo bollicaos para poder tener la coleecion .
ResponderEliminarMe han encantao las camisetas,quiero una
Me pongo nostálgica leyendo estas cosas...
ResponderEliminarYo si que lo he intentao leer, pero me pierdo bastante, estan muy divertidos los dibujos...nosotros aún seguimos jugando a estas cosas, haciendo caricaturas de profesores, o apuntando en un libro todas las frases del año...algun dia escribiré todas esas chorradas que son dignas de un recital celebre...
ResponderEliminarUn saludo, por cierto, he colgado otro d emis cuadros en el blog, espero que te guste.
Imposible tirar la primera piedra jajaja!...sobrevivi' unas materias que solo la pedanteria de algunos profesores volvieron aburridas, gracias a mis dibujitos de zapatos...siempre quice ser diseñadora de zapatos! bueno...aunque termine' haciendolo de otra manera...jajajaja!
ResponderEliminarGenial los toys...terminando con la idea de la camiseta!
Un abrazo Malatesta!
TOY ALUCINÁ!!!
ResponderEliminarQué bonitos recuerdos, es una pena que el tiempo acabe por estropear o congelar ciertas amistades.
XXX
Pues a mi no me entretenia nada. Era ver a ciertos profes y ponerme malito. Siempre me he preguntado ¿y a estos quién los examina?
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