Mientras los demás sienten frío, yo ardo. Sombras me adelantan burlonas antes de desvanecerse, a medida que sumo farolas. Paisaje suburbano a mi izquierda, oscuridad donde intuyo almendros en flor a mi derecha. En mi cabeza varias ideas me atormentan, sucediéndose sin orden aparente. No ha sido un buen día. Un teclado ajedrezado aparece en mi mente, y me provoca una sonrisa que no ve nadie. No juzgues y no serás juzgado. Vuelvo a ver por cuarta vez a la misma pareja que está admirando lo que seguramente será su casa. Eso significa que llevan aquí por lo menos cuarenta minutos. Eso significa que llevo dando vueltas por lo menos cuarenta minutos. Echo de menos a mi compañero, pero con él no hubiera durado tanto. Estoy cansado, estoy enfadado con el mundo. No está siendo un buen día.
Con las primeras notas todo se olvida. El cansancio, el dolor, la preocupación, hasta el paisaje se va desvaneciendo. Floto sin esfuerzo, empujado por la energía que vibra en en las cuerdas de un cuarteto que toca en algún punto de mi cabeza. No soy. Si existe el Nirvana, si mi destino es fundirme con el Universo, sin duda ésta será su banda sonora.
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En ocasiones nos enfadamos con el mundo con o sin motivo. No des demasiada vueltas a las cosas (vaya, te lo digo yo que no lo cumplo) y piensa que mañana puede ser mejor.
ResponderEliminarPásate por los carnavales de tu tierra y a ver si te sacan una sonrisa.
Canon de Pachenbel. Bueno, cuando el amigo espadachin escuche el adagietto de la quinta de Mahler, va a tener más músicas para sus grandes escritos.
ResponderEliminarAl menos si el teclado "ajedrezado" te hace sonreir, algo bueno hasta los días malos tienen. Un abrazo pisha
ResponderEliminarLa música barroca también me produce esa sensación de calma, desde el canon hasta el adagio de albinoni pasando por los conciertos para flautín de Vivaldi o prácticamente cualquier cosa de Bach.
ResponderEliminarLa película "El enigma de Gaspar Hauser", de Werner Herzog, creo recordar, comenzaba con unas imágenes de un mar de cereal sobre las que flotaba el canon de pachelbel... era algo verdaderamente conmovedor... la imagen representaba perfectamente la mezcla de pasión interior y relajación que siento cuando escucho esa música.
No soy aficionado a la lectura, pero eso es bonito, sobretodo con la musica de fondo, transmite
ResponderEliminarQue no panda el cúnico. Una mala taaaaarde la tiene cualquiera. ;)
ResponderEliminarAdemás, el prota era Pachenbel.
Bienvenido auron. Espero que te vaya bien en tu partida.
No está nada mal utilizar esa vía de escape, sobre todo si funciona...
ResponderEliminarUn beso.
El poder evocador de la música... En cuanto al nirvana, ya llegará. Por ahora prefiero disfrutar de mi particular samsara.
ResponderEliminarcreo que este ha sido el mejor post que has podido hacer. Si tú has escrito esas palabras, mi enhorabuena, me has llegado al alma. No sabía que podrías expresarte así. Además, ya conoces mi debilidad por este canon. Un besote.
ResponderEliminarYa sabía yo que te iba a gustar el post, hermanita. Gracias por el cumplido.
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