Este viernes cumplo, quién lo diría, dos años de carné A. Al fin podré quitarle la limitación a mi máquina y disponer de toda su potencia. Aprovecharé también para cambiarle las ruedas, porque tienen ya más de 17.000 kilómetros a sus espaldas. Total, una pasta.
Cabe hacer un balance de lo recorrido hasta ahora. Balance que no puede ser sino positivo. La moto sólo me ha dado satisfacciones los fines de semana, y comodidad a la hora de ir y venir al curro. He entablado amistad con un grupo de gente muy sana y he conocido a bastantes más en los foros. Los que visitáis este blog habéis tenido que “sufrir” mi afición en forma de artículos y más artículos sobre motos.
Todo no es jiji-jajá. También he visto la cara amarga de esta droga. De lejos, afortunadamente. En el foro que frecuento de vez en cuando nos anuncian el accidente de un compañero. Por desgracia también alguna muerte. Hasta en mi entorno familiar hemos sufrido un percance por culpa de las dos ruedas. Cosas que te hacen plantearte si merece la pena arriesgar la salud e incluso la vida, por las sensaciones que te da la moto.
La he llamado droga y algo de eso tiene. Si no, no se explicaría que la usase para ir al trabajo hasta cuando hace un frío que pela, o que si me paso más de dos días sin cogerla ya tenga “mono”. Como todo adicto, no puedo sino desaconsejar que os metáis en este mundillo. Para mí es tarde: ya estoy dentro y la verdad, no quiero salir.
Foto: mazincaiser
Podéis ver más como ésta en su blog Aeroplaf
Feliz cumpleaños motero de cuero.
ResponderEliminarYo, sin embargo, no creo que sea una droga. Tan sólo es un medio de locomoción que te da una sensación de libertad y aventura que no deja de ser algo positivo si solo nos quedamos en eso. Igual que les ocurre a los conductores de coches clásicos, los conductores de bicis de carretera o montaña, los conductores de motos quad, etc.
El truco "del almendruco" está en aprovechar tu moto con "buenas compañías, buenas rutas y buenos manjares".
Eso es lo que yo he podido compartir contigo.
FELICIDADES.
Yo sí diría que la velocidad tiene algo adictivo y desmitificaría un poco esa libertad que da la moto. Creo que la velocidad es lo que pone a los moteros, como a cualquiera a quien le gusta disfrutar de un vehículo. Libertad tienes la misma en un coche que en una moto, aunque es cierto que la moto la metes en más sitios y no tienes que abrir puertas para bajarte... Pero lo que te pone de la moto, la libertad, es el viento que te choca cuando le das al puño, o el trasto soltando caballos y arrancando como un misil contigo encima. La libertad es la velocidad. Si circulases a 50 km/h. no te sentirías libre. Lo emocionante de esto es buscar tu límite, para qué nos vamos a engañar.
ResponderEliminarEso mismo que dice Ismo se lo decía a mi él hace poco...que le estoy viendo buscar y rebuscar en páginas de motos...y me huelo el temita...y es que a mí las motos me gustan,pero no le veo la diferencia a un coche...me gustan los caballos,se vistan de lo que se vistan ;D
ResponderEliminarFeliz Cumpleaños Motero!! y pienso,que si sólo vemos las posibilidades chungas no haríamos nunca nada...hay que tener precaución,pero hay que disfrutar de estar vivo,espadachín!
Achuchones!!!
Interesante debate se ha suscitado. En mi opinión algo tiene la velocidad, está claro. Pero creo que la sensación de libertad te la da el no estar "enlatado", dentro de un coche, más que la velocidad que te permite alcanzar, equiparable a la de un coche.
ResponderEliminarMira por ejemplo los usuarios de customs (Harley Davidson, etc). Son el paradigma de la libertad motera, y sin embargo sus máquinas son las más "lentas" del mercado. El que se compra una custom normalmente la quiere para pasear más que para correr. Como suelen decir, si vas rápido los demás no pueden admirar tu máquina :)
Sin duda que la potencia engancha. Pero no es libertad lo que proporciona, sino más bien sensación de poder. De hecho en inglés, potencia y poder se dicen con la misma palabra, "power".
Como dice el "anónimo", la moto es la moto pero también todo lo que la rodea. También es tomarse una tostá y un cafelito con los colegas en una venta de la sierra.
India, quítale la idea a tu él de la cabeza. Aparte de los peligros que ya hemos hablado, la moto es altamente onerosa. En lugar de llevarte a cenar querrá comprarle accesorios a su moto, te lo digo yo, ja, ja, ja.
Que conste que comprendo perfectamente el atractivo del modo de vida motero. No sé si las cosas seguirán igual pero, en otros tiempos, ningún motero pasaba de largo ante otro averiado, por ejemplo, y esas muestras de salud ciudadana no abundan, aunque se den en un grupo específico.
ResponderEliminarTambién comprendo que te sientes más libre en moto que en coche, menos enlatado, pero me pregunto si ahí no entra en juego otro elemento: el riesgo. Eres más libres porque eres capaz de asumir más riesgos (vas más expuesto, menos acorazado). Ser consciente de las "posibilidades chungas", que dice India y, pese a ello, afrontarlas, es un plus de libertad.
Me parecen muy atinadas tus dos observaciones sobre los "customeros" y sobre el poder. Es cierto que las Harleys no son para correr pero, ojo, permiten correr bastante para lo que son, y los tipos que van en Harley son de esos que mantienen una buena velocidad de crucero durante largas distancias. O eso dice el tópico, no lo sé.
En cuanto a lo del poder, creo que sin duda te debes sentir poderoso cuando piensas que eres libre. Yo me sentiría poderoso. Pero vuelvo a lo mismo ¿Qué te hace sentirte libre? ¿Ir sin puertas o sentir el riesgo de la velocidad y asumirlo y sentirte libre, porque nadie te puede quitar eso?
En definitiva, mis comentarios no pretenden verle a la moto un lado negativo, sino sólo saber de donde viene la libertad, en este caso.
No te preocupes, que ya sé que no vas por ahí. Además, el lado negativo de la moto lo conocemos los aficionados mejor que nadie:
ResponderEliminar- Probabilidad de muerte en caso de accidentes 8 veces mayor que si conduces un coche.
- Irresponsabilidad de algunos moteros, por la velocidad, el ruido, etc, que dan mala imagen al resto.
- Coste del mantenimiento, los repuestos, los seguros, etc.
Y no sigo que ya con esto creo que es bastante, je, je.
En cuanto a si el riesgo me hace sentirme libre... No sé, en mi caso creo que no, pero cada uno es un mundo. No me hace ilusión hacerme pupa, y si pudiera quitar esa posibilidad de la ecuación te aseguro que lo haría sin dudarlo. Pero es cierto que la posibilidad del riesgo añade adrenalina, que es lo que se busca en los "deportes de aventura". Aquí puede que haya algo de eso también.